Mi maestro, Mi estudiante.

Capítulo IV

-Bulma cariño, ¿Nos vas a acompañar?- preguntó Yamcha dudoso

-Si... eso creo- respondí desganada

-Fantástico- comento besandome en la boca suavemente

-¿Cómo dices que se llama el lugar?- pregunté cuando nos separamos de aquel beso

-Mause Bonth-

-Pero Yamcha no entiendo porque quieres viajar al otro lado del mundo para ir a un antro que ni siquiera sabes si es tan bueno como dicen- mencione para ver si cambiaba de opinión.

-Ya te dije amor... es una sorpresa- sin mas emprendimos camino al dichoso bar.

Como todo adolescente con fortuna que lucir, decidimos rentar una limusina Hummer y es que era una noche especial o almenos eso dijo Yamcha.
Sin previo aviso llegamos y me percate que mi novio estaba todo el tiempo mirando su celular, decidí restarle importancia. El chofer nos abrió la puerta mientras bajábamos con estilo, me percate que muchas personas se nos quedaban observando y unos cuantos susurrando o tratando de coquetearme pero olvidaban el pequeño detalle de que yo ya estaba acompañada por Yamcha mi novio.
Tal vez no fue buena idea el de vestirme con un diminuto vestido rojo entallado a mi cuerpo, el por su parte llevaba un smoquin con camisa blanca y un moño negro, peracia un chambelán.

Una vez que ingresamos me di cuenta que el bar valía la pena, música por donde quier a un volumen altísimo, una barra al fondo muy extensa con mesas al fondo, piel era de lo que estaban hechos los asientos. Personas bailando alrededor y un Dj que trataba de lucirse.

-Ven vamos a bailar- dijo jalando mi mano llevándome al centro de la pista para bailar

Después de un tiempo se alejo diciendo que tenia que apartar una mesa, minutos pasaron para que regresara por mi y me llevará a una mesa.

-¿Qué quieres tomar?-

-Tiramisú por favor...- respondí

-Ya vuelvo nena...- caminando entre la multitud se fue

Paso un determinado tiempo para sentir como tapaban mis ojos.

-Adivina ¿Quién soy?- pregunto una voz que se me hacia conocida

-¿Goku...?-prengunte dudosa a equivocarme

-¡Si! Hola hermanita- comento seguido de un abrazo fuerte. Una vez separados vi que también estaba Milk alado de Yamcha con bebidas en las manos

-Chicos ¿Qué hacen aquí?- asombrada vi que mi novio me mando una cara de complicidad y supe ahí que fue un plan suyo.

-Bulma ven mejor vamos a bailar...-hablo Milk tomando mi brazo

-Si vamos...- dijo mi hermano llevándose a Yamcha una vez dejando las bebidas

Casi dos horas seguidas pasamos bailando, el antro estaba en la mejor de las noches.

-Voy a la mesa- susurro en mi oído Yamcha, solo atine a asentir

Segundos fueron los que pasaron para ver como un hombre sacaba del bar a Yamcha.

-¿Qué esta pasando?- mencione al mesero que sujetaba a mi novio que se estaba quejando de dolor

-¿Quién es usted? - pregunto el hombre

-Soy novia del sujeto que esta arrastrando- dije sin pudor alguno

-Entonces también tendrá que acompañarme- comento sujetando mi brazo fuertemente

-¡Hey! Suelteme- grite fastidiando con mi voz al mesero

De pronto Milk y Goku se acercaron para después recibir el mismo trato que nosotros. Una vez a fuera nos soltaron, pero yo no me iba a quedar callada.

-¡Hey imbesiles! Vengan aqui... ¡ustedes no saben quien soy o que!- una variedad de insultos salieron de mi boca -¡Estupidos ya verán!- pero recuerdo rápidamente que Yamcha estaba herido, volteo para ver como mi amiga y mi hermano sujetanban a mi novio para que este no cayera.

-Yamcha ¿Estas bien? ¿Que te hicieron?- pregunte acercandome con cuidado al tocarlo

-Si... tranquila no fue nada-era mentira pero decidí no precionarlo más.

-¡Esos Imbesiles!- grite nuevamente y me di cuenta como unas personas se iban del lugar. Sonreí ante aquello pues sabia que era por mi causa, ya que no dejaba de gritar.

Pero mejor nos fuimos a la limusina para llevar a Yamcha al hospital. En el camino nos contó que sucedió y yo no podía creer lo que era la gente capaz de hacer por estúpidas amistades. Al día siguiente regresamos pues como ya era noche preferimos dormir en un hotel.

-Hijita ya volvieron... que alegría- saludo mi mamá alegre. Pero no estaba de ánimos por lo cual la salude e invente de excusa que no había descansado bien para irme lo mas pronto posible a mi habitación.