53.

360 78 21
                                    


🚨 AVISO IMPORTANTE ANTES DE PARTIR:
Varias de ustedes me han comentado que no les están llegando las notificaciones, así que les pido que, para que se enteren de mejor manera de las actualizaciones, se unan al canal de difusión de mi ig o me sigan (user: poriland). También ayuda mucho que guarden la historia en sus bibliotecas. Por mi parte, avisaré cada actualización en mi perfil de wattpad. ¡Gracias! ♡ Ahora sí, el capi. 

♦︎

Cuando Jimