Capítulo 23

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Los días pasaron y el grupo se aprestaba para lo que sería la evacuación prometida. Todos discutían y plantaban teorías sobre lo que sería ese momento, pero el tiempo pasaba y nada ocurría.

Por su parte, Hyun Joong, se sentía confundido. Los días al lado de Rebeca eran su alivio, para llenarla de besos y caricias, pero las noches se le hacían sofocantes y tediosas. Frecuentemente despertaba en la mitad de la noche y descubría a su compañera durmiendo a su lado. En ese instante despertaban unas ansias locas por hacer a Rebeca suya. El tener a la chica acostada tan cerca, en sus brazos y no poder llenarla de besos por completo se estaba convirtiendo en un tormento nocturno cada vez más tortuoso.

Una noche calurosa de verano, el chico no podía dormir. Pensó durante la mayor parte del tiempo en lo que le depararía el incierto futuro, pero sólo así lograba deprimirse aún más. De pronto, la chica al lado de él, se volteó, destapándose por completo del cobertor. Él se quedó extasiado mirándola. Rebeca llevaba sólo un pequeño short y una polera con unos delgados tirantes. A pesar de ser pequeñita, tenía unas piernas largas y como él les decía, unos bellos “muslos de miel”. Con la vista, comenzó a recorrer lo que aún no era permitido con sus manos. Así siguió subiendo, sus caderas, bien proporcionadas, su pequeña y delgada cintura y más arriba sus pechos que se traslucían por debajo de la tela de su ropa, luego su delgado y fino cuello y sus labios. Recordó que hace mucho tiempo no tocaba a una chica, ya eran casi cinco meses.El chico ya no pudo más y se rindió ante sus deseos. Se acostó rápidamente y se lanzó a los labios de Rebeca, a besarla frenéticamente.

Rebeca despertó con los labios del chico sobre los suyos, lo que le pareció bastante placentero y no opuso resistencia. Sintió frío y se metió rápidamente dentro del cobertor, lo que Hyun Joong aprovechó para entrelazar sus brazos a la cintura de ella, sin dejar de besarla. Cuando logró despegar sus labios de los de ella, los bajó hábilmente hasta su cuello y comenzó a depositar pequeños y húmedos besos allí. Rebeca sonrió extasiada. Aquello, sin duda, le agradaba de sobremanera.

“Hey… Tan cariñoso que estás! Pero no te diré nada, tus besos son exquisitos! Me encantan!”, agregó dulcemente Rebeca al oído del chico, mientras esbozaba una coqueta sonrisa.

Él sonrió también, sus intenciones eran más oscuras que sólo eso. Seguidamente, comenzó a bajar con sus labios hasta llegar al escote de la chica, mientras que con sus manos comenzaba a acariciar sus muslos. Rebeca no lo detuvo, por el contrario. Lo que Hyun Joong le hacía sentir era demasiado diferente a lo que le había hecho sentir alguna vez su novio. Rebeca instintivamente comenzó a deslizar sus manos por debajo de la ropa del chico para acariciar su abdomen. En ese instante, Hyun Joong sonrió y se detuvo.

“Espera! Detente, traviesa! Aquí no. Hay mucha gente!”, le susurró él al oído sonriendo.

La chica de hizo hacia atrás y le sonrió también, algo avergonzada. Luego escondió su cabeza en el cuello de él.

“Es que… me gustas! Me gustas tanto!”, murmuró ella al oído de él.

“Y tú a mi! Vamos a hablar de esto mañana, si?”, respondió él tranquilamente.

“Está bien. Cómo tú digas, nae sarang.”, añadió dulcemente la muchacha.

“Mmm… Al parecer eso es un sí! Acaso cambiaste de opinión?”, agregó él entusiasmado.

“Puede ser! Dijiste que mañana conversaremos. Espera hasta mañana entonces. Buenas noches!”, dijo la chica traviesamente. Seguidamente, depositó un rápido beso en los labios de él y se volteó, dándole la espalda en la cama a Hyun Joong.

El chico sonrió y movió la cabeza. Se alegraba que la chica estuviera comenzando a cambiar su forma de pensar en cuanto al sexo. El verla desearlo también, lo hacía sentirse feliz y ansioso, tal como si fuera su primera vez. Hyun Joong cerró sus ojos y se quedó dormido pronto.

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