Twin Flames

Capítulo 46

Rebeca corrió hacia la playa, para seguidamente dirigirse hacia la entrada de una cueva, sobre unos roqueríos. Sabía que allí podría estar sola y necesitaba pensar.

Se sentó sobre una roca, en el risco más alto. La fresca brisa marina en el rostro, seguro le ayudaría a clarificar todo y encontrar una forma para abordar el tema con el padre del bebé. Había ocultado su embarazo por un mes completo desde el momento en que se había enterado, pero era consciente que aquello ya no se podía seguir aplazando. Había llegado el plazo para contárselo. Su barriga ya comenzaba a hacerse evidente, aún cuando ella constantemente intentaba ocultarla detrás de ropa holgada.

Si bien, no la incomodaba ya el hecho de tener un bebé, cuidarlo y criarlo y ya lo había asimilado por completo, y más aún, le entusiasmaba la idea, estaba preocupada por como tomaría Hyun Joong la noticia. Aunque lo conocía y sabía que en el fondo, le agradaría la idea, pensaba que no era el momento para él para recibir una noticia de ese tamaño. Conocía a la perfección lo magullado que había quedado el corazón y la confianza del chico con su última experiencia amorosa, antes de conocerla a ella. Sabía perfectamente de aquella mujer que había destruido en picadillos el corazón del chico y le había hecho formar una idea absolutamente irreal de lo que consistía el amor y el formar una familia por la fuerza, a base de engaños, chantaje y celos. En resumen, Rebeca no quería ver sufrir a Hyun Joong otra vez. Si ella había hecho lo que estaba a su alcance para curar su maltratado corazón, no consideraba siquiera la idea de volver a dañarlo de nuevo, con una historia semejante. Por su cabeza había pasado la idea de huir del campamento, ahora que las cosas estaban más normales y sabía que pronto los rescatarían. La chica pensaba que si lo abandonaba, no tendría que forzarlo a tener un bebé que ni siquiera había deseado concebir. En el fondo y estúpidamente, se sentía culpable de poder generarle tristezas a él y eso apretaba día a día más su corazón.

Si hasta el momento, no había hecho efectiva la fuga, era porque su moral y raciocinio le hacían comprender que Hyun Joong tenía todo el derecho de enterarse que iba a ser padre. Sabía que él debía tomar su decisión: Si acoger o refutar a ese nuevo ser. Si decidía apoyarla, ambos disfrutarían de esa nueva etapa de sus vidas. Si él la rechazaba, pues tenía claro que de todos modos, ella se encargaría de su bebé, con la ayuda incondicional de sus amigos cercanos.

El sol comenzó a ponerse sobre el mar, en una mágica sinfonía de tonos lilas y anaranjados. Gracias a esto, Rebeca se percató que ya comenzaba a anochecer. Después de pensar en silencio por casi 2 horas, llegó a la conclusión que lo mejor sería buscar esa misma noche a Hyun Joong y contarle todo. Luego de la cena, le pediría conversar a solas para decirle toda la verdad. Él merecía saberla.

La chica volvió caminando lentamente por la arena, disfrutando de la bella luna llena que comenzaba a iluminar la playa, para finalmente, meterse al hotel. Comenzó a recorrer el lugar con calma, para inconscientemente, hacer un poco de tiempo antes de llegar a cenar. La nostalgia la invadió en aquel lugar. Recordó su llegada a su nuevo lugar de trabajo, tan sólo como una niña inocente, con una maleta cargada de ilusiones pero también de frustraciones. Pensó en su padre y su hermana y comenzó a llorar amargamente, sola, sentada en una de las butacas del lobby. De pronto, algo extraño la hizo reaccionar y detener el llanto. Una sensación nueva en su abdomen: un pequeño movimiento involuntario golpeaba suavemente su piel por dentro. Abrió su abrigo y levantó la blusa, para descubrir algo maravilloso: su bebé comenzaba a darle sus primeras señales de vida y la hacía cambiar su estado de tristeza por felicidad. La chica sonrió algo atolondrada aún.

"Está bien! Ya no lloraré! No estoy sola, tienes razón! Te tengo a ti y tú a mi! De ahora en adelante nunca más estaré sola en el mundo. Gracias por recordármelo!", agregó la chica sonriendo enternecida, mientras se acariciaba la barriga.