Habían pasado dos días desde que Karin comenzó a seguir a aquellos ninjas, y cuando finalmente logro seguir el rastro de chakra de Gaara, inmediatamente decidió adelantarlos por la noche, pues descansar no estaba en sus planes, era más rápida y la desesperación por encontrarlo la impulsaba a avanzar sin detenerse. Cuando se acercó mas logro reconocerlo casi al instante debido las incontables veces que lo había tenido cerca, esa energía única que había aprendido a identificar incluso con su ojo vendado y su falta de habilidades sensoriales.
Sin embargo, a medida que se acercaba, los pensamientos oscuros de Eruna se hacían más presentes, siempre encontraba una forma de sentir que retrocedía en su control.
"¿Realmente crees que sigue vivo? Es inútil, Karin. Siempre llegas tarde. Él ya está muerto, y es tu culpa."
"Qué patético" escucho una voz lejana, un susurro que no logro reconocer.
Miro a su alrededor, pero se encontraba totalmente sola.
La voz comenzo a resonar mas fuerte, como un eco hiriente en su mente. Karin intentó ignorarla, pero las dudas comenzaban a enredarse con sus pensamientos, seguía siendo débil ante las manipulaciones mentales.
Finalmente, al llegar al lugar donde el chakra de Gaara se intensificaba, Eruna atacó con más fuerza.
"Escucha ese silencio... sus gritos se apagaron. Fallaste, como siempre. ¿Qué clase de arma no puede salvar a lo único que le importa?"
Karin apretó los dientes, clavando sus uñas en las palmas de sus manos. Necesitaba pensar con claridad. Cerró los ojos por un momento, intentando sofocar aquella voz, y se obligó a avanzar.
Frente a ella, una enorme roca bloqueaba la entrada a una cueva. Karin se detuvo, jadeando ante el agotamiento, apoyó una mano sobre el suelo. No podía escuchar nada, pero algo dentro de ella le decía que Gaara estaba ahí.
Se acercó a ella y la toco, pero no sucedió nada. La toco con ambas manos, pero tampoco sucedió nada. Golpeó la roca con fuerza, frustrada, todos aquellos años temiendo por desintegrar cada cosa que tocaba o siquiera rozaba, como para que ahora que tenía la intención de utilizar su don no funcionara. Presiono fuertemente ambas palmas contra la inmensa roca hasta que entonces, un grito desgarrador rompió el silencio, resonando desde el interior.
Era su voz.
Karin sintió que su cuerpo se paralizaba. No sabía qué estaba ocurriendo ―su Kage le había prohibido investigar sobre Akatsuki y sus métodos―, pero sabía que no era bueno. Un instante después, el grito se desvaneció.
Se dejó caer de rodillas frente a la roca, incapaz de moverse.
"Fallaste de nuevo," susurró Eruna, casi triunfante. "¿Ves? No eres más que una marioneta rota, sin propósito, sin valor."
Las palabras resonaron con fuerza, arrastrándola hacia un abismo de desesperación. Karin bajó la cabeza, dejando que su cabello rubio cubriera su rostro. Pensó en las veces que Gaara había estado allí para ella, incluso cuando nadie más lo estuvo, pensó en cómo él había hecho todo por ayudarla, y ella, una vez más, no había podido hacer nada.
Un ruido a lo lejos rompió el silencio. Levantó la mirada y al girarse vio figuras acercándose, los equipos de Konoha y una anciana de Sunagakure la habían alcanzado. No conocía a nadie, pero un rubio con vestimenta llamativa se encontraba al frente con una expresión desesperada.
Cuando la vieron, los shinobis se detuvieron confusos. La figura arrodillada frente a la roca era desconocida para ellos, pero su presencia los puso en alerta, uno de ellos dio un paso adelante con el ceño fruncido.

ESTÁS LEYENDO
ashes with blood. ⧽ 𝗴𝗮𝗮𝗿𝗮.
Hayran KurguKarin nació con un el don de su madre y desde entonces su libertad fue negada. Permaneció varios años rodeada de personas que solamente querían utilizarla y dañarla, solamente era una de las armas de su aldea, no tenía sentimientos, no tenía pensami...