Capítulo X

2.5K 186 12
                                    

Empecé con mi rutina de clases pero lo que me molestaba es que no podía apartar la vista de la mocosa y por lo visto ella tampoco de mí, mi ego creció un poco al ver que me sonrió, por ello no me pude resistir para devolverle una de mis sonrisas curvadas que cualquier mujer ahnelaba que le diera.
La mire mas y pude divisar que ella como yo esperaba que cometiera un error para echarle en cara del error que cometieramos. Para su desgracia ella no sabia que yo tenia unos grandes dotes de inteligencia de cuales presumir por ello Sonreí al ver su cara de asombro por mi forma astuta de hablar de Física, sobretodo con la fórmula que eh de comentar que muchos que trataron de enseñarmela fueron unos incompetentes ya que se equivocaban al decir la fórmula o cambiaban el orden o las letras. Por ello decidí estudiar por mi propia cuenta y así encontrar información más valiosa que los imbesiles de maestros que tuve, no sabían de esta información.

Me di cuenta que en todo momento pensaba en esa chiquilla por lo cual decidí dictar el tema para después explicarlo. Mientras dictaba observaba a la mocosa disimuladamente, su piel blanca con ojos azules y unos labios rojizos cuya vestimenta eran un short que dejaba ver aun mas sus piernas y una blusa color vainilla que hacia resaltar aun mas su belleza, pero lo que me dejaba impactado era su ¿cabello azul? Tal vez un tinte raro pero se le veía fabuloso por sus ojos, recordandome al mar.

Una vez dicho el dictado me dispuse a explicar brevemente lo dictado, fue en ese momento que sentí su mirada pero despues la aparto, desilusionado seguí hablando. Hasta que decidí preguntar algo para llegar saber su grado de inteligencia.

-Alguien me podría decir ¿Cúal es la fórmula de el volumen de un prisma de una caja?- pregunté sin animos pues estaba acostumbrado a que no me respondieran, pero me contradije al ver como una mano se levanto, sorprendido le otorge la palabra

-Si... niña azulada- dije con burla al recordar su cabello. Se enojo por mi forma de dirijirme a ella y eso era algo que me esta gustando hacer últimamente.

-Es... V caja = Área de la base . Altura = A base . h

Incrédulo era como estaba al saber que estaba correcta su respuesta y vi como la desgraciada sonrió

-Bien...- fue la primera palabra que salio de mi boca al no saber que decir, era cierto, jamás me habían respondido y no estaba acostumbrado a felicitar o agradecer a alguien por responder.
Siguió el transcurso de la clase y por cada pregunta que hacia, la mocosa respondia sin dificultad y no sabiendo que decir, preferí seguir diciendo "Bien" pero eso no apartaba el echo de que estuviera incómodo cada vez que decia la estúpida palabra. Y me percate que la chica lo hacía por lo mismo, para fastidiarme. Pensaba cobrarle cada uno de los ridículos que pasaba a causa de ella.

Finalizó la hora, agradecí por ello, pero en el momento de guardar mis cosas un grupo de mocosas se me acerco acosandome y preguntándome tonterías. "¿Qué edad tiene profesor?" "Luce muy apuesto maestro" "¿Cree que podría explicarme el tema...? Es que no entendí del todo" "¿Quiere que lo acompañemos a la cafetería?"
Malditas ingenuas pensé.

¿No se porqué? Pero me dio curiosidad ver donde estaba la mujer y observe como un tarado se le acercaba y segundos pasaron para que el mocoso se arrodillará y ella lo besará... Me sentí traicionado, sabia que no éramos nada pero no lo pude evitar, ese sentimiento de ¿Celos? Hablo por mí.

-¡HEY! Ustedes dos... ¡separensé!- Grité con enojo y sabiendo que como maestro tenia mas que una excusa para separarlos.
El imbesil me dedicó su peor mirada pero lo ignoré, había algo en ese idiota que me hacia pensar ¿Quién era?

