Seguridad

1 0 0
                                    

Alicia.

Al finalizar la noche en la comandancia, respondiendo preguntas, haciendo chequeos físicos y levantando la denuncia al fin podíamos irnos.

Me sentía muy rara e incómoda, en verdad era una sensación extraña y nueva para mí, no me sentía bien, todo el asunto de Joel me hacía querer vomitar del miedo.

-¿Qué es lo que quieres hacer, Ali?-Preguntó Erick una vez que salimos de la comandancia-

-Si quieres puedes quedarte con nosotros, el tiempo que necesites o no sé si prefieras ir con tu mamá-Mencionó Raquel amablemente-

-No, a ese lugar tampoco no quiero volver, sería ella la primer persona que me obligaría a volver con Joel y está vez podría resultar catastrófico-Dije con miedo-Lo mejor si será...-Suspiré-Si no es mucha molestia, si aceptaré su hospitalidad-

-Y nosotros con gusto te recibiremos en casa-Mencionó Alberto-

-Si, tú sabes que seremos como familia y hasta tú te sientas lista y segura de comenzar de nuevo-Dijo Zabdiel-

Me sentí segura con su ayuda, en verdad me daba gusto que hicieran un espacio en su familia y en su casa para mí, eso me halagaba bastante y me hacía feliz.

-Gracias, en verdad que no me alcanza la vida para pagarles todo lo que han hecho por mí-Suspiré-

-No hay nada que agradecer, siempre serás bienvenida-Raquel me dió un cálido abrazo, uno muy maternal, lejano a lo que siento con mi mamá-

-Entonces está decidido, te quedarás con ellos y yo te voy a procurar, te visitaré y me encargaré de lo que necesites-Me dijo Erick-

Erick y yo nos fuimos en su auto, mientras Zabdiel y sus padres en su camioneta, ambos nos dirigíamos a casa de Zabdiel.

Lo que también me preocupaban eran mis cosas, pero también me sentía asqueada de que Joel se quedó con ellas y preferiría mejor conseguir cosas nuevas para ya no tener nada que me vincule a esa vida tan desagradable.

Yo no tenía tantas ganas de hablar y me daba gusto que Erick comprendiera eso porque no me cuestionó en todo el camino ni preguntó nada, simplemente respeto mi silencio y lo aceptó.

Cuando al fin llegamos, Erick me ayudó a bajar del auto.

-Cuídate mucho por favor-Me dió un abrazo-Vendré a verte muy seguido, me haré mucho espacio en el trabajo para cuidar lo más que pueda de tí-Me tomó delicadamente de la mejilla y me dió un beso en la frente-

-Te quiero, gracias por todo-Lo abracé fuerte, una parte de mi no quería que se fuera, quería que se quedara conmigo pero no quería apresurar ni empeorar nada-

-No agradezcas, lo hago porque te quiero y quiero lo mejor para ti-Correspondió el abrazo-

Cuando nos separamos Erick se despidió de Raquel, Alberto y Zabdiel, le agradecieron su ayuda y después emprendió camino a casa.

-Voy a preparar tu habitación-Me dijo Raquel con una cálida sonrisa-

-Gracias, te acompaño-Le dije, me despedí de Alberto y de Zabdiel, era hora de descansar después de pasar mucho tiempo en la comandancia-

Seguí a Raquel hasta el cuarto de huéspedes, ella cambió unas sábanas, colocó un edredón nuevo, almohadas y me prestó una pijama.

-No quiero que te preocupes por nada-Mencionó-Mañana le diré a Zabdiel que te lleve a comprar todo lo que necesites-

-No quiero ser una carga para ustedes-Le dije apenada-

-No lo eres, eres como una más de la familia-Me sonrió-Pienso que es el destino, tú necesitabas una familia y pues nosotros una hija y una hermana-

Nunca Te Olvidaré |E.B.C.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora