Y aquí estoy yo, pensando -como de costumbre- en muchas cosas.
Las cuales, muchas, sin sentido alguno.Empezando el día acatarrada.
Como era de imaginar, pisar el agua helada de un mar.
Estar a 21⁰ en esa mágica cuidad, y volver a la nuestra natal a escasos 5⁰, no era nada nuevo para mí.
Sabía que iba a enfermar.
Y aquí estoy yo, pensando en que hoy -por obligación- rompí el contacto 0 con mi flotador.
No me malinterpreten, sigo pensando que ya no necesito ese flotador, pero puesto que no he dicho su nombre en todo este tiempo, no lo voy a hacer ahora.
Así que, así quedó bautizado, como mi flotador.
Como iba diciendo, por cuestiones ajenas a mí, pero al ser yo la única de todo el barrio, que tiene su contacto, tuve que hablarle.
Le hablé seca, y sin intención de seguir una conversación.
<Seco y claro fue mi mensaje>.
Lo que me sorprendió es que al segundo ya me estaba contestando, y alargando una conversación la cual yo no quería seguir, pero simplemente por ser amable, le seguía contestando de una forma bastante fría.
Esto ya no me preocupa tanto, como hace cuestión de un mes, pero si que me sorprendió el echo de que me contestase al milisegundo cada mensaje enviado.
Cuando anteriormente pasaban minutos, incluso horas para tener una respuesta.
Pero por mi parte, ahí quedó la conversación, lo veremos ya que tiene pendiente un mensaje mío.
Y aquí estoy yo, recordando mi consulta psicológica de ayer.
La primera del año, y ahora ya van todas seguidas, ya que me dieron de descanso el mes completo de diciembre, como si de unas mini vacaciones de salud mental se tratase.
Odio la salud mental de la seguridad social, te dan citas cada vez que pueden -ya que no hay psicólogos suficientes en esta-, y para colmo, te hacen esperar en esa sala fría de alma, pero caliente en cuanto a corporal me refiero.
<No pueden pedir a una persona con ansiedad, que tenga calma>.
Tras esperar casi una hora en esa sala ya conocida para mí, entré a ver a esta mujer.
¿Cómo te ha ido la app que te recomendé Ana?- me preguntaba esta mujer.
Horrible, no consigo concentrarme- contesté sinceramente.
A lo que al escuchar mi respuesta, esta ya estaba rebuscando entre su maletín.
Te voy a dar algo más visual, pégalo en tu habitación, y cuando estés a punto de cortarte, míralo y respira contando hasta 10- se explicaba esta mujer mientras me entregaba el folio que tanto le costó encontrar.
Cuando vi esto, me quedé estupefacta.
Stop
Tómate un respiro
Observa
ProcedeEso exactamente es lo que tenía escrito este folio, en el que esta mujer deposita tanta confianza al contrario de mi.
Siento que esto no me va a hacer absolutamente nada, pero por si acaso, ya está colgado en la pared de mi habitación como un rescate, por si algún milagro pueda ocurrir.
Tuvimos una larga y tendida conversación de mi mayor dilema actual, el temible ingreso.
Para mi sorpresa, ella está totalmente en contra -por ahora-, y eso me alivió y sorprendió a partes iguales.
Prefiero que vayas a un grupo de apoyo- eso me sonó a un grupo de alcohólicos anónimos.
Me cuesta mucho abrirme, estoy haciendo un gran esfuerzo para hacerlo con usted, pero ¿Con gente que no conozco de nada?, no gracias- fue mi sincera respuesta un poco resentida.
¿Y que te parece un ingreso de día?¿Has estado alguna vez?- preguntaba esta, mientras observaba mi cara de sorpresa.
Nunca jamás había escuchado algo similar, y al escuchar atentamente la explicación de esta, a lo que significaba este tipo de programas, me quedé asombrada.
Tanto mi humor, como mi cara, tuvieron un repentino cambio.
No sonaba nada mal.
-Podrás conocer gente con historias similares a las tuyas, y podréis apoyaros mutuamente-.
Una vez más, resonaba en mi cabeza "no estamos solos".
Creo que es una buena forma de comenzar, si en algún momento hay que hospitalizar, por lo menos no sería un choque tan fuerte, ya que más o menos ya vas conociendo el terreno- seguía diciendo esta mujer, mientras esas palabras eran como música para mis oídos.
Tendré que comentárselo a tu psiquiatra de este centro, y espero que nos pongamos de acuerdo- finalizó la conversación.
Y aquí estoy yo, pensando es que esto, realmente si que me gustaría, poder hacer terapia diaria, desconectar por una horas, conocer historias nuevas, y ver si puedo lograr abrirme hacia esas personas en un supuesta terapia colectiva.
No está mal, unas horas de desconexión, y poder dormir -quien dice dormir, es dar vueltas en mi caso- en la plena comodidad de mi refugio, mi cama.
Y sí, por lo que veo, ahora ya no es todo blanco o negro, quizás se escape algún gris en todos estos matices que nos regala la amplia colorimetría.
No es como me lo habían pintado desde un principio.
Yo estaba en lo correcto.
Había más opciones más para mí, no era esa por obligación .
Hasta que llegue ese día, el día en que se pongan de acuerdo, yo seguiré en mi rutina de pensamientos en bucle, vaivén de piernas, y crisis de ansiedad.
Pero con una pequeña luz que me ha regalado ese faro en ese enorme océano.
![](https://img.wattpad.com/cover/385198179-288-k993341.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Y aquí estás tú. En mi mente.
SonstigesUna historia tan triste como real. Se tocan temas sensibles pero que existen, y son poco visibles. La salud mental es lo más importante del ser humano. En esta historia le daremos la importancia que conlleva.