No sabía a donde nos dirigíamos y sinceramente no era mucho de mi importancia, teníamos que ir a Miami, aunque no sabía bien cuáles eran los puntos intermedios del cómo íbamos a llegar.
Aterrizamos en el aeropuerto de San Diego California cuarenta minutos después, lo súper porque la sobre cargo lo menciono antes de que el avión aterrizara así como también menciono el estado del clima, teníamos que transbordar dentro de dos horas, al parecer nos llevaría todo el día este viaje.
Llegamos al área donde te entregan el equipaje y esperamos a que nuestras valijas aparecieran. Después de obtener nuestro equipaje fuimos al área de espera.
-Hola- dijo la madre de Dylan, Lidia.
-Oh Hola ¿Cómo está?- dije sintiéndome algo avergonzada de no haber recordado que los padre de Dylan también vinieron con nosotros.
-Muy bien gracias, nos preguntábamos si desean ir a comer algo mientras esperamos la hora de nuestro vuelo, ya que Martín y yo tenemos algo de hambre- dijo la mama de Dylan mientras miraba a su esposo, que me dio una sonrisa cálida.
Yo mire a mi madre y a Dylan de manera que ellos pudieron saber que preguntaba si ellos deseaban ir.
-Muchas gracias Lidia, pero yo estoy bien, odio viajar en aviones y aún estoy un poco alterada porsupuesto que mi apetito se esfumo, muchas gracias- mi madre forzó una sonrisa en su cara. Sabía que mi madre estaría alterada. Cuando llegábamos a ver a los aviones, siempre decía que los odiaba, no por el riesgo, más si por la sensación de volar mucho más al ascenso y descenso del avión, hasta yo podría decir que esos eran mis peores momentos de volar.
-No tengo apetito Ma, gracias- dijo Dylan mientras envolvía un brazo en mi cintura y atrayéndome a él. Santos bebes Jesús. Y aquí viene el golpe de su aroma, era mi fragancia favorita y mi calmante personalizado, parecía que todo él estaba hecho para mí.
Los padres de Dylan quedaron de encontrarse con nosotros una media hora antes de abordar, en la puerta que se nos fue asignada y fueron a comer. Nosotros recorrimos una sección del aeropuerto donde había todo tipo de tiendas de suvenires, bares y restaurantes de comida rápida. Lo sé ya parecía más un centro comercial que un aeropuerto, aunque todavía lograbas distinguir que era un aeropuerto porque había sobrecargos y pilotos caminando de aquí para allá y claro todos modelos o por lo menos no había ninguno que se luciera horrible en esos uniformes.
Yo compre una de esas revistas de chismes de farándula, en toda mi vida nunca he estado interesada en la moda y los chismes de los artistas, pero ayuda a pasar el tiempo.
-Nena creo que es momento de ir hacia la puerta de abordaje- Rayos aquí el tiempo se va volando, entre mi revista de chismes y la plática con Mamá y Dylan se va sin decir adiós. Asentí en respuesta y vi a mí alrededor para localizar a mi madre, ya que había ido a el baño, la vi dirigirse hacia nosotros así todos pudimos hacer nuestro camino a la siguiente puerta de salida.
Nosotros nos encontrábamos en la terminal número seis que fue a donde nos asignaron después de aterrizar y recoger nuestro equipaje, porque al parecer cada terminal era para diferente aerolínea al parecer estábamos en la correcta. No caminamos por mucho tiempo, pero Dios sabe que había un mar de gente. Cuando llegamos a nuestro destino ya estaban esperándonos los padres de Dylan, entregamos nuestros papeles y nuevamente hicimos esa cosa de las maletas, esperamos a que se llamara a abordar a todos los pasajeros, después de media hora ya un poco retrasados, fuimos llamados para iniciar el abordaje y para mi mayor felicidad la sobrecargo-modelo-de-victoria-secret me indico que estaría al lado de Dylan. Al terminar el abordaje escuchamos la voz del capitán dándonos la bienvenida y nos dijo que la duración del vuelo será de aproximadamente seis horas. ¡Oh rayos! Ese si era bastante tiempo y al tomar en cuenta la hora que era llegaríamos de noche o en la madrugada, ya que habían pasado algunas horas después del mediodía, bueno para mí no sería en absoluto desagradable porque bueno la compañía era fantástica, aunque para mi pobre madre no lo seria por mucho tiempo, a su lado estaba sentado un señor, se podría decir que estaba a la mitad de sus cuarenta y definitivamente no era muy agraciado, no es que discrimine a nadie en particular solo que no ayudaba para nada en lo que estaba haciendo, creo que estaba algo interesado en mamá, podía ver estaba un poco agobiada, su expresión lo decía todo y cuando volví a mirar en su dirección, creo que en algún momento fingió dormirse, buena esa mamá.
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NERISSA: EL LLAMADO
FantasyEste es uno de esos momentos que me pregunto como algo tan hermoso puede causar tanto daño. No sé en qué momento mis ojos empezaron a derramar lágrimas, al parecer llevo así un rato, lo único que siento es el peso de la impotencia y el dolor en m...