Me removí en mi asiento y deslice mi mano fuera del agarre de Dylan. Bueno aquí voy, espero mi voz no me defraude.
-Yemaya murió el año pasado en un accidente- al parecer decidí que la servilleta en mi mano era más interesante que todo a mi alrededor, aunque la tome como precaución por si se desbordaba la presa de mis ojos, mi voz fue apenas audible, pero si logre percate de que me escucho correctamente ya que sus ojos parecieron salirse de sus orbitas.
-Oh por Dios, lo siento tanto Ner, no lo sabía- lo dijo mientras se llevaba las manos a la boca, sus ojos se estaban humedeciendo con rapidez y al momento siguiente lo que vi fueron lagrimas rodar por sus mejillas, no pude mirarla más, si no yo sería la siguiente, mire a Dylan y algo me dijo que él sabía exactamente lo que yo sentía en este momento o que ni siquiera quería estar aquí en absoluto, me volvió a tomar de la mano y de inmediato sentí como el calor de su mano subió por todo mi brazo y me recorría todo el cuerpo, fue de lo más raro y aunque mi mente me decía que apartara la mano y las alarmas estaban al máximo mi mano no hizo caso a mis ordenes en absoluto.
-Perdóname de verdad Ner- lo dijo mientras se limpiaba las mejillas y me sacaba de mi estupor- enseguida les traeré sus bebidas- se dio la vuelta y fue tras la barra de bebidas y se perdió en la parte de atrás.
-Lamento que hayas tenido que pasar por eso Ner, sé que no es nada fácil, pero sabes que cuentas conmigo, lo digo enserio- Dylan al parecer tenia las palabras adecuadas para todo y se sentía como que realmente podía confiar en él, algo en mi pecho me lo decía, aunque estaba esa vocecita detrás de mi cabeza que me decía que debería de ir con cuidado ya que apenas lo conocía
-Gracias Dylan, enserio lo aprecio- y así era, ya que fue reconfortante escucharlo
No pasaron ni cinco minutos cuando nos trajeron nuestras bebidas, pero esta vez ya no era Magaly quien las trajo, fue otra mesera, parece ser que Magaly era muy allegada a mi hermano, conozco ese sentimiento.
Cada mañana viene a mí como una tempestad que azota todo mi ser. A veces, solo a veces por un microsegundo por la mañana parece ser que todo es como antes, después lo recuerdo todo y me invade total y completamente, me vuelvo a romper cada día como si estuviera recibiendo por primera vez la noticia que mi gemelo ya no vive más.
-Gracias- contesto Dylan a la mesera, no se su nombre, yo solo di un asentimiento
En ese momento pedimos nuestras hamburguesas, que anteriormente ya había indicado a Dylan cual era la preferida de Yemaya, claro omití decirle eso.
Para el momento en que llegó nuestra comida, mi apetito se ausento totalmente, pero Dylan fue otra historia completamente diferente.
-Wow Ner tenías razón esta deliciosa esta hamburguesa, es la mejor que he comido en mucho tiempo- me lo dijo tras dar su primer bocado a la hamburguesa, mientras yo lo veía como torturaba a la pobre hamburguesa, yo solo jugueteaba con mis papas.
-Me da gusto que sean de tu agrado- le dije con una risa, que pareció un tanto fingida
-Oye pero si tú no quieres tu hamburguesa, yo podría ayudar con eso he, no se tómalo en cuenta, me puedo sacrificar- Aun no terminaba su hamburguesa y ya quería más, su sonrisa socarrona y un guiño para acompañar el efecto y claro que lo tenía en mí.
Muchísimo efecto
-No te preocupes, yo puedo, soy una chica grande-oh si yo también puedo jugar, y se lo agradezco eso sirvió realmente para sacarme de mis pensamientos.
Comimos tranquilamente, claro el haciéndome sonreír en cada oportunidad que tenía, yo no pude terminar mi comida y termine pidiéndole ayuda, y claro no lo dudo ni por un segundo.
No volvimos a ver a Magaly, pobre chica.
Llegamos a su carro, nos subimos y tomamos camino a casa.
-Qué te parece si damos una caminada por la playa, tu sabes es bueno un poco de ejercicio para procesar la comida ¿Qué dices?- me encantaría, fue lo primero que quería responder, solo que también me gustaría comprobar primero a mamá o llamarse si ocupaba algo, ya que éramos nosotras dos nadamás teníamos que cuidarnos una a la otra.
