Naruto miraba con calma a Riser, el demonio del clan Phenex respiraba agitado en el suelo, su cuerpo parecía bastante magullado, había estado entrenado con Naruto como loco durante las últimas horas, y como parte final de su entrenamiento ese día tuvo que enfrentar al Uzumaki, quien al igual que en todos sus combates previos demostró la gran diferencia que había entre ambos, sin embargo, pese a esto Riser se sentía feliz, pues aunque al lado de Naruto sabía que siempre estaría debajo en poder, la diferencia entre su yo actual y el que había enfrentado al Uzumaki por primera vez era abismal.
En el tiempo que llevaba entrenando bajo la tutela de Naruto, había mejorado enormemente como demonio, aprendiendo a manipular sus llamas con mayor efectividad, su curación se había visto potenciada a un nivel muy superior, pues los sellos del Uzumaki forzaban esta habilidad al límite, su fuerza física era algo que jamás creyó posible antes, siendo que ahora era un guerrero más que calificado cuerpo a cuerpo y ya no dependía de su curación para ganar los combates, y la mejor parte fue su mente, gracias a todas las enseñanzas del Uzumaki había pasado de ser un demonio arrogante que dependía de su regeneración a alguien competente y que podía poner en alto el nombre del clan Phenex, siendo actualmente uno de los demonios jóvenes más fuertes, casi al nivel del propio Sairaorg Bael.
-Hemos terminado por hoy. Naruto dijo mientras el demonio Phenex por fin se relajaba, el entrenamiento con Naruto llevaba su cuerpo al límite, aunque sin duda alguna los resultados eran algo que merecía totalmente la pena, en poco tiempo había duplicado su poder en bruto y al paso al que iba, en poco tiempo el Phenex se volvería el demonio más fuertes de la nueva generación.
-Mañana puedes tomarte el día libre Riser, tengo un asunto que atender con suma urgencia y no creo poder entrenarte. Naruto habló mientras el demonio Phenex arqueaba una ceja.
-¿Ocurrió algo importante?. Riser cuestionó, Naruto solo cancelaba sus entrenamientos cuando algo importante ocurría, el ejemplo de ello fue cuando acabó con Diodora hace un par de semanas.
-Hay alguien que me ha estado siguiendo los últimos días, y realmente me resulta molesto que me vigilen, por lo que pienso resolver ese asunto de una vez por todas. Naruto dijo con naturalidad, cosa que hizo al Phenex abrir los ojos en sorpresa.
El Phenex solo podía cuestionarse quién sería tan tonto como para espiar al Uzumaki, incluso si aún no revelaba todo su poder al mundo sobrenatural, dudaba que luego de lo que ocurrió con Loki alguien normal quisiera estar en el lado malo de Naruto.
-¿Quién es tan tonto?. Riser preguntó mientras miraba al Uzumaki esperando una respuesta.
-Solo digamos que en un par de días, la noticia se esparcirá. Naruto dijo con una sonrisa mientras miraba al Phenex, el cual se estremeció levemente ante la vista del Uzumaki, Naruto podía dar mucho miedo sin darse cuenta.
-Al día siguiente-
Naruto caminaba con calma por un paramo desierto, se había teletransportado a una zona alejada de Kuoh y de cualquier ser sobrenatural que pudiera serle una molestia, una ligera sonrisa se extendió en su rostro mientras sentía su entorno gracias al ojo de Kagura, había decidido que una ocasión como esta merecía su mejor aspecto, por lo que iba vestido con un traje formal negro y rojo, el cual no hacía mas que resaltar el atractivo que ya tenía.
-Ya puedes dejar de esconderte, desde el primer momento me di cuenta que tu me estabas siguiendo. Naruto habló a la nada aparentemente, aunque gracias a su capacidad sensorial podía sentir perfectamente la presencia de su perseguidor, sabiendo donde estaba escondido.
Volteo su mirada al cielo esperando a que este se revelara, y tras unos segundos de silencio finalmente una figura descendió desde las nubes.
La figura era un ángel que poseía doce alas de ángel de color blanco puro, las cuales indicaban un rango muy alto en el cielo.
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