capítulo XX

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"Y cuando en las mañanas nadie te despierta, y cuando en las noches nadie te espera, y cuando puedes hacer lo que quieras... ¿Cómo le llamas a eso? ¿Libertad o soledad?"


-¿Alguna vez consideraste el perdón como una opción?

Las paredes a su alrededor eran frías, al ambiente era tenso. El sillón en el que estaba sentado era casi tan duro como la mirada del hombre que tenía delante de él. La el olor de la madera del escritorio se adentraba por sus fosas nasales tratando de tranquilizarlo.

Lo miró fijamente por un tiempo prolongado antes de escuchar aquella pregunta. Un suspiro se le escapó de los labios, asustado.

-No. -fue lo primero que pudo responder sin pensarlo dos veces al menos. -Quiero decir, ¿por qué debería hacerlo? Él me lastimó.

-Zayn hizo lo mismo contigo.

Se lo pensó por un instante. Harry ya no podía pelear en contra de aquel psicólogo. Todo aquello que utilizase como argumento servía para atacarlo contradictoriamente. O quizá era el simple hecho de que se daba por vencido. No quería continuar peleando como lo hacía con frecuencia.

Esta vez quería comenzar realmente. Avanzar.

-Zayn volvió a mí. -pero de alguna manera sus subconsciente era persistente.

-Louis lo hizo de igual forma. Es sólo que te han alejado de él, han evitado que te des cuenta. ¿Que no lo notaste?

El rizado negó con la cabeza. Once meses atrás sus rizos hubieran rozado sus hombros al compás de su movimiento, sin embargo había decidido cortarlos de la misma forma en que solía verse a los dieciséis años. No sintió nada sobre sus hombros, nada además de aquel peso de culpabilidad en el pecho que le oprimía al saber quién era la persona que lo había alejado rotundamente de Louis cuando lo único que quería era correr a abrazarle.

-Noté su intento de acercarse a mí una vez más, así como noté lo fácil que abandonó la lucha.

-No sería la primera persona en abandonarla. ¿No es así? -el chico se encogió de hombros. Claro que no lo era. Harry era perfectamente consciente que la primera persona en abandonar el amor que sentía por aquellos zafiros fue él mismo. Pero a pesar de todo, no habló. -Bien, Harry; haré un resumen de todo lo que me has contado durante el tiempo que has estado conmigo: Mencionaste que cuando eras pequeño aceptaste tu orientación sexual y más sin embargo tu padre no lo hizo, dijiste que te obligó a hacer cosas que jamás olvidaste, pero no mencionaste qué fue lo que sucedió en el pasado. ¿Crees que ya podrías hacérmelo saber?

-Él me llevó a un burdel. -la expresión de ambos cambió a un aspecto más serio. -Lo hizo por dos meses seguidos todos los días, donde fui objeto sexual tanto de hombres como de mujeres, de todas las edades. Y lo hizo hasta que se rindió conmigo y me abandonó a mí y a mi madre.

-Entiendo. ¿Quisieras hablar de eso? -pero Harry no respondió, por lo que el tema pasó desapercibido. - Luego mencionaste que Zayn y tú empezaron una relación, que él te protegía de todos los que intentaran burlarse de ti y que de esa forma fue como iniciaste a sentirte un poco más confidente contigo mismo, sin embargo terminaron sin ninguna razón, y que eso mismo te dejó destrozado y sin ganas de querer volver a amar. ¿Entendí bien?

El rizado asintió. -Cuando Zayn se fue no encontré muchas otras razones por las que volver a convivir con todo el mundo en varios sentidos, porque quería encontrar primero una solución a lo triste que me sentía.

-Entonces fue cuando diagnosticaron a tu madre y entraste a la guardería para justificar la mayoría de los gastos, conociste a Allison y fue un gran soporte en tu vida. Superaste lo que sentías y te volviste más fuerte de lo que antes fuiste. ¿Qué pasó con ello?

the red shoes • larry stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora