Embarazada De Mi Mejor Amigo

Celos Absurdos, Recompensados

•Adrián•

Después de ese incómodo momento de celos por mi parte —súper absurdos— comencé a buscar a Carol para salimos de la fiesta rumbo a la casa de Alice.

Fue difícil sacar a Carol de los Brazos de Sandy, pero con una promesa estúpida, logré llevármelas a arrastras hasta el auto de la tía de Carol; que por cierto habían estacionado muy lejos de la casa.

<<Yo no se que hubieran hecho si no hubiese venido>>

Durante todo el camino al auto, Carol y Alice se la pasaban diciendo muchas incoherencias.

<<Demasiadas diría yo>>

Un rato después de escuchar una plática divertida, pero algo indiscreta sobre sexo, donde estaban involucrados Joseph, Carol, Alice y el bar-Man imbécil, llegamos a la casa de Alice.

Carol lo primero que hizo fue caminar por el pasillo mientras dejaba caer al suelo todo lo que traía puesto —se quedo vestida, claro— y se dejo caer en el sofá café más grande que había en la sala. Mientras cerraba la puerta detrás de mí, Alice quería ir a ponerse el pijama y volver abajo para dormir al lado de con su mejor amiga Carol.

—Cuando te quedes dormida yo me iré con los chicos y los llevaré a su casa, ¿Entendido Alice? —la observé  como se reía sentada en los primeros peldaños de la escalera.

Su brillante y hermosa melena resaltaba un poco en la obscuridad que envolvía el pasillo en ese momento. Sus ojos se veían algo brillantes y extasiados; sus labios tan exquisitos, pintados con ese labial carmesí que tanto le gustaba, y esos bonitos dientes blancos acompañados de su bellísima sonrisa, que tantas veces me salvaba un poco de la depresión.

—¡Mi pijama! —gritó haciendo un bonito puchero.

Apunte hacia arriba de las escaleras, ella sonrió y comenzó a subir los escalones sentada. Sinceramente eso hacia que me excitará un poco, por que se le levantaba un poco el vestido y enseñaba su ropa interior.

—Ven, así jamás llegaremos —la tomé en mis brazos y con poco esfuerzo, subí hasta el segundo piso.

Mientras subía las escaleras con Alice en brazos, ella cantaba alegre el cielito lindo.

<<Se ve tan hermosa>>

[Esa manera de desafinar es tan bella]

Ya enfrente de la puerta de su habitación, trate de girar la perilla, pero no cedía.

<<Tiene seguro>>

La bajé de mis brazos para poder ir a sacar la llave del escondite secreto, la maceta del fondo. Alice seguía cantando y bailando cerca de la puerta de su habitación, saque la llave, le limpie un poco la tierra y me acerque a abrir la puerta.

—¿Me quieres? —ella llamó completamente mi atención y ya no pude meter la llave en el cerrojo de la puerta. En verdad me había tomado muy por sorpresa su pregunta.

—¿Que dices?... Claro que te quiero, enana —le sonreí con dulzura. Deje de mirarle para abrir la puerta—. Te quiero mucho —encendí la luz para luego mirarle con ternura.