Alyra Sorrengail, Hermana melliza De Violet, tendrá que ir junto a su hermana melliza a la escuela de jinetes de dragón por orden de su madre, aún con todas las posibilidades de vivir están en su contra, hará lo posible por mantenerse viva junto a s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A partir de este momento, el primero de julio, aniversario de la Batalla de Aretia, es declarado como el Día de la Reunificación y será celebrado en todo Navarre cada año en esta misma fecha para honrar las vidas que se perdieron durante la guerra por salvar a nuestro reino de los separatistas y aquellas que fueron salvadas por el Tratado de Aretia.
—DECRETO REAL DEL REY TAURI EL SABIO
Alguien llama a mi puerta mientras recojo un montón de ropa de entre los restos de lo que solía ser mi armario.
— Adelante —digo ya que esperaba a Vi, echo la ropa a la cama.
La puerta se abre y Xaden entra, con el cabello revuelto como si viniera del campo de vuelo, y mi pulso se acelera.
Bueno esto si no lo vi venir.
— Solo quería... —comienza a decir, luego hace una pausa y observa el desastre que es mi habitación después de lo de anoche— De algún modo me convencí de que no habíamos causado tantos daños, pero...
— Sí, es...
Me mira y ambos sonreímos.
— Esto no tiene por qué ser incómodo ni nada. —Me encojo de hombros, intentando aminorar la tensión— Ambos somos adultos.
Me mira
— Qué bueno, porque no me iba a incomodar, pero lo menos que puedo hacer es ayudarte a limpiar. —Su atención va al armario y hace una mueca— Te juro que entre la oscuridad no se veía tan mal esta mañana cuando me fui. Resulta que anoche también incendiaste varios árboles. Se requirió a dos personas que pueden manipular el agua para apagarlos.
Me sonrojo..
carajo.
— Te fuiste temprano. —Intento que mi tono suene despreocupado, mientras voy a mi escritorio, que milagrosamente sobrevivió, y me agacho para recoger algunos libros que tiramos.
— Tenía una junta con los líderes y tuve que levantarme temprano —Su brazo roza el mío cuando se agacha a recoger mi libro favorito de fábulas, el que Mira metió en mi maleta cuando regresamos a Montserrat aquella noche.
—Ah. —Mi pecho se aligera— Eso tiene sentido. —Me levanto y pongo las cosas sobre el escritorio— Entonces no fue porque ronco o hablo dormida ni nada parecido. —Vi solía molestarme con eso...
— No. —Su boca se curva hacia arriba, por un lado— ¿Cómo te fue en el entrenamiento con Carr?
Buen cambio de tema.
— Puedo lanzar, pero no logro dar en el blanco y es demasiado agotador. —Frunzo los labios pensando en el primer relámpago que lancé— ¿Sabes? Ayer fuiste medio cretino en el campo de vuelo.