El día comenzaba tranquilo, pero Jungkook y Tae sabían que algo especial estaba por suceder. Decidieron hacer una visita a las madres de Jungkook, lo cual se había convertido en una pequeña tradición reciente. Siyeon, la madre de Jungkook, había comenzado a acostumbrarse a la idea de tener a Tae cerca, y aunque aunque se mostraba seria casi todo el tiempo, los gestos de cariño de Siyeon hacia Tae siempre lograban suavizar el ambiente.
— ¡Tus cachorros están cada vez más cerca! — comentó Sua, con una sonrisa amplia mientras acariciaba la cabeza de Tae. — Cada vez me pongo más ansiosa. Espero que nazcan pronto, quiero consentirlos como se debe.
Tae sonrió, ligeramente nervioso, pero también agradecido por la calidez de la mujer. Nunca imaginó que sería recibido con tanto cariño, especialmente por alguien tan importante para Jungkook.
— Seguro serán muy consentidos, — respondió Tae, un tanto tímido, mientras Jungkook, que se encontraba en la cocina charlando con su madre, se acercaba a su lado, sonriendo al ver cómo su mamá consentía a Tae.
Mientras Tae y Sua hablaban sobre los cachorros, Jungkook se unió a la conversación, aunque su mirada estaba un poco distraída. Lo que más le preocupaba era lo que su madre Siyeon había mencionado justo antes: la llegada de su abuela, quien había estado en el extranjero durante tanto tiempo. Había algo en el aire que hacía que todos estuvieran un poco más emocionados, pero Jungkook estaba algo nervioso, pues no solo no había visto a su abuela en mucho tiempo, sino que también ya había formado una familia y quería que ella amara a Taehyung tanto como él lo hacía.
La tarde avanzaba entre bromas y pláticas sobre los futuros nietos, Tae escuchaba a las mamás hablar sobre cómo sería su vida una vez llegaran los cachorros, y cómo se sentían tan felices y nerviosas por la llegada del momento. La emoción estaba en el aire.
De repente, el sonido de un coche frenando afuera de la casa alertó a todos. No era extraño, pero la llegada inesperada de alguien nunca dejaba de causar curiosidad.
— ¿Quién será? — comentó Siyeon, mirando hacia la ventana mientras se levantaba con rapidez.
Fue cuando la puerta se abrió y una figura familiar apareció en el umbral. Era la abuela de Jungkook, Jeon Hyejin, quien había regresado después de tanto tiempo en el extranjero. Su presencia era imponente, aunque siempre había sido un pilar importante en la vida de Jungkook.
— ¡Abuela! — exclamó Jungkook al ver a la alfa entrar, su rostro iluminado por una sonrisa cálida, a pesar de la mezcla de emociones que sentía. Tae, aunque nervioso por la visita, se sintió agradecido por la calidez con la que siempre lo recibían.
— Oh, Tae, querido, cuánto me alegra verte, — dijo Hyejin, con una sonrisa, avanzando para abrazarlo con suavidad. — Casi me vuelvo loca al saber que mi nieto tiene pareja y que pronto traerían al mundo a mis bisnietos, imposible que no este aquí para recibirlos. Mi Jungkook está tan preocupado por todo, pero no me importa, quiero ver a esos pequeñitos.
Tae, tocado por su amabilidad, le sonrió. Se sentia tan cercana a esta mujer, además sabía lo importante que era su abuela para su alfa y en cierto modo le recordaba a su abuelita. Aunque no todo era tan simple, el momento se sentía cómodo.
— Seguro que todo estará bien, señora Hyejin,— respondió Tae con timidez, aún asimilando los nuevos lazos familiares que se formaban.
A medida que la tarde continuaba, Hyejin no dejaba de consentir a Tae, hablándole sobre cómo pensaba mimar a los cachorros con todos los regalos que ya había comprado, mientras las madres de Jungkook se sumían en una charla sobre cómo serían los primeros días tras el nacimiento. Era un ambiente cálido, lleno de bromas sobre la llegada de los cachorros, aunque no pudieron evitar hablar sobre lo mucho que Tae había cambiado la vida de Jungkook. Las tres mujeres estaban encantadas con su relación, pero más aún con la llegada de los nuevos integrantes de la familia.
Sin embargo, el ambiente relajado se desvaneció abruptamente cuando el sonido de un coche llegó nuevamente, esta vez más fuerte y con una presencia que parecía fuera de lugar.
Jungkook se tensó. Tae también lo notó, y su cuerpo reaccionó instintivamente a la incomodidad palpable en el aire. El sonido de la puerta abriéndose con fuerza fue lo siguiente que se oyó.
— ¿Qué pasa? — preguntó Hyejin, sorprendida por el cambio repentino en el ambiente.
Jungkook miró a Tae con una expresión seria y preocupada. Sabía lo que significaba esa llegada.
— Es él... — murmuró Jungkook, sin desviar la mirada.
✨hope and gleam✨
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the fate of omega (Kookv)
FanfictionTaehyung, un joven serio y reservado que creció con su abuela, sin recuerdos claros de su infancia ni de sus padres. Jungkook, un alfa arrogante y coqueto que odia a los omegas. ¿Qué pasará cuando se encuentren? ¿Podrán sus personalidades llevarlos...