Apenas bajamos del avión los fans de Franco comenzaron a rodearnos, pidiendo autógrafos y fotos.
Nuevamente pidió algo de paz y que nos den espacio, puesto a que yo también estaba ahí y si, andaba medio apretujada. Lo que me agrada de los fans de mi novio es lo respetuosos que son a su palabra, algunos me pidieron que les saque las fotos, yo lo hice con gusto, no era una molestia para mi.
Luego de un ratito no muy largo, Franco extendió su mano para que vaya con el, tome su mano y salimos del aeropuerto.
Nuestra primera parada fue la casa de la familia de Franco, el quería ver primero a sus sobrinos. Dejamos las valijas a un lado de la puerta y entramos a ver quien andaba por la casa.
—¡Tíooooo!
Franco se agacho y tomo en sus brazos al más chiquito de la familia.
—Mi chimuelo— apretujo a su sobrino, el cual se reía y quejaba al mismo tiempo.
—Basta tío, soy chiquito, me estas apretando mucho— su forma de hablar debido a su falta de algunos dientes de leche siempre me causaba una ternura inimaginable.
Sonreí mirando la escena y unos pequeños brazos rodearon mi cintura, seguidos por un pequeño apretón. Nisiquiera necesitaba bajar la mirada para saber que era la sobrina de Franco.
Le devolví el abrazo a la nena y segundos después el mayor apareció en la sala y se acerco a saludarnos.
—Tía te extrañe mucho yo.
—Tia, te vimos en la tele.
—¿Me trajiste un regalo de tu viaje tia?
Este nene es rapidísimo.
Franco solto una risa y agarro su mochila, llamando la atención de los más chicos.
—Muy bien, préstenme atención, quien quiera regalos ahora dejen de acosar a la tía y Siganme.
Tan rápido como me rodearon, me soltaron y siguieron a mi pareja hacia la sala.
La hermana de Franco lo saludo con emoción apenas lo vio, luego vino conmigo y me saludo, me sugirió preparar para la merienda además hacer unos mates, acepte claramente, Franco y los nenes tardarían viendo los regalos.
—¿Como fue este ultimo tiempo?— fue lo primero que pregunto apenas estuvimos solas —Franco llamaba todas las noches preguntando si vos habías venido acá.
—Por más que le decíamos que no, volvía a llamar con la esperanza de contactar con vos, ¿que paso?
—Una larga historia— suspire y me recargue en la mesada.
Mi cuñada miro por el marco de la puerta hacia la dirección de Colapinto y sus sobrinos.
—¡Es una play!
Volvió a la cocina luego de oír el grito del más chiquito al descubrir uno de los regalos de Franco.
—Vamos a tener bastante tiempo para que me cuentes.
Mientras comenzamos a preparar las cosas para la merienda, le comente lo que había pasado entre el y yo, que si había venido a Argentina, pero no había venido con ellos porque justo esa semana la chica que limpiaba y cuidaba la casa de mi abuela se había tomado licencia, y me pidieron que me quede con ella.
Por motivos de buscar mayor tranquilidad y tiempo para pensar acepte.
Ella entendió perfectamente y dijo que no pasaba nada.
La noche ya había caído y habíamos sacado la mesa para comer todos afuera, nos tocó una noche perfecta. Con un buen clima compartimos un lindo momento todos juntos.
Era tarde y tanto Franco como yo estábamos muertos, así que nos despedimos y subimos a la habitación qué había preparado la hermana de Franco para que nos quedemos estos días.
—No doy más boluda, te juro.
Soltó un quejido Franco tirándose sobre la cama, yo me reí, busque entre nuestras cosas un pillama para ambos, saque el mio y cuando estaba por darle el suyo a mi pareja, Franco se había sacado la remera y permanecía con el short qué uso durante todo el día.
—¿Pensas dormir así?— pregunte sentandome en la punta de la cama, el asintió mirando su celu, parecía estar mandando un mensaje —estuviste todo el día con el celular, ¿a quien le mandas tantos mensajes?
No hay una forma existente en el lenguaje popular para que ESA frase suene menos tóxica, es imposible, así que no me moleste en formular de otra forma.
—Nada amor, boludeces— contesto no muy interesado, mando un mensaje más y me miro sonriendo —los pibes, sabes que se ponen reintensos cuando volvemos a Argentina.
Lo mire no muy segura, no quería desconfiar de él, pero no creía mucho en su palabra, al menos no está vez.
Pero no quise preguntar más, tal vez era algo que no debía enterarme yo.
Franco me hizo un gesto para que me acueste a su lado e hice caso, el me abrazo fuerte y dejo un beso en mi cabeza. Segundos después su teléfono volvió a vibrar.
—¿No vas a responder?— pregunte interesada, tal vez así podía ver con quien hablaba tanto.
El nego —mañana le hablo.
Hice un mueca, que al parecer el vio, mire para otro lado y el agarro mi mentón para que lo vea.
—Ey, estas re en otra, ¿pasa algo?— pregunto algo preocupado, yo negue —¿segura? No quiero que me ocultes si te sentis mal.
Negue nuevamente e intente mostrarle una sonrisa, aunque bastante forzada, se que Franco lo noto, pero el no insistió mucho más tampoco.
—Estoy muerto, te juro, un sueño— bostezo y estiro exageradamente los brazos —pero estoy feliz, estuve en la fórmula uno, conocí mucha gente y estuve con la mujer más hermosa que mis ojos alguna vez pudieron ver un año más conmigo, no tengo ninguna queja, amo mi vida.
Decía todo esto mientras agarraba mis cachetes y comenzaba a mover ligeramente mi cabeza de un lado a otro.
—¿Que va a pasar la siguiente temporada?
El se encogió de hombros y sonrio.
—Capaz vaya de reserva a otro equipo de la fórmula uno, o capaz vuelva a la formula dos, de cualquier forma voy a estar feliz.
Yo sonreí, si bien el final de la temporada pasada no fue el mejor, Franco sigue positivo, y eso me alegra un montón.
—Vamos a dormir, fue un día largo— dije yo y el asintió.
Nos acostamos los dos, yo me di la vuelta para darle la espalda a Franco y a los segundos sentí su brazos al rededor mio.
—Sammy— murmurro por lo bajo.
—¿Si?— hable en el mismo tono.
—Se me fue un poco el sueño ¿sabes?
Yo sonreí, sabía a que iba esto.
—Bueno, pero no hagas mucho ruido, esta tu familia.
—La que no tendrá que hacer ruido sos vos hermosa— sonrio divertido, hablando en un tono apagado —así que calladita.
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la mujer de mi vida | Franco Colapinto
Fanfiction-gracias por permitirme ser la mujer del proceso y acompañarte en la historia que estas creando. -no sos la mujer del proceso Sammi, sos la mujer que estuvo desde el segundo uno; la que estuvo en las buenas y malas, mereces ser parte de todo lo que...