Capítulo 47

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Hyun Joong continuaba sin decir nada, con la vista perdida en algún inexistente punto en el suelo de la habitación. Parecía que su espíritu estuviese en otro planeta, muy lejos de la Tierra. Sólo su cuerpo permanecía en pie, frente a la chica, inmóvil, impávido ante la noticia de un bebé en camino.

"No... vas a decir nada?", preguntó temerosa pero algo molesta la chica, ante la inercia de su contraparte.

La situación comenzaba a ponerla nerviosa. Deseaba oir algo de los labios de Hyun Joong, aunque fuera una queja, un reproche, una despedida; sin embargo, aquel mutismo del chico comenzaba a hacerla desvariar.

Hyun Joong pareció no oir la voz de la chica, demasiado suave y tímida para la tormenta que sacudía y golpeaba todo dentro de su cabeza. Él continuó ensimismado en su propio mundo, muy alejado de la realidad.

Rebeca hizo una mueca de frustración y movió la cabeza. Conocía de memoria ya esa faceta de Hyun Joong: cuando algo le molestaba profundamente o cuando se sentía confundido, se volvía mudo. Construía una barrera de cemento frente a él, como escudo contra el mundo exterior y se refugiaba en sus pensamientos. La muchacha decidió dar por terminada la charla y volteó rápidamente para buscar la manilla de la puerta y retirarse de aquel sitio, con el corazón adolorido.

El golpeteo de la puerta, frente a sus narices logró despertarlo y volverlo a la realidad. Sus ojos se llenaron de lágrimas, al tiempo en que miraba desorientado hacia ambos lados para encontrar la mirada de Rebeca. Al no descubrirla ahí, se apresuró para salir tras ella y alcanzarla.

Al salir de la oficina, Hyun Joong vio a la muchacha caminar con paso rápido y erguida por el gran hall. Apresuró el paso para detenerla antes de que ella cruzara las inmensas puertas de vidrio que daban al exterior del edificio.

"Becky, espera!", dijo él, al tiempo en que la sostenía por un brazo para retenerla.

La chica se detuvo pero no volteó. De un movimiento certero alejó la mano de Hyun Joong que aún la sostenía, a la altura del codo.

"Becky... por favor! Aún no hemos terminado de hablar!", suplicó él, caminando un par de pasos y poniéndose delante de ella.

Rebeca estalló en cólera y levantó la vista para sostener la mirada de él.

"Aún no hemos terminado? A qué te refieres? Hablé sola todo el rato allí dentro: Un estúpido monólogo!! No dijiste ni una palabra!... Pero no te preocupes, no necesito de tus palabras, ni de nada de tí! Ya te lo dije! Voy a estar bien, no tienes nada de que preocuparte!", bufó Rebeca, con el rostro descompuesto, intentando disfrazar de rabia la tristeza y la decepción que se asomaban en forma de lágrimas por sus ojos.

"No, no!!! Qué dices? No me malinterpretes... Nae sarang.", añadió tiernamente Hyun Joong, al tiempo en que se acercaba a la chica.

El rostro de Rebeca se destensó un poco, su mandíbula se abrió ligeramente y un brillo nuevo apareció en sus ojos.

"Qué... qué quieres decir?", balbuceó Rebeca tímidamente.

"Quiero verlo... de nuevo. Puedo?", preguntó el muchacho, esbozando una sonrisa dulzona y acercando tímidamente sus manos al vientre de la chica.

Rebeca frunció el ceño, algo incrédula. Seguidamente, ladeó un poco su rostro.

"Tu barriga? Puedo verla?", insistió él.

Rebeca no comprendió. Observó el rostro del muchacho para poder descifrar la razón de su petición pero no lo consiguió. Temerosamente, abrió de nuevo su abrigo y levantó con sus dos manos la playera. El rostro de Hyun Joong cambió por completo. Una sonrisa amplia iluminó su rostro mientras sus ojos se humedecían. De pronto y en un inesperado movimiento, el muchacho se lanzó de rodillas frente a la chica, tomando entre sus manos las caderas de ella y depositando su rostro sobre el vientre de su compañera, quien lo miraba atónita. Restregó un par de veces su mejilla contra la barriga de Rebeca, a tiempo en que comenzaba a llorar silenciosamente.

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