Capítulo XVII

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Desperté abriendo mis ojos al sentir como una mano viajaba por mi mejilla suavemente de arriba hacia bajo en un ritmo algo lento y tosco. Me sorprendí al ver a Vegeta sonriendo de lado, me aleje un poco pues aunque haya peleado con Yamcha aun le debía respeto pues era mi novio de casi toda la vida y no pensaba serle infiel. El no sé merecía eso, nunca me ha sido infiel él ¿Por qué yo debería serlo con él?

-Buenos días, si ya se encuentra bien por favor retirese...- fui algo brusca con mis palabras pero decidí hacer lo correcto. Me levanté de la cama recordando que en ningún momento me pude cambiar el bikini ni la estorbosa bata de laboratorio.

-Bulma... yo, bueno... me tengo que ir- dijo al visualizar su reloj que colgaba de su muñeca -Me dirías por favor donde esta mi ropa- al recibir su orden salí sin mas de la recámara.
Era algo incómodo estar en un cuarto con él, decidí primero bajar a saludar a mis padres dejando a Vegeta en la habitación.

-¡Buenos días! Papá... y mamá...- salude y de pronto me percate de la hora gracias aun reloj que colgaba de la pared seis en punto
-¡Querida buenos días! Por cierto ¿Cómo se encuentra el joven Ouji?- preguntó mi madre entusiasmada

-Buenos días Bulma... si es cierto ¿Cómo esta el joven?- dijo mi padre con interés observándome

-Bien... de igual manera creo que ya se va...- hable con certeza

-Hija... porque no lo invitas a desayumar con nosotros, puede que tal vez se encuentré un poco desorientado por el golpe- no era pregunta mas bien fue una orden por parte de mi papá

-Si, seria encantador tenerlo con nosotros...- aseguro mi madre

-¡Ah! Es que creo que tiene cosas que hacer y no creo que quiera perder tiempo desayunando con nosotros

-¿Encerio? Y dime ¿Qué crees que tengo que hacer? Porque en lo que a mi respecta no tengo nada en mi agenda para hoy...- me quedé helada al escuchar la voz de Vegeta. Giré mi rostro de inmediato para verlo recargado en el barandal de la puerta

-Creí que ya te ibas a ir... como me preguntaste por tu ropa y viste ru reloj, yo supuse que tenias un día de agenda

-No, no lo tengo aparte de que creo que todavía debemos cerrar el contrato ahora que ya estoy en mis cinco sentidos- comentó sonriendo

-¡Me parece una idea fabulosa!- mi mamá nunca cambiaría

-Si, hija... acompaña al joven Ouji por la ropa que se encuentra en el almacén, tu mamá y yo saldremos a la convención internacional de tecnología, así les da tiempo de hablar del contrato y no tendrán interrupciones

-Esta bien...- respondí sin animó

Vegeta no dijo nada en todo el momento que paso. Mis padres salieron de la casa yéndose a la dichosa convención, mientras Vegeta y yo nos quedamos a desayunar en un pesado silencio.

-Y ¿Cómo te encuentras?- pregunté iniciando una conversación

-Bien... ahora si, dime ¿Quién fue el idiota que me golpeó? Y no quiero mentiras- no sabia si responderle o quedarme callada

-Ah... fue, Yamcha...- me percaté que tenia cara de confusión y supuse a que todavía no sabia el nombre de cada uno del salón
-Mi novio- de aclaré

-Así, que el imbécil que me golpeó fue el insecto de tu novio... y se puede saber ¿Por qué me golpeó?- preguntó enojado con el ceño fruncido

-Este... bueno... el creyó que me ibas a hacer daño y pues... al parecer desde que te vio no le agradastes...- respondí ignorando los insultos dirigidos a mi novio

-El sentimiento el mutuo

-Bueno, lo que quiero decir es que lo hizo por celos...- finalice apenada

-¡Que estupidez! Jamaz te lastimaría...- estaba estática en mi lugar por aquellas palabras que pronuncio mas para él, que para mí

-¡Eh! Sera mejor que desayunemos...- sugerí con rareza

-Quiero la cláusula que te exigí no voy a permitir un envió de robots que tal vez no estén capacitados- estaba un poco fuera de sí, todavía no podía sacar de mi mente sus palabras
"Jamaz te lastimaría..." En lo que a mi respecta no le preste atención a nada después de aquellas tres palabras.

-¿Me estas escuchando?- hablo un poco molesto por no haber puesto atención a su conversación

-¿Ah? Si... esta bien- acepte algo que ni siquiera sabia que era

-¿Estas de acuerdo a que me robes? Oye si no vas a prestar atención, entonces hablame cuando si lo hagas...- digo con brusquedad levantándose de la silla

-¡NO! Espera... lo que pasa es que lo que quería decirte es que yo... acepto la cláusula de que vengas todos los días a supervisar los robots- aclare apenada por mi torpeza

-Muy bien, entonces desde mañana vengo a ver el avance... ¿A que hora tengo que estar aquí?- preguntó formal sentándose

-A las cuatro- respondí indiferente

-Gracias por el desayuno, con permiso me retiro...- dijo tomando rumbo al cuarto de arriba

¡Que tonta! Me regañe mentalmente al recordar que no le había dado su ropa. Rápidamente programe un robot que le enviará su traje a la habitación.
Por lo que note la venda no se la había quitado de la cabeza pero observe que ya no sufría ataques de dolores, eso es bueno pensé.

Nuevamente me llegaron como un recordatorio sus tres palabras " Jamaz te lastimaría..." tal vez solo estaba confundiendo las cosas al final de cuentas cuando hablamos del contrato fue muy directo y persuasivo con ello, me preocupó por nada.
Una hora exactamente paso para que me despidiera de Vegeta y se fuera de la casa.

Estaba en el living viendo la tv hasta que un robot me aviso que alguien había llegado, de inmediato pensé en mis padres o mi hermano pero recordé que Goku regresaría a las once y si hubiesen sido mis padres el robot no me hubiera avisado que era visita.

-Yamcha, ¿Qué haces aquí?- pregunté molesta al llegar a la entrada

-Tenemos que hablar...- esa frase sonó lo mas sería que pudo haber utilizado en toda su vida y entendí que esto era importante.

Mi maestro, Mi estudiante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora