CAPITULO 5

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Por la mañana estuve sumamente nerviosa, bueno eso es decir lo menos. Mamá preparo el desayuno, apenas lo toque, ya que solo estaba esperando que llegara la hora de que Dylan pasara por mí. Después de mucho pensarlo me decidí por lo típico y que siempre usaba, dije que más que ser yo misma y no tratar de impresionar a nadie más, no es que estuviera pensando en impresionar en Dylan, bueno está bien lo confieso, si lo quería impresionar, pero al final me frustre por lo que me resigne.

Me puse mis siempre confiables vaqueros una camisa a cuadros de manga larga me arremangue los puños de la camisa hasta los codos y me puse mis viejos converse negros y recogí en un moño desordenado mi cabello, sí que vea que no tiene influencia en mí.

Cuando escuche el claxon afuera tome mi mochila y le di un beso a mamá apresuradamente, no quería hacerlo esperar.

-Hola buen día- dije tratando de ocultar mi nerviosismo, pero se podia notar en lo tiesos de mis hombros.

El definitivamente parecía un modelo de revista, ¿siquiera le cuesta verse tiempo así o que pasa con él?, aunque creo que no es de los que necesiten poner mucho empeño para verse así de espectacular a las siete de la mañana.

Estaba  apoyado en su camioneta, un jeep wrangler verde militar.

Lindooooooooo.

Traía puesta una camiseta negra de manga larga, vaqueros y un par de tenis negros a juego.

Definitivamente preferiría a Dylan en lugar de su flamante auto.

Uff

Calma esos pensamiento Ner.

-Hola buenos días Ner, ¿Cómo estas hoy?- oh ahí viene esa sonrisa que hace esa cosa rara en mí, que sintiera que mis piernas quieren responderme y su aroma. ¡Diosssssssssssssss ayuda!

-Muybiengracias¿y tú?- se escucharon como todo un lio mis palabras, todas atropelladas y talvez sin coherencia.

¡Contrólate!

-Muy bien, gracias por preguntar, ven déjame te abro la puerta- fue y abrió la puerta para mí, mientras yo me subía, torpemente por supuesto que debo alegar a esto que él y solo él tiene todo el crédito de mi torpeza, sostuvo la puerta hasta que yo estuve adentro.

-Cuidado aquí va- y de una sola cerró la puerta, después lo vi caminar por enfrente del carro hacia el lado del conductos en el proceso rebuscaba en sus vaqueros por las llaves, aunque dejenme ponerlo en claro que en mi mente vi esa escena en cámara lenta y fue muy bueno,  eso no hubiera sido posible si no hubiera tenido puestos y bien limpios mis lentes, esa es la maravilla de estos artefactos, que te ayudan con tus defectos visuales. Abrió la puerta, se situó en el frente al volante mientras ponía la llave en el contacto para encender el auto, que solo ronroneo al encenderse, sí que era nuevo y sobre todo parecía tenerlo todo bien calibrado y limpio, el interior era de cuero negro, si debí suponerlo al fin este era su juguete.

Al encender el auto de las bocinas salió la música de un grupo, no supe distinguir muy bien que género, parecían rock aunque también algo country

-Se escucha bien ¿Qué grupo es?- realmente me estaba gustando, sobre todo esa guitarra, eran buenos

-Se llaman Saving Abel ¿Te gusta? Puedo cambiar a una estación, no tengo ningún problema con eso- que lindos ojos tenia y el tan atento

-Si ellos están, suenan bien- porque en verdad me parecía lo hacían, el solo me respondió con un asentimiento

-Dylan, me gustaría ayudar con el costo de la gasolina, no quisiera que pensaras que me aprovecho de tu amabilidad y aún más si vamos a estar haciendo esto a diario- le dije todo esto mientras juntaba mis manos y con mi vista en ellas, el me cohibía tanto. Rayos tengo un serio problema y se llama Dylan. Nunca en mis diecisiete años nadie me había provocado lo que él.

-Eso ni siquiera pensarlo, no te preocupes por eso de verdad, a mí no me molesta en lo absoluto y jamás pensaría eso de ti Ner- sonó tan genuino y me dio una rápida mirada y esa sonrisa de nuevo

-Pero de verdad quisiera ayudar, enserio Dylan- ahora parecía que estuviera rogando, muy bien Ner

-De verdad no te preocupes Ner, la mejor ayuda que me das es tu compañía y lo siento pero no aceptaría tu dinero- wow eso fue, wow, si ya estaba hecha un desastre esto lo llevo a niveles inimaginables, si en este momento me estuvieran midiendo la presión arterial, realmente estaría por los cielos, no mejor aún, rompería ese aparato, si en definitiva.

-Bueno entonces muchas gracias por todo Dylan- lo dije sintiendo mis mejillas rosadas y mi presión sin ningún signo de querer descender. Si Yemaya me viera así, no tendría piedad conmigo, todo el tiempo me lo estaría echando en cara, haciendo bromas al respecto y sobre todo le diría a mamá y sometería a Dylan a un arduo interrogatorio, eso sería divertido de ver.

Wow

Por un segundo deje de pensar en que Yemaya estuviera muerto. Y ya siento la culpa.

NERISSA: EL LLAMADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora