Volumen 7: Noblesse Oblige Acto 8

34 6 10
                                    

Año imperial 1082, 18 años después...

Tras terminar de contar la historia Narciso procede a inhalar otra bocanada de opio justo a la puerta del estudio de su hermano.

—Al final tu Padre solo no te eligió por mala suerte, del mismo modo el hecho de que yo te haya salvado después fue simplemente un capricho mío y del destino —Responde el hombre —¿Ya te sientes mejor?

—Ya ni siquiera sé que debería sentir, todo lo que sé es que no perdonare a ese hombre, sin importar que... —Reclama Enrique.

—¿Pero que podrás hacer contra él?, recuerda que a sus ojos no eres más que una mota de polvo.

—Igualmente quiero intentarlo, aunque sea inútil, no me sentiré conforme hasta haberlo hecho...

Ante esas palabras una expresión sombría se dibuja en Narciso, quien rápidamente toma una larga bocanada de opio, a la par que alrededor de su cuerpo una a una las heridas de Enrique empiezan a curarse.

—Tío, ¿Porque...?

—¿Por qué?, en estos momentos... estoy muy drogado... —Responde el hombre con una ligera risa —Por lo que estoy más que dispuesto a intentar algo loco...

—Pero si mi padre te descubre...

—Descuida, Astrologos está muy distraído en estos momentos haciendo cosas de su territorio —Señala Narciso.

—¿Esta ocupado?, ¿Cómo lo sabes? — pregunta el joven.

—¿Cómo lo sé...?, Porque estoy frente a él en estos momentos —Señala a la par que se puede ver como en estos momentos Narciso se encuentra en dos lugares simultáneamente.

—Narciso, ¿Por qué sigues aquí? —Reclama Astrologos

—Creí haberte dicho, estoy para asegurarme de que mi sobrina no se muera por sus heridas —Responde el hombre.

—No, me refiero a ¿Qué haces en mi estudio específicamente?, y, ¿Estas drogado? —Pregunta el hombre.

—Estoy en mi tiempo libre...

—Como sea..., Si te importa tanto Frieda porque no entras a la bóveda demoniaca...

—¿Cómo sabes que no estoy ya ahí dentro? —Señala el hombre a la par que se ve como además de los otros dos hay un 3er Narciso dentro de la bóveda

Ante él, observa como Frieda en estos momentos se encontraba arrodillada frente a una imponente jaula de la que emergen la sangre y aullidos en pena de docenas de demonios flagelados.

Sus ojos se habían oscurecido y venas negras empezaron a poblar todo su cuerpo...

—A este paso es probable que sea consumida por la energía demoniaca antes de lo que se estimó, ¿seguro que no quieres detener esto? Aun estas a tiempo...

—No, Sacare a mi hermana de ahí, no me importa lo que mi padre tenga que decir —Exclama Enrique.

—Frieda es el mejor recipiente que he desarrollado... —Señala Astrologos Liberando un ligero suspiro — cuando veas que su cuerpo esté a punto de ceder ante el poder demoniaco sácala de la bóveda, todavía me es más útil viva.

—Entendido hermano.

Con su confirmación Narciso dentro de la bóveda procede a acercarse a la joven, notando como en estos momentos su cuerpo había mutado, manifestando múltiples globos oculares a lo largo de sus brazos y espalda

—Que intrigante... sobrina, creo que ya es suficiente, no tienes que arriesgarte tanto —Clama Narciso a un lado de Frieda.

—No..., prometí a mi padre darle resultados, yo tengo que protegerlo o si no, nadie más lo hará... —Espeta la joven con una sonrisa psicótica —Debo darle resultados, debo hacer que mi padre vea que este poder es peligroso, debe entender que nunca podrá controlarlo, debo hacerlo ver...

El Coleccionista de lo Perturbador (Hana no Zenchō 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora