Mi maestro, Mi estudiante.

Capítulo XXIV

-No comprendo ¿Por qué le sorprende?- Respondí con lo primero que se me vino a la mente, pues en verdad si lo había estado evitando y trate de hacerme la desentendida como si no me importase que no nos vimos hace días

-Bueno, es más que obvio que me ah estado evitando cada que vengó aquí... ¡Oh! ¿Acaso planea negarlo?-

-No se... porque llegó a tal acusación hacia mi persona Sr. Ouji- Conteste dejándome ver como la víctima de la historia

-Pensé haber dejado más que claro el punto de no llamarme por usted- Hablo con ironía de ofendido

-Señor Ouji, podría concentrarse en lo que es la prioridad en este momento. Los robots no se construirán por si solos- Dije al notar que no tenia sentido esta absurda conversación aparte de que entre mas rápido me librara de él, mas rápido podría tener menos problemas con Yamcha

-Como sea- Finalizo desinteresado

-Por aquí- Empecé a dirigirlo a mi laboratorio para hablar en privado ya que temía que mi madre lo interrumpiera o lo acosara como solía hacerlo cada vez que venia de visita para ver el cargamento de los robots, me era increíble, pero, lo vigilaba por las cámaras de seguridad ya que así podía verificar que no existiese un problema. Todos los días que venia observaba como lo hostigaba mi madre con preguntas, comidas, tes, cafés, etc. Pero lo que no llegaba a comprender era el porque nunca mostraba interés en el proceso de los robots, es mas juraría que solo venia por obligación pero eso era imposible ya que el mismo había insistido en querer venir todos los días, así que no tenia sentido.
-Y ¿Cómo ha ido el proyecto?- pregunto sacándome de mis pensamientos

-Bien, gracias- Respondí aun absorta en mis pensamientos. Una vez dentro del laboratorio, decidí mostrarle los documentos que contenían el progreso, los avances y demás; sentí como al momento de acercarme al escritorio era acorralada en el mueble de madera fina, me percate que Vegeta mantenía sus brazos fijos a los lados sin llegar a tocarme del todo, pero si encerrándome en el escritorio

-Por favor... ¡Apartecé!- Grite desesperada al sentir su aliento golpeando mi cuello. Cuando decidí afrontarlo me voltee bruscamente para empujarlo lo mas lejos posible de mí, pero sentí sus labios golpear con los míos en un beso que no esperaba ni deseaba por lo cual trate de removerme de su cuerpo y al notar que no funcionaba trate de golpearlo lo mas fuerte para que se alejara de mi, pero a cambio sentí como trataba de ingresar su lengua en mi boca para profundizar aquel beso. De pronto siento como el baja su mano tocándome por todo el cuerpo y sobre todo en mi trasero, quede pasmada por su atrevimiento lo cual el aprovecho para ingresar su lengua en mi boca tratando de unirla con la mía.

Mientras el se apoderaba de mi boca decidí que era suficiente y pensé la forma de librarme de él y solo tenia una alternativa -¡Eres un idiota!- Grito después de morderle la lengua y un poco de su labio inferior propinándole una bofetada en la mejilla derecha una vez liberada de sus brazos.

Tuve miedo a que me golpeara ya que me percate como cerraba los puños fuertemente, tanto era mi miedo que me aleje unos pasos y comencé a llorar involuntariamente pues nunca me había gustado o fascinado la idea de que me viesen llorar como a una cría ya que como toda una Briefs tenia orgullo y este no se pisoteara fácilmente por cualquier idiota, por ello trate de retener mis lágrimas.

-Yo... este, lo siento... No fue mi intensión- Menciono tratando de acercarse pero solo me alejaba de él.

-Sólo vete...- Pronuncie seca tratando de no tirar los papeles que pensaba mostrarle al inicio

-¡Hija! ¿Qué sucede? Escuche gritos- Dijo mi padre ingresando al laboratorio. Al principio entre en pánico pues no contaba con que el me viera llorando y un poco desarreglada aparte de que de seguro me sacaría de la jugada de la empresa por lo cual pensé rápido en una excusa para que no me metiera en problemas aparte de que Ouji también saldría beneficiado y no obtendría una demanda de parte de mi padre y/o orden de aprehensión o restricción.

