NERISSA: EL LLAMADO

CAPITULO 23

Mire a Dylan por algo de orientación ya que mi madre lógicamente diría que si

-Claro, más tarde te buscare nena, permiso- me dio un casto beso en los labios y se fue a algún lado de la mansión, esto es un complot, Ughh

-Por aquí por favor- nos dirigió Nereo a un tipo despacho, con la misma temática que todo lo demás, nos señaló que nos sentáramos en un pequeño sillón blanco que estaba en el despacho. Si esto parecía como la oficina oval o una cosa así, realmente era grande, ya lo puedo visualizar aquí haciendo tácticas para desplegar todo un ejército.

-Nerissa-en cuanto dijo mi nombre mis cejas se dispararon hacia mi frente- Puedo ver que no estas nada contenta con mi presencia- ¿enserio? ¿Eres adivino o qué? Pff por supuesto que estoy mas que enojada y tal vez tenga una que otra cosa que decir. Nereo estaba caminando enfrente de nosotras con los brazos tras de sí y la vista en todas partes menos en mí, de vez en cuando le daba una mirada a mi madre y ella solamente tenía esa cara de toda negocios.

No conteste nada a su comentario ¿Qué podría decir a eso? Un sí es verdad estoy más que enojada, toda diplomáticamente. En su lugar solo lo seguí mirando con curiosidad.

-Creo que necesitas algunas o muchas explicaciones- Oh no vayas por ese camino, porque realmente no quieres saber todo lo que tengo que decir, más allá de lo que tengo que saber

En algún momento él estaba mirando a mi madre, aun no sé si la miraba pidiendo ayuda o aprobación. Y oigan ellos también tendrán la misma conexión que Dylan y yo, ero de poder decirse cosas sin hablar, pero creo que eso solo era posible en nuestra verdadera forma, pero... A ya no se nada, me concentrare en este momento en decirle una o dos cosas a Nereo.

-Nerissa antes que nada debes de saber que yo los he amado desde siempre a tu hermano y a ti y todo, absolutamente todo lo que he hecho lo hice para protegerlos, ese siempre fue mi más grande objetivo y preocupación- como siempre Nereo no tenía ni un solo gesto en su cara, igual era todo negocios, al parecer es lo único que fuimos y bueno con esto ya me estaba desesperando de tanta tontería y aquí va la mía.

-Bueno Nereo, dime algo, si tu única preocupación era protegernos ¿Dónde infiernos estabas cuando mi hermano murió? – esta era yo toda sarcástica y muy muy, realmente enojada, pero hasta yo me sorprendí no estaba gritando; por ahora. Estaba en calma, pero podía sentir que mis mejillas se estaban teñiendo de color escarlata. Ni siquiera lo deje que contestara, porque a este punto ya no podía parar

-Mejor aún ¿Dónde estuviste todo el maldito año pasado cuando mamá le lloraba a su hijo muerto? Contéstame eso, porque no supe de ti en estos dieciocho años, tu no estuviste ahí una maldita ves, todo lo que tuve fue a mi hermano mayor cuidando de nosotras todo este tiempo y déjame decirte que el hacia un excelente trabajo- el recuerdo de saber de mi hermano muerto me invadió nuevamente, sentí como si los sentimientos fueran igual de crudos y desgarradores que la primera vez, mis ojos ya estaban húmedos y faltaba poco para que se desatara la llovizna. Apenas note cuando me levante del sillón y estaba caminando hacia Nereo. Él era de la misma estatura que mi hermano, así que tenía que inclinar mi cabeza hacia atrás para poder mirarlo a los ojos, que eran un reflejo de los míos. Y bueno seguí con mi vomito verbal. Porque a este punto ya no tenía nada que perder y sí mucho que ganar

-Y también contéstame esto ¿Dónde estabas cuando la vida arranco de mi lado a mi alma gemela? porque ninguna explicación o disculpa hará cambiar el hecho de que tu presencia no estuvo ahí y tú lo sabes, lo sabes perfectamente. Así que no me digas que tu objetivo en la vida era protegernos, porque jamás supe de ti, no nos protegiste. Así que deja de fingir que puedes aparecerte de la noche a la mañana y desempeñar el papel del papá modelo, porque eso simplemente me parecen un montón de tonterías. Tal vez mi madre te acepte porque están emparejados, enamorados y todo eso, pero yo no puedo tolerarlo, así que ahórrate tus disculpas o explicaciones para ti mismo, yo no estoy dispuesta a escuchar nada de eso- Para este momento yo estaba gritando, mi garganta estaba ardiendo y no solo eran por mis gritos, también tenía mis mejillas humedecidas con lágrimas y estábamos cara a cara, pero el para mí solo era mi progenitor. Me di la vuelta solamente para ver a mi madre con los ojos brillosos y con su mano en la boca, queriendo callar un grito