FUEGO Y DESEO: EL DRAGÓN DOMINANTE (V+18P)

CAPITULO 36

DOS DÍAS DESPUÉS

JAZMÍN: (con una sonrisa mientras organiza algunos papeles) Gracias, pequeño, por ayudarme con estos documentos. Es un placer tenerte aquí trabajando conmigo, pero no quiero que descuides tus estudios.

EDUARDO: (riendo suavemente) No te preocupes, mami. Eres igual que Felipe, siempre preocupándote por mí. ¿Sabes qué? Te voy a llamar "Mamá Jazmín". Me encanta ayudarte, hermanita. Por cierto, mira, Valentino me mandó una foto de su ecografía. Ahora están en la consulta, están tan felices.

JAZMÍN: (mirando la foto y sonriendo) Qué hermoso. Valentino debe estar en las nubes.

EDUARDO: (bromeando) Sí, pobre Lorenzo anoche terminó haciendo pizzas para todos. ¡Creo que nunca va a olvidar ese día!

JAZMÍN: (riendo) Lorenzo es un muchacho muy bueno, siempre está dispuesto a ayudar.

EDUARDO: (asintiendo) Por cierto, Ángel está muy emocionado porque está a punto de lanzar su nuevo perfume junto a su mamá. Sale él en la portada, ¿puedes creerlo?

JAZMÍN: (orgullosa) Sí, está feliz, ese muchacho no deja de sorprendernos.

EDUARDO: (sonriendo ampliamente) ¿Y cómo no va a estar feliz? Tiene dos alfas que lo aman con locura y a Gabrielito, que es su mayor orgullo.

JAZMÍN: (con ternura) Mi niño, si en algún momento necesitas hablar o desahogarte, ya sabes que siempre estoy aquí para ti.

EDUARDO: (tocando su brazo con gratitud) Lo sé, hermanita. Gracias, de verdad. Eres un apoyo muy importante para mí.

ORLANDO: (entrando con unos documentos en la mano) Jaz, aquí están los planos. Todas las oficinas tienen el mismo tamaño para que no terminemos peleando. Solo que estoy pensando en que las puertas lleven un logo que nos identifique. Margot me mandó una foto con una idea. Luego te la paso.

JAZMÍN: (tomando los documentos) Perfecto, me parece una excelente idea. Así evitamos problemas.

ORLANDO: (dirigiéndose a Eduardo) Hola, Eduardo.

EDUARDO: (con una sonrisa) Señor Orlando, me gusta mucho su idea del logo. Algo único siempre deja una buena impresión.

ORLANDO: (asintiendo) Sí, algo bonito y distintivo será ideal. Bueno, me retiro, voy a ver a Alexander. Está más enojado que nunca; su oficina está que arde.

JAZMÍN: (alzando una ceja) ¿Otra vez? ¿Y ahora qué le pasó?

ORLANDO: (encogiéndose de hombros) Quién sabe... pero está raro, incluso para él. Nos vemos después.

EDUARDO: (mirando a Jazmín con curiosidad) ¿Crees que sea algo grave?

JAZMÍN: (suspirando) Con Alexander nunca se sabe. Podría ser cualquier cosa... o todo al mismo tiempo.

(Oficina de Alexander, un caos total, papeles y objetos desordenados por toda la habitación)

TIME: (con calma, apoyado en el escritorio) Tranquilo, Alexander, cálmate.

ALEXANDER: (gritando, completamente furioso) ¿¡Cómo quieres que me calme, Time!? ¿Viste cómo Eduardo le bailó a Kim? ¡Le movió el maldito trasero a ese estúpido mocoso!

TIME: (con una sonrisa burlona) Tú también eres un mocoso, Alex.

ALEXANDER: (mirándolo con incredulidad) ¿¡Eres mi amigo o mi enemigo!?

TIME: (riendo, pero manteniendo su postura relajada) Soy tu amigo, claro. Por eso te digo que te calmes. Mira, Alex, eres menor que todos nosotros, pero siempre actúas como si fueras el mayor. Relájate un poco, ¿sí?