La agonía interna de un miedo creciendo en su interior aterraba a Max, ¿Porque su chico no despertaba? Tres semanas sin él se sentían una eternidad.
Conducía de camino al hospital, estos días había vuelto a clases y después de eso iba a visitarlo.
Mientras tanto en la habitación de Checo estaba su padre, le hablaba tratando de que despertara. -Mi niño, ¿Recuerdas cuando bromeamos tanto contigo que estabas convencido de que eras adoptado? Eso realmente me hace reír cada vez que lo recuerdo, eras tan pequeño con una mente muy abierta, tu querías encontrar a tu verdadera familia. -Decía nostálgico el Señor Pérez tratando de no llorar.
En la habitación se escuchaba la canción "Color esperanza" de Diego torres, la canción favorita de Checo, una que siempre cantaba a todo pulmón. -Extraño tanto esas reuniones familiares Chequito, esas de cuando eras tan pequeño que nada te preocupaba, cuando tú madre estaba aún con nosotros y hacía esa rica comida para todos... creo que fuimos los únicos que no pudimos con su partida, pues después de eso huimos lejos, dejamos todo y partimos a explorar el mundo, a buscarte una buena vida. -Decía llorando mientras tomaba su mano.
-Despierta y dime si me equivoqué, si fui un tonto y debimos seguir en casa, dejarte creer y decidir, me dolería tanto saber que está vida no era la que querías. -Dijo llorando más y acariciando su cara mientras el rubio escuchaba tras la puerta tratando de no soltar lágrimas. -Soy el hijo más feliz papá, eso es gracias a ti. -Se escuchó la voz débil del chico recostado en la cama. Su padre volteo rápido a verlo y el rubio tras la puerta entró rápidamente.
Sergio aún confundido por todo, abrió los ojos lentamente mientras los otros lo observaban. -Traquilo Checo llamare al doctor. -Dijo Max saliendo rápido de la habitación. Su padre lo ayudó a sentarse para luego abrazarlo. -oh, tranquilo papá, me duele un poco. -dijo quejándose.
El doctor entró y revisó que todo estuviera en orden, parecía necesitar algunas pastillas para el dolor de cabeza, esas pequeñas punzadas le molestaban, al igual presentaba poca sensibilidad a la luz. En unas horas más podría ir a casa para mantenerse en reposo aún con cuidado médico.
Su padre preguntó cómo se sentía, que le dolía y que necesitaba. Checo dijo no recordar absolutamente nada del accidente, como si ese día no lo hubiera vivido él, como un vacío. Por suerte recordaba lo de días antes, incluso cuando se pusieron de acuerdo para el día de la carrera, más no recuerda ese día.
Max estaba realmente feliz de que lo recordara a él, ya que al investigar sobre el traumatismo de Checo se le llenaba de información sobre fallas en su memoria, con secuelas que podían hacerlo olvidarlo por completo. -Pequitas, estoy tan feliz de que despiertes. -dijo llorando mientras el otro le sonreía. -Perdón por hacer que llores Maxi. -Decía el mexicano. Este negó rápidamente. -No te disculpes por nada.
Más tarde al llegar a casa, con ayuda de su padre y Max se adentro en su casa para dirigirse a su habitación, le costaba un poco mantener el equilibrio, sentía que su cabeza daba vueltas en algunos momentos.
Con mucho esfuerzo decidió bañarse solo en la tina, en ese momento se detuvo a procesar todo lo último que recordaba pero por más que intentaba su mente no podía ordenar los recuerdos, juraba recordar todo pero lo del día del accidente no, aún así estaba muy confundido.
Al salir en pijama Max lo ayudó a recortarse. -¿Todo bien? -Cuestiono el rubio. -Si, todo bien. -dijo acomodándose. Max lo observó detenidamente. -¿Te sientes bien? Esque los chicos están en la sala con tu padre, quieren verte pero quieren estar seguros de que te sientes con ánimo de verlos. -Comentó Max. -Si no quieres y prefieres descansar ellos entienden completamente. -agregó. Sergio se lo pensó pero realmente quería verlos. -Está bien, quiero verlos. -Respondió.
Todos entraron lentamente a la habitación. -Hola Checo, me da gusto verte. -Habló primero Lewis sonriéndole. -También me da gusto verte, verlos a todos. -Respondió sonriendo.
Los chicos le cuestionaban sobre su bienestar y cómo se sentía, estaban contentos de ver a su amigo consciente otra vez. Empezaron a contar cómo habían sido las semanas de clases sin él. Sin embargo checo no se dió cuenta cuando las voces de ellos se volvieron inaudibles, escuchaba murmullos pero no podía comprender lo que decían. Max lo notó extraño y decidió que era hora de dejarlo descansar.
El rubio le rogaba que lo dejase dormir en su casa pero Sergio le dijo que mejor fuera a descansar a su casa, no quería darle más molestias, llevaba mucho tiempo durmiendo en el hospital y era hora de que el rubio descansará también. -Promete que si algo pasa me llamarás de inmediato. -Pedía Max. -Tranquilo Maxi, el doctor que trajo papá estará en la habitación de al lado, no pasará nada grave, he despertado y estaré bien. -Decía convenciendo de que fuera a descansar.
Max lo abrazó, acarició su cabello despidiéndose de él. -No tienes idea de lo mucho que te extrañe pequitas. -dijo Max con sentimiento. -Ya estoy aquí, ya estoy contigo. -Respondió calmandolo. Max lo miró, amaba ver esos ojos otra vez, le dió un beso en la frente, luego una en la mejilla, paso a la otra mejilla dejando varios besos. Checo río apenado y lo tomó del rostro dándole un beso en los labios, uno que el rubio correspondió, extrañaba tanto el sabor de sus labios. -Te quiero tanto. -dijo Max volviendo a abrazarlo.
Al llegar a casa Max le escribió enviándole mensaje, "ya llegué a casa corazón, ya te extraño" envió a Sergio, este le respondió "Descansa Maxi, también te extraño". Max suspiro antes de entrar a casa, no quería ver a su padre.
Al llegar escucho ruido y se resignó. -Escuche que despertó el mexicano. -Se escuchó una voz acercándose. -Si, estoy feliz de estar a su lado, cundo está recuperándose. -Respondió con temor. -Vamos Emilian, deja ese capricho y hazte hombre de una buena vez. -Dijo con furia su padre. Max lo ignoró y se fue a su habitación guardando todo el coraje dentro de él, estaba cansado tanto mentalmente como físicamente, las últimas semanas fueron difíciles para él.
Después de un buen baño se recostó en su cama mirando al techo, pensando en todo lo que pasaba, revivió el momento que lo atormentaba ese en el que vio el coche del mexicano explotar después de sacarlo de ahí, parecía repetir ese momento una y otra vez como castigo, también se puso a pensar en cómo resolvería el problema con su padre, ya había hablado con Charlotte sobre terminar la relación falsa, algo con lo que ella no tenía ningún problema, así que estaba decidido a formalizar algo con Checo, cuidar de él y hacerlo feliz.
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Mexican Boy |Chestappen
FanfictionCheco a sus 20 años llega a Mónaco a estudiar en una de las mejores universidades. Se enfrenta a una vida universitaria complicada llena de niños ricos que dicen ser el futuro del imperio de sus padres. Se cruza en su camino un chico rubio de ojo...