three swords for a heart (kylie, Malia y Ruby)

treinta y ocho

(Warnings: gp(girl penis), oral sex, explicit content, cringe)

Cap 38
Dos rubias, una elección

Narrador omnisciente

Era lunes por la mañana, una castaña había tenido una seria conversación con su madre el día anterior dónde llegaron a un acuerdo.

Luego de grandes regaños y una discusión su madre terminó relajándose. Su padre a penas la menor contestó su llamada le dio más regaños que la hicieron sentir mal.

Sin embargo, karla pudo conseguir lo que quería.

La castaña se quedaría hasta que termine el programa de becados, donde milagrosamente recibió la invitación para ser parte.

La madre de la castaña no estaba de acuerdo en que se quedara dos semanas y media más, pero terminó accediendo luego de que la adolescente le prometiera que tendrían una conversación como personas civilizada y que iría a terapia para superar el trauma del divorcio de los adultos.

La castaña quería estar unas semanas más lejos de su vida en Miami y cerca de su nueva vida en Los Angeles.

Específicamente su nueva vida con tres chicas que alegran sus días como nadie más.

La librería estaba cerrada debido a que no había clases, así que karla estaba libre de su trabajo.

El programa empezaba el siguiente lunes, así que técnicamente tendría toda su semana libre.

Tomando su tiempo libre se encontraba acostada en su cama sin mucho ánimo, sus pulsaciones controladas bajo los pequeños suspiros que daba.

Sus días agitados le pasaban factura.

Escuchó tres toques en su puerta y se levantó con pereza, dando pasos lentos hasta llegar al pomo.

Al abrir la puerta una rubia sonriente apareció en su campo de visión.

Pero no era la rubia que ella quería.

Laila sonrió más y se acercó a la castaña para abrazarla con emoción.

-buen día, kar!— la emocionada mexicana sonríe aún más si es posible— quise pasar un rato contigo antes de irme.

La castaña la deja pasar a su habitación y cierra la puerta con tranquilidad.

-no escribiste más por el grupo, pensé que ya te habías ido...— karla se sienta en una de las sillas de su pequeña mesa y la mira.

-tenía algunos asuntos que resolver, cosas del intercambio y eso... por alguna razón mi estadía aquí estaba siendo tramitada— la mandíbula de la mayor se tensa un poco pero lo oculta con una pequeña sonrisa— no es raro ya que algunas personas no me quieren aquí, como tus amigas.

La cara relajada de karla se convirtió en una expresión seria con una ceja alzada comprendiendo lo que la chica decía.

-que estás insinuando, Laila?— la castaña le tenía cariño a la rubia, pero no iba a permitir que siguiera poniéndola en contra de sus tres chicas.

-no insinuo nada, cariño, solo digo que tal vez hayan movido sus influencias para mandarme lejos— karla suspira y toma sus pastillas de encima de la mesa, levantándose para ir hasta su refrigerador.

Al tomar las pastillas, mira a aquella mexicana nuevamente.

-si no te metes con ellas, no tendrían porqué hacerte algo— la castaña se acerca un poco— a menos que lo digas por algo específico.

-ya sabes... Kylie y yo no nos llevamos bien—la sonrisa de Laila tambalea.

-solo deja de meterte es sus cosas, Laila. Kylie es una chica completamente ocupada en ella y estoy segura de que no sabe nada de ti, solo tu nombre— la castaña soltó toda su tensión contenida dejando a la rubia en un estado sorprendido.