cincuenta y tres

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Cap 53
Semanas

Narrador omnisciente

Karla ya se encontraba en casa, envuelta en los reconfortantes brazos de su madre.

Se permitió disfrutar del abrazo por más tiempo de lo usual sintiendo como sus ganas de llorar se acumulaban en su pecho apretando su garganta.

-cariño, cuéntame todo ¿que tal estuvo el programa?— la mujer ajena a todo lo que sentía su hija, sonrió con orgullo.

Karla por su parte suspiró dejando sus maletas en la puerta de la cocina, su hogar la había estado esperando con la misma calidez de siempre.

Ver a su alrededor y observar las fotos familiares junto a los grandes jarrones y muebles de madera le hacia sentir como si su casa la abrazara dándole la bienvenida.

A pesar de todo el cansancio físico y mental que estaba sintiendo, sonrió sintiéndose reconfortada al estar en su hogar.

-la verdad no es como lo pintan... fue terrible. Más que un curso es como una forma de recordarle a los estudiantes que son pobres y solo tienen oportunidad de estudiar gracias a su maravillosa humildad fingida— karla dio otro suspiro recordando los acontecimientos de su semana.

-no tienes que prestarle atención a eso, tú estás en esa universidad porque te lo mereces— la castaña rodó sus ojos recordando la razón real por la que la dejaron ir— muchos millonarios entran a esas universidades y pagan todo para pasar sin estudiar, tú no necesitas eso.

Karla sin decir nada, tomó su maleta y se dirigió a las escaleras.

-iré a tomar un baño y descansar un rato— vio a su madre asentir desde la cocina.

Al caminar por el pasillo hasta su habitación sonrió.

Entró en su espacio seguro, sonrió aún más viendo el orden que tenía.

Su cama tendida, sus paredes blancas con pequeños posters y dibujos intactos la ropa que había dejado estaba toda ordenada en el closet.

Se acercó hasta la ventana para abrir las cortinas.

Luego de tomar un poco de aire fresco, volteó hasta su escritorio viendo algo diferente en él.

Había un pequeño sobre en aquella mesa, resaltaba entre todo lo que había.

Lápices, productos que no sabía donde poner y algunos cuadernos. El sobre color azul claro parecía brillar llamando la atención de la castaña.

Se acercó para tomarlo e inspeccionarlo, sus manos temblaron al ver lo escrito en el sobre aún sellado.

"De: M Baker"

La tranquilidad que había logrado conseguir desapareció en segundos.

No entendía como era posible que aquel sobre hubiese llegado más rápido que ella a su propia casa.

Sentía que era una broma.

Karla salió de su habitación con el sobre en sus manos bajando las escaleras con rapidez y un nerviosismo indescriptible recorrerla.

-mamá, que hace esto en mi habitación?— la mujer volteó a verla y sonrió al notar el sobre.

-oh, ya lo viste— la madre de karla se acercó a ella con una gran sonrisa— Malia lo dejó ahí para ti cuando vino, me dijo que era su muestra de gratitud y que no te dijera nada. Lleva tiempo en el mismo sitio.

La castaña pareció recobrar el control sobre su cuerpo y asintió con una expresión casi ilegible.

Subió nuevamente las escaleras hasta su cuarto y dejó el sobre nuevamente en el escritorio.

three swords for a heart (kylie, Malia y Ruby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora