La fiesta de Año Nuevo en la Mansión Wayne era, como siempre, un evento magnífico. El salón estaba repleto de luces brillantes, música elegante y los murmullos de los invitados que esperaban la llegada del nuevo año. Damian Wayne, vestido con un esmoquin perfectamente ajustado, permanecía cerca de ___, quien también se veía espectacular en su atuendo de gala.
Desde el principio de la noche, ambos habían evitado los comentarios curiosos de los demás. Eran jóvenes, pero la conexión entre ellos era innegable, algo que ni siquiera los invitados más atentos podían ignorar.
—Esto es un fastidio–murmuró Damian, ajustando su corbata con un aire de incomodidad.
___ se rió suavemente.
—¿Siempre eres tan encantador en las fiestas?—Solo cuando me obligan a asistir–respondió, pero su mirada suavizó al encontrarse con la de ella–Aunque debo admitir que tu compañía hace que valga la pena.
Ella sonrió, sintiendo el leve rubor que se extendía por sus mejillas. Antes de que pudiera responder, Damian le hizo una señal con la cabeza hacia la salida del salón.
—Ven conmigo. Aquí hay demasiada gente entrometida.
Sin dudarlo, ___ lo siguió. Salieron al amplio jardín trasero de la mansión, donde el aire fresco y la tranquilidad del lugar contrastaban con el bullicio dentro. El cielo nocturno estaba despejado, y los cohetes ya comenzaban a iluminar el horizonte con destellos de colores brillantes.
Damian se detuvo bajo un árbol grande, lejos de las miradas de los demás. Su mirada se suavizó cuando sus ojos se encontraron con los de ___.
—¿Sabes? Esto es mucho mejor.
—¿Escapar de una fiesta? Sí, definitivamente lo es–respondió ella con una sonrisa juguetona.
—No, me refiero a estar contigo–admitió Damian, su voz más baja.
El corazón de ___ latió con fuerza. Había algo en la vulnerabilidad de sus palabras, en el brillo de sus ojos bajo la luz de los fuegos artificiales, que hizo que todo a su alrededor se desvaneciera.
—Damian...–susurró, pero él no la dejó continuar.
—Lo digo en serio, ___. Tú... haces que todo sea diferente. Mejor.
Sin pensarlo dos veces, Damian dio un paso hacia ella, acortando la distancia entre ambos. Las explosiones de los fuegos artificiales llenaron el cielo justo en ese momento, pintando el jardín con tonos vibrantes. Con delicadeza, Damian se inclinó hacia ella y rozó sus labios con los de ___.
El beso fue suave y tímido al principio, pero cargado de la emoción que ambos habían contenido durante tanto tiempo. Fue breve, pero lo suficiente para que el tiempo pareciera detenerse para ellos. Cuando se separaron, los ojos de Damian brillaban con algo más que la luz de los cohetes.
—Feliz Año Nuevo, ___–dijo en voz baja, su tono lleno de sinceridad.
Ella sonrió, incapaz de ocultar su felicidad.
—Feliz Año Nuevo, Damian.
Desde la distancia, el eco de los vítores y celebraciones llegaba desde la mansión, pero para ellos, esa noche ya había alcanzado su punto culminante perfecto.
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One Shots Batfamily Vol.3
FanficHistorias basadas en mi imaginación, películas o series sobre los chicos de Ciudad Gótica