the red shoes • larry stylinson

capítulo XII

Horas antes.

El sonido del celular hizo que Louis se levante por la mañana del sábado. Vibraba en la mesa que tenía al lado, y el chico al darse cuenta volteó a verlo enojado por tentarlo a abandonar la calidez que el cuerpo de Harry le proporcionaba.

Su actitud cambió repentinamente al darse cuenta que una llamada de Liam entraba en línea. ¿Qué sería tan importante para estarlo buscando tan temprano? Según su reloj eran las once de la mañana, ¿no tendría que estar durmiendo ese tarado?

Mientras se levantó, en la cama de su habitación, el rizado se removió entre las sábanas al darse cuenta de la ausencia del oji-azul. Harry tomó una de las almohadas que tenía cerca de sí, sin abrir los ojos y la abrazó para poder sustituir el cuerpo de Louis.

-Uhm, Lou... no me dejes. -murmuró entre dientes, volviendo a caer en un profundo sueño.

Harry parecía así un pequeño bebé al que le quitaban su osito de felpa favorito.

Louis respondió la llamada que seguía en espera. -Demonios, Liam ¿qué sucede?

-¡Louissssss! -gritó tan fuerte que tuvo que separarse de la bocina para que no le lastimara los oídos. -¿Cómo estás? ¡Esta noche es noche de fiesta!

-¿Quién eres y qué hiciste con Liam Payne? -susurró para no molestar al pequeño que yacía durmiendo placenteramente en su habitación. -A Liam no le gusta irse de fiesta, hey ¿quién eres?

-¡Hoy celebraremos que por primera vez gané una apuesta, Louis! ¡Estoy tan felizzzzz! -continuó gritando, mientras que el otro rodaba fastidiado los ojos azules que tenía.

-Sí, Liam. Hoy celebraremos, ¿era eso porque llamabas?

-Pues claro -Liam estaba tan feliz, pero eso era porque él no tenía ni idea de qué era lo que había pasado. Aún. -Oye, ¿por qué susurras? Demonios, Louis. Dime que no tienes a Harry ahí contigo.

Louis simplemente se quedó en silencio.

-¡Carajo, Louis! ¿Te acostaste con él anoche? ¿En serio fuiste capaz?

El oji-azul salió de la habitación haciendo el menor ruido posible y se dirigió al baño con el ceño fruncido. -¿De qué estás hablando? -habló con un tono mucho más elevado al anterior, sintiéndose más libre.

-Dime, ¿lo hiciste o no?

Louis se sentía nervioso, ¿habría sido capaz de arruinarlo todo completamente?

-Ajá -pudo decir a duras penas.

-De acuerdo, no deberíamos discutir esto por teléfono. Te necesito aquí en menos de veinte minutos. -Louis asintió como si el chico lo pudiera ver y antes de que colgara, éste agregó algo más. -Y Louis, ya no la sigas jodiendo. -y luego la línea se cortó.

Louis caminó con rapidez de vuelta a su habitación y se detuvo en frente del calendario que colgaba de una de sus paredes.

Él no podía haberlo jodido todo de esa forma, estaba seguro que no había contado mal los días. Y si acaso lo había hecho, ¿qué iba a decirle a Harry? ¿"Amor, fuiste una apuesta"? ¡No! Es que el rizado no había sido una apuesta, él era lo que más querría jamás. Y maldita sea, él había prometido más de una vez y a más de una persona no lastimarlo. ¿Qué demonios había hecho?

Egoísmo era tal vez la definición perfecta. Contó los días de uno en uno desde el día que habían apostado. Y todo indicaba lo mismo. Volvió a contar los días con desesperación. Lo que Liam intentaba decir era cierto. El último día del mes había sido la noche pasada.