Capítulo 9

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“Hey! Despierta! Es temprano aún pero vamos a la playa! Ya llevamos tiempo aquí y aún no nos hemos hecho el tiempo de ir a disfrutar de la playa! Anda flojita! Arriba!!”, exclamó Hyun Joong en inglés, sacudiendo por las piernas a Rebeca, quien aún dormía envuelta. Sin duda ya estaba manejando bastante bien el idioma.

Rebeca levantó la cabeza y miró algo desorientada al muchacho.

“Mmm… Tan temprano despertaste? Tienes insomnio acaso?”, preguntó ella, de mala gana.

“Quiero aprovechar el día, está hermoso! Comemos algo, luego hacemos algo de ejercicio afuera. Un trote por la playa quizás y luego nadar toda la mañana. Qué lástima que aquí no puedo bucear!”, añadió él entusiasmado.

“No tengo ganas… Ve tú sólo!”, agregó ella algo desanimada, sin moverse un milímetro de la cama.

Hyun Joong notó de inmediato la inflexión de la voz de la chica. Frunció el ceño enseguida. Se arrodilló y acercó su rostro al de la muchacha para observarla de cerca.

“Te sientes bien? Yo había hecho planes para hoy, pero no para mi sólo, para los dos. Recuerda, somos un equipo!”, agregó el chico mirándola detenidamente.

“No lo se… Hoy sólo tengo ganas de quedarme acostada todo el día.”, respondió escuetamente Rebeca con cara de angustia.

“Becky…. Estuviste llorando! Qué pasó?”, preguntó de pronto él, sentándose ahora cómodamente al lado de la chica y observándole minuciosamente el rostro. Con una de sus manos, hizo hacia atrás un mechón de cabello que caía sobre la frente de ella.

“No pasa nada… “, se excusó Rebeca. Sus palabras no eran nada convincentes. Sus ojos estaban hinchados.

Hyun Joong respiró profundo. Si algo conocía de memoria de las mujeres era que cuando decían aquello era que ocurría exactamente lo contrario. Lo atribuyó a las hormonas tan inestables en las chicas. Pero no por eso, no indagaría en lo que le ocurría. Le preocupaba su compañera.

“Conozco esa expresión, pequeña! No me lograrás engañar, se que algo te pasa y no me voy a mover de tu lado hasta que me lo digas! Por qué estás triste?”, preguntó él paternalmente.

Rebeca adoraba cuando el chico la trataba de esa forma. Sin duda, Hyun Joong parecía un tipo algo frío e insensible, pero en el fondo, era muy preocupado de las personas a quienes él estimaba. Además, Rebeca, no recordaba a nadie que pudiera tratarla con tal sutileza y ternura cuando ella se sentía más vulnerable, excepto su padre, por lo que inmediatamente cedió y comenzó a hablar.

“Anoche soñé con mi padre y mi hermana…”, susurró Rebeca.

“Los extrañas mucho, verdad?”, preguntó algo desanimado el chico.

Rebeca sólo asintió con la cabeza.

“Pequeña… No debes estar triste! Tú crees que a tu padre o a tu hermana les gustaría verte así? No lo creo!”, añadió el muchacho animándola.

“Si lo se pero… No sabes cuanto quisiera volver a verlos y decirles cuando los quiero!”, agregó Rebeca y se escondió en la ropa de cama.

Hyun Joong sonrió dulcemente y acercó una de sus manos al cabello de la chica para comenzar a ordenarlo apaciblemente. Rebeca levantó la vista. Ambos mantuvieron la mirada por unos segundos, hasta que el chico acercó las manos a su rostro e hizo una mueca divertida para hacer reir a Rebeca.

“jajajajaja… Te ves horrible!!”, exclamó Rebeca, al tiempo en que ya no pudo evitar las risas.

“Pero así te veo reir!”, agregó él manteniendo la mueca. Tiraba hacia abajo sus ojos, con los dedos índices y con los pulgares, extendía su boca.

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