-Ah, nada... Es sólo que había una araña enorme en el techo y el Sr. Ouji la atrapó- Me excuse tratando de oírme lo mas real y natural posible, tratando de limpiarme inútilmente mis lágrimas y rogando a Kami que ojala Vegeta notara la indirecta y me siguiese la corriente.
Primeramente pensé que no me creería ya que mi padre por algo era considerado uno de los hombres mas inteligentes de la Tierra, pero, así como llego la idea esta se esfumo al escuchar sus palabras -Me disculpó por la interrupción, pero, bueno usted comprenderá que con una hija...- Sólo noté como Vegeta asentía la cabeza en afirmación

-Bueno me voy, si necesitas algo princesa, no dudes en hablarme- Comentó yéndose, cerrando la puerta tras él

-¿Por qué hiciste eso?- Preguntó sosteniendo mi brazo que a penas si pude reaccionar. No sabía que decir pues en realidad no tenía en mente del todo porque lo salve de ir aun juicio seguro

-De haber dicho la verdad sólo complicaría las cosas- Respondí recordando que mi padre no me permitiría dejarme a cargo de la empresa, una parte de mi quería estar a cargo de la empresa porque así descansaría mi papá de tanto estrés y trabajo pero, la otra parte de mi le disgustaba la idea de estar encerrada en una oficina tras un escritorio organizando papeles ya que lo mío era la construcción, la robótica.

-En verdad quiero disculparme por lo de hace un momento. No tenía pensado besarte y...- Intentó disculparse pero en mi mente sólo quería borrar aquello

-Sólo olvidalo- Lo interrumpo disgustada

-¡Hmp!- gruño en respuesta

-Mañana le entregaran los documentos de los cambios, gastos, costos, matrículas de los robots y usted podrá ver...- Dije

-¿Entregarán? Otra vez me vas a esquivar- Como todo un impertinente habló con algo de ego

-Por lo que comprobé hoy, es más que suficiente que no quiero estar cerca de usted y aunque sea mi profesor no dejaré que se aproveche de eso- Aclaró sin emoción alguna

-Creí "Que lo olvidaríamos"- Habló usando la oración que anteriormente utilice con él.
Si de algo estaba segura era que mi padre sospecharía si dejaba de hablarle así por así a Vegeta por ello reconsidere el hablarle y verlo mañana

-Creame que lo último que quiero es estar cerca de un sujeto como usted- Comente esperando ver su reacción

-El trabajo... ¿Ya sabes quienes son tu equipo?- No entendí porque me decía eso ahora

-No, y no comprendo porque pregunta eso ahora...- Respondí dudosa pero al final me decidí por comentar lo que pasaba por mi cabeza

-Sólo trató de calmar la intensidad del ambiente... Leí que cambiar drásticamente los temas bajan la tensión de las situaciones- La verdad es que no le creí y pensé que probablemente traía algo entre manos pero decidí no tomarle importancia ya que al final de cuentas recordé que Goku ya no me había recordado que preguntáramos por el trabajo de equipo y bueno honestamente lo último que quería era pensar en la escuela.

-Sr. Ouji... Le veo mañana- Mencioné tomando como decisión verlo para acabar más rápido la relación que teníamos. Quería reírme de su rostro pues al parecer le sorprendió mis palabras, por un momento olvide que me había besado a la fuerza pero me mostré neutral para que no notara mi sonrisa. Pienso que sí no se hubiese comportado como un idiota desde un inició nos haríamos grandes amigos aunque sería extraño sabiendo que el es mi maestro y yo su estudiante.
De pronto recuerdo como si hubiese sido un flash, mi hermano había dicho que me tomara la oportunidad de conocerlo y creó que debería hacerlo; ¡No! es un tarado ¿Por qué debería hacerme amiga del idiota que casi me forzó a besarlo? Tal vez me hubiese violado si no llegaba a detenerlo. Me percate que estaba sumido en sus pensamientos como si quisiera decir algo, no le tome importancia

-De acuerdo- Observé como se fue de la habitación. Volví a mi trabajo

-Hija... Quiero hablar contigo- Ordenó mi padre entrando a mi laboratorio

-¿Qué sucede papá?- pregunté extrañada de su actitud

-Quiero saber que fue lo que sucedió para que llorarás- su mirada se poso junto a la mía quedándome muda

-¡Ah! Papá... ya te dije que...- Pero fui interrumpida por sus bruscas palabras

-¡No Mientas! ¿Qué fue lo que sucedió?¿Acaso encubres al joven Ouji? ¡El te hizo algo!- No cabía duda que mi padre estaba furioso y que era muy inteligente al descubrir y/o casi descubrir la verdad.
No sabía que responder ante ello, pero tenía que contestar rápido o sospecharía más.

-Lo que sucedió fue que...-