FUEGO Y DESEO: EL DRAGÓN DOMINANTE (V+18P)

CAPITULO 42

Ángel: Con su respiración acelerada, se siente completamente agotado. Sus manos temblorosas lo delatan. ¿Por qué tardaron tanto?

Pete: Le pasa la mano por la espalda con suavidad, notando el sudor en su piel. Estaba terminando de darle de comer a mis hijos. Frunce el ceño al ver cómo Ángel está tan agitado. Dios, estás sudando, siento tu aroma de miedo. Respira, tranquilo... Le acaricia el cuello, intentando calmarlo.

Ángel: Suspira pesadamente, su ansiedad apoderándose de él. ¿Cómo me pides que me calme? Ya se me bajó la presión, pero... Cierra los ojos, temblando un poco. Mejor abrázame, Pete... Baja la voz, casi rogando. Libera tus feromonas para calmarme, por favor.

Khum: Desde la puerta, su voz llena de energía irrumpe en la sala, como un destello de luz. ¡Permiso, permiso! ¡Ya llegó la celebridad del momento!

Ángel: Levanta la cabeza, viendo a Khum entrar con su característico entusiasmo. ¡Khum! Sonríe débilmente. Gracias por estar conmigo... Pero ¿por qué tardaron tanto?

Khum: Se acerca, lanzando una mirada juguetona. Las celebridades siempre nos demoramos. Se ríe mientras observa a Ángel, notando lo sudoroso que está. Niño, ¿qué te pasa? Estás sudando como puerquito, Ángel.

Ángel: Suspira profundamente, mientras se siente abrumado por la presión. Hoy tenemos conferencia de prensa, y todos los modelos estarán aquí. Los periodistas no dejarán de hacer preguntas, y yo... no sé qué decir. Su voz se quiebra por un momento. He estado practicando, pero no sé si puedo hacerlo. Tengo miedo... Y necesito a mis amigos, no me dejes de abrazar, Pete, o te muerdo.

Pete: Abraza a Ángel más fuerte, liberando sus feromonas calmantes, dejando que su energía lo envuelva. Tranquilo, respira... Lo murmura suavemente, sintiendo el miedo de Ángel en sus palabras. Recuerda todo lo que aprendiste, todo lo que sabes. Tú puedes, Ángel, estamos aquí para ti.

Khum: Se acerca con una sonrisa cálida y le pone una pulsera en la muñeca de Ángel. Toma, te regalo mi pulsera de la suerte. Sé que lo harás bien, mi querido amigo. Lo mira fijamente, sus ojos llenos de confianza. Aquí estamos para apoyarte, siempre.

Ángel: Siente el alivio al sentir el abrazo de Pete y la calidez de Khum, aunque el miedo aún esté presente. Mira la pulsera con una pequeña sonrisa. Gracias... Respira profundo, asimilando las palabras de apoyo. Gracias por no dejarme solo. Sé que lo haré bien... Susurra para sí mismo, más seguro de lo que acaba de decir. Lo haré bien. Luego, con una ligera sonrisa traviesa, se voltea hacia ellos. Oye, ¿por qué no se inscriben los dos al concurso también?

Khum: Ríe con suavidad, sacudiendo la cabeza. No, niño. Se cruza de brazos, sonriendo de manera juguetona. Yo paso, ¡esos reflectores me siguen mucho! Y yo no quiero eclipsar tu momento

Ángel:  Mira a Pete con una sonrisa cómplice. A Pete ¿Y tú, qué dices? ¿Te animas?

Pete: Se ríe y hace una mueca de incredulidad. No, gracias. Pone una mano en el pecho, fingiendo preocupación. No me vería bien desfilando en poca ropa.

Khum: Ríe ruidosamente, con una risa contagiosa. ¡Exacto! Hace un gesto dramático con las manos. Si Vegas te ve en calzones, le da un paro cardíaco y adiós Vegas. Se toma un momento, respirando profundamente y riendo mientras lo imagina.

Ángel: Hace una pausa, sonriendo de manera juguetona. Aunque no estaría nada mal verlos de modelos también.

Una hora después...