Capítulo 50

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Las mujeres no tardaron mucho en salir de la habitación. Hyun Joong se apresuró para volver a ingresar. Caminó rápido dentro y miró a Evelyn sin decir nada; sin embargo, el rostro del chico reveló su preocupación.

"Calma! Están bien, ambos. Becky sólo algo intranquila aún. Debes cuidarla y protegerla, darle la seguridad que necesita. Tiene miedo de que ella entre de nuevo. Pon el cerrojo cuando salgamos.", agregó en voz baja Evelyn y seguidamente se retiró junto a Debra.

Rebeca yacía dormida en la cama. El chico se sentó cuidadosamente al lado de ella, para luego de un par de minutos, recostarse al lado de su mujer. A pesar de los intentos de él por no meter ruido para no despertar a Rebeca, la muchacha comenzó a moverse en la cama, abriendo los ojos.

"Nae sarang, estás bien? Descansa! No te muevas!", agregó él, sujetando a la chica, quien hacía ademán de levantarse.

"Si pero... Dónde está ella? Te hizo algo?", preguntó Rebeca, muy preocupada.

Hyun Joong sonrió bondadosamente y le acarició la barbilla a su mujer.

"No, pequeña! No me hizo daño, no te preocupes! Y a ti tampoco volverá a acercarse, lo prometo! Nunca más me separaré de ti! Jamás dejaré que te vuelva a tocar! Ahora cierra los ojos y descansa, necesitas dormir. Te duele la cabeza? Te golpeó, verdad?", intentó calmarla Hyun Joong.

"Estás seguro que ya no vendrá?", dudó la chica. Aún evidenciaba algo de miedo.

"Te lo prometo!", agregó él, determinante en sus palabras y luego la besó en los labios, mientras la acunaba en sus brazos.

"Esto es un sueño!", añadió dulcemente Rebeca, recostada en el pecho de su amado.

"Tú y yo juntos? Así?", preguntó sonriendo él también.

"Si!!! Es lo más maravilloso que he vivido en toda mi vida!", respondió Rebeca, sin poder esconder la dicha que le provocaba estar en los brazos del amor de su vida.

"Cierra los ojos y descansa que yo velaré tus sueños, desde hoy y para siempre!", susurró el, en un tono muy cálido.

Rebeca obedeció y se acomodó para dormir, mientras su amado le acariciaba el cabello y entonaba una canción de cuna.

"Érase una vez una linda y dulce chica, delgadita y pequeñita... quien tenía un sexy lunar en...", el chico no terminó la oración ya que Rebeca lo interrumpió.

"Hey!!! No conozco ese cuento... Detente ahí!! Eres pésimo como cuentacuentos! Jajaja...", añadió Rebeca entre risas.

"Aish!!! Por eso estoy practicando! Tengo que convertirme en un excelente cuentacuentos para cuando nazca nuestro bebé!", se explicó él, también entre risas.

"Pero... no le contarás detalles así de su mamá? Acaso a ti te gustaría que yo hablara sobre otras cosas que conozco sobre ti? Como por ejemplo que ..." añadió Rebeca pero no pudo terminar de hablar, ya que él la interrumpió.

El chico comenzó a reír en voz alta y con una de sus manos, tapó la boca de la chica para evitar que siguiera hablando.

"OK, OK... Tienes razón! Creo que me falta enfocarme en la historia! Jajaja... Bueno... Entonces... Aquella linda y dulce chica, que no tenía ningún lunar sexy, vivía una apacible y tranquila vida. Sin embargo, algo dentro de ella le decía que anhelaba algo distinto. Deseaba con todo su ser que algo sucediera en su vida y cambiara su destino. Lo deseo con tanta fuerza que de pronto.... Un terremoto gigante hizo estremecerse todo, incluso su vida!!! La tierra se abrió y unos horribles seres salieron del fondo de ella para dejarla en... en la tierra de Oz...", pausó un poco el chico, mientras organizaba en su mente las palabras para continuar su relato y darle un poco más de suspenso a la historia.

Twin FlamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora