Naruto se encontraba en la sala del club de lo ocultismo, sentado en la silla donde usualmente iba Rias con una sonrisa ligera en su rostro, sus pies se encontraban apoyados sobre el escritorio como si no tuviera ninguna preocupación en todo el mundo, cosa que hasta cierto punto era cierta en este momento al menos, frente a el los miembros del club de lo oculto incluida la propia Rias sentados en los sofás que adornaban la sala para los invitados.
-¿Para que nos has llamado?. Rias pregunto algo extrañada ante la llamada del Uzumaki quien les había ordenado reunirse con la mayor de las urgencias con el.
-Oh claro. Naruto habló mientras salía de sus pensamientos y les miraba a todos lentamente, como si estuviera analizando hasta la más mínima cosa en cada uno de ellos.
-La razón por la que los he mandado a llamar es muy simple, me canse de ver lo patéticos que son, así que he decidido hacerles un favor a todos y los entrenare. Naruto dijo con una ligera sonrisa mientras les miraba esperando algún tipo de objeción.
Los miembros del club de lo oculto permanecieron en silencio ante las palabras del azabache Uzumaki, quien parecía estar hablando muy enserio de esto.
-Ya que no hay ningún tipo de objeción espero que se preparen, en los próximos días comenzare con sus entrenamientos, después de todo no me resultan útiles si son débiles, y por cierto, no tienen que preocuparse por estar solos, tanto Sona como su nobleza los acompañaran, ellos también recibieran un entrenamiento intensivo para mejorar sus habilidades como demonios. Naruto dijo mientras todos escuchaban atentamente, usualmente se hubieran molestado ante la insinuación de que eran débiles, pero sabían que Naruto tenía razón y luego de ver el gran cambio que tuvo Riser no podían quejarse, pues si Naruto los entrenaba para ser tan fuertes sería de gran ayuda para su futuro.
-Estaré preparando sus entrenamientos, así que al menos por estos tres días no empezaremos, me enfocare en pulir sus puntos débiles de tal forma que no sean tan fáciles de usar como ventaja por algún enemigo y explotar sus fortalezas. Naruto finalizo mientras les veía a todos, el necesitaba a estos demonios lo más fuerte posibles para lo que se avecinaba, pues de nada le servirían una marionetas débiles que podrían ser asesinadas fácilmente por el enemigo.
Por su parte Rias sonreía, la idea de que quizás con la ayuda de Naruto podría volverse mucho más fuerte la emocionaba, parecía que las cosas estaban por mejorar bastante para su nobleza y ella misma.
-Días después-
Naruto miraba tanto a la nobleza de Rias como a la de Sona en frente suyo, el Uzumaki había preparado un régimen de entrenamiento bastante estricto y pesado con el fin de llevar a los demonios en frente suyo al limite, tal y como la había hecho con el heredero Phenex, se aseguraría de pulir todas sus habilidades y ayudarlos a alcanzar su máximo potencial.
-Bien, es hora de comenzar, las primeras que recibirán entrenamiento serán Rias y Sona, como reyes de sus respectivas noblezas y herederas de dos de los clanes más poderosos del Inframundo deben ser lo más fuertes posibles, pues lo que ustedes hagan y el poder que tengan será un reflejo de sus familias, un heredero y rey débil se interpreta como un clan y nobleza débiles, pues si la cabeza no es capaz de protegerse a si misma no podrá proteger al resto, por ende me enfocare en ayudarles primero con la manipulación de magia, siendo que esta es su habilidad principal y su arma más eficaz. Naruto dijo mientras miraba a las dos herederas al frente de el.
-¿Que tienes en mente?. Sona pregunto curiosa mientras miraba al Uzumaki con duda, estaba segura de que el entrenamiento con Naruto daría grandes frutos, pero aun tenía la duda de que exactamente harían.
-Como mencione antes su mayor fortaleza radica en la capacidad mágica de ambas, especialmente Rias quien posee el poder de la destrucción de los Bael, por lo que antes de poder fortalecer sus puntos débiles me encargare de mejorar sus habilidades mágicas lo suficiente para que puedan aprovecharlas de buena manera. Naruto dijo mientras las miraba.
-Lo primero que harán serán ejercicios de control mágico, con esto podrán aprender a medir la cantidad necesaria de magia que necesitan usar en cada ataque, especialmente Rias que desperdicia más de la mitad de sus reservas mágicas durante el combate, esto no solo minimizara la cantidad de magia que usan al momento de pelear, sino que también potenciara de manera notoria los hechizos que se usen, pues al tener un mejor control mágico se puede sacar el máximo potencial. Naruto dijo mientras miraba a las dos herederas, antes de comenzarlas a instruir en el tipo de ejercicios que harían.
Sona recibiendo ejercicios de control de magia basados en agua, mientras que Rias recibía ejercicios más generales.
Tras esto comenzó a designar a cada miembro de la nobleza de ambas diablesas lo que harían, enfocándose en su mayoría en el campo físico, pues esta misma era la especialidad de la mayoría de los demonios.
-Lugar desconocido-
Lo que parecía ser una niña pequeña vestida de lolita gótica miraba con ojos vació una especie de pantalla en frente suyo, a través de la cual podía ver una reproducción de la pelea entre Naruto y el serafín más fuerte del cielo, por un segundo sus ojos mostraron un leve brillo de emoción, siendo esta el interés por este joven.
-Lo necesito para poder cumplir mi sueño. La chica dijo mientras miraba más fijamente al azabache en la pantalla, esta no era otra que Ophis Uróboros, la diosa dragona del infinito y actualmente considerada el top uno de las existencias más fuertes, solo superada por el Gran Rojo, cuyo poder era tan inmenso que ni siquiera entraba en la lista al ser considerado un ser incomparable y cuyo poder no podía ser medido o calculado de forma racional.
La diosa dragona había estado observando con mucha atención los pasos del Uzumaki desde hace mucho tiempo, incluso antes de que este llegara a revelarse ante todo el mundo sobrenatural, pues la chica quería medir su progreso hasta que fuera lo suficientemente fuerte para reclutarlo a su causa, y parecía que finalmente el momento había llegado, aunque el idiota de Shalba había cometido la estupidez de enfrentarlo y pago con su vida.
La razón por la que Ophis quería tanto que el Uzumaki fuera alguien más en su causa era debido a su gran repertorio de habilidades, alguien tan talentoso y versátil en el campo de batalla podría ser sumamente útil, incluso puede que con su ayuda ya no necesite de los demás miembros de su organización para cumplir su tan anhelado sueño, expulsar a Gran Rojo de la grieta dimensional.