-Me gustaría mucho, solo que antes quisiera comprobar a mamá- le dije sintiéndome un poco tonta y mis mejillas me delataban.
-Claro, vamos no hay problema-Respondió y creo que jamás podría cansarme de su sonrisa.
-Supongo que debe de estar en el trabajo- y era lo más probable ya que era una adicta al trabajo.
No dirigimos a la playa, encontrando un estacionamiento cercano, bajamos del coche para dirigirnos donde mamá. En el camino saludamos a Max que iba rumbo a su casa, llevaba algo de prisa y me sentí aliviada de tener a Dylan solo para mi.
Desde lejos pude ver que mamá estaba trabajando arduamente como todos los días, dándole las instrucciones a un par de turistas acerca del uso apropiado de la moto acuática mientras ellos se ponían sus chalecos y se hacían los tontos bromeando al respecto.
-Hola mamá- esta vez solo le di un beso en la mejilla ya que al parecer estaba ocupada, ella solo recibió mi beso y me dio una sonrisa, mientras seguí explicándole nuevamente a los turistas, que creo que no habían escuchado nada y tendrían que averiguarlo por su cuenta
Me dirigí al mostrador donde estaba Christina, la chica que trabaja los días que yo descanso y en el de mamá, aunque no servía de nada decirle que era su día de descanso ya aun así estaba en el trabajo, siempre encontrando algo que acomodar, archivar o limpiar, solo se iba para hacer las compras de provisiones para la semana, aunque no eran muchas ya que la mayoría del tiempo yo le llevaba la comida y claro no estábamos mucho en casa. Aunque también encontrábamos muchos pretextos para no estar en casa, ya que había muchos recuerdos de Yemaya en ella.
-Hola Chris ¿Cómo va todo?- Christina era una chica muy agradable y siempre muy alegre, es linda, ella si lo era, no como yo, era de estatura promedio delgada, cabello color cobrizo y con ojos color verde
-Hola Ner, todo bien ya sabes lo de siempre, aunque hoy tuvimos un poco más de gente a este ritmo dentro del próximo mes tendrás que contratarme a tiempo completo, ya te digo Ner, recuerda mi profecía- ella era toda una parlanchina
Chris desvió la mirada y vio a Dylan, bueno eso es decir poco, se lo comió con la mirada, vaya ella si que no pierde ninguna oportunidad, tendré que entrar en acción.
-Oh lo lamento que grosera soy, Chris te presento a Dylan, él es mi compañero de clases en la universidad- aunque ese título no le iba bien, me gustaría en algún momento presentarlo como algo más que eso.
-Mucho gusto- dijo Dylan con un asentimiento y una sonrisa, de esas sencillas, no las de mil millones de voltios que me da a mi.
- Igualmente Dylan, me puedes decir Chris, si gustas claro- y ahí estaba el movimiento de pestañas el cual habían hipnotizado a muchos de los turistas que pasan por aquí, si definitivamente, contra Chris no tenía mucho con lo que competir.
-Gracias Chris- dijo Dylan y se voltio hacia mí – ¿Te parece si vamos a caminar?- me dijo algo desesperado de huir del deboramiento visual que le estaba dando Chris, eso sí que me causo mucha risa y un poquito de celos
-Si vamos, nos vemos Chris, le dices a mamá que no tardo por favor- me despedí con la mano y me di la vuelta hacia donde se estaba dirigiendo Dylan, solo escuche desde donde estaba Chris un "yo le digo y mucho gusto Dylan".
Iguale el paso de Dylan, mientras yo estaba viendo lo que sucedía en la playa el me sorprendió tomándome de la mano, yo solo deje de caminar y entrando en estado de shock total mientras miraba nuestras manos, sentí ese calor de nuevo y sobre todo sentí que era correcto estar de esta forma o como si esto lo hubiéramos hecho mil veces anteriormente.
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NERISSA: EL LLAMADO
FantasyEste es uno de esos momentos que me pregunto como algo tan hermoso puede causar tanto daño. No sé en qué momento mis ojos empezaron a derramar lágrimas, al parecer llevo así un rato, lo único que siento es el peso de la impotencia y el dolor en m...