-Quiero hablar con usted a solas- Me fije en ella dándoles a entender que quiería hablar a solas.
Y aunque me molesto el echo de que la mujer se acercara y le susurraba quien sabe qué al tarado, me autocontrolé pero eso no evito recibir su peor gesto por parte del idiota.
Una vez que se fue me acerque a la puerta para colocarle seguro ya que me fastidiaba cuando me interrumpían, seguido de eso, me acerque a la muchacha aprovechando que estábamos solos.

-¿Qué necesita maestro?- preguntó serena

-¿Yo? Mas bien tú... no recuerdas la caída que me diste hace dos horas- sonriendo me acerque a la mujer para verle mas cerca sus ojos que me estaban empezando a cautivar, note que estaba nerviosa debido a mi cercanía lo cual disfruté por ello.

-Sobre eso... este yo... quería... aamm... - tartamudeaba al hablar y observe que un sonrojo se apodero de su hermoso rostro

-¿Tú querias...?- pregunto inocentemente

-Disculparme... no fue muy amable de mi parte el haberlo tratado como lo hice pero es que usted tampoco fue toda una maravilla conmigo...- se disculpo reprochandome al final

-Yo... solo... quería darte esto...- recordando el motivo del porque la charla saque su celular de mi saco, no sabiendo que decir por la disculpa

-Gracias...- me agradeció alejándose un poco de mí

-También quería advertirte que no tolero que mis estudiantes se besuqueen en mi aula- Le advertí recordando el beso que le dio a la sabandija

-Yo... lo... siento...- Al momento que bajo la mirada me sentí como su dueño por el simple echo de controlar su vida, se veía tan frajil e inocente que pose mis dedos en su barbilla para levantarla suavemente.

-Perdón... no fue ni intención gritarte aya afuera... pero me retrasabas- le ¿explique? pidiéndole ¿Perdón?-¿Es tu novio?- pregunte con miedo a saber la verdad

-Em... si...- afirmó tomando distancia otra vez llevándose mis esperanzas para que negara

-No te quiero ver cerca de él... ¿entendido?- le ordene con prepotencia

-Vegeta... no crees que estas exagerando- me dijo con confianza al pronunciar mi nombre

-¡No! Alejate de él... y es una Orden mocosa- hablé con autoridad y derecho a su vida

-¡BULMA! Me llamo Bul-ma.. no mocosa, ni azulada- me recriminó recordandome las formas que le había llamado

-Y yo soy tu profesor por lo cual no me llames Vegeta...- viendo que era lo único que pude decir me defendí. Esperaba un grito por parte de ella pero la maldita interrupción de mi celular nos saco del momento. Con enojo saque mi celular y divisar en la pantalla quien rayos interrumpía dándome a ver que era mi padre, haciéndole recordar a mi memoria las veces del casamiento y las amenazas a mis conocidos.

-¿Qué quieres?- pregunte con molestia

-Hola padre, estoy bien gracias... no te preocupes. Bueno solo llamaba para decirte que quiero un contrato con la empresa de la Corp. Cap. Aprovechando que estas en la capital del Este, te hice una cita con el Dr. Briefs.

-¿A las ocho o nueve? - pregunto ya que normalmente esas eran las horas que se hacían las citas

-Alas 13:45 pm ya que siempre esta ocupado el Dr. Es mas recomendable esa hora...

-Okey... pero nada mas avisame en donde...- respondí absorto en la llamada

-Y conformé a la boda estab...

Fue lo último que escuche antes de colgar y volver a dirigirme a la chiquilla.
Al ver que no estaba, me frustre un poco pues si no hubiera sido por el viejo todavía estaría con ella y tal vez solo tal vez a punto de llevarla a mi cama. Rápidamente deshice esos pensamientos inapropiados de mi cabeza ¡POR DIOS ES MI ALUMNA! Me regañe a mi mismo por pensar así de mi estudiante pero no podía evitarlo era hermosa con ese rostro sonrojado y piel blanca como la misma nieve.
¡QUE ESTUPIDEZ! debo dejar de pensar en eso... ¡Diablos! Apenas si le conozco.

Recogiendo mis cosas me dirigí a la salida sonriendo al recordar su nombre... -Bulma...- suspire involuntariamente al pronunciar su nombre.

Mi maestro, Mi estudiante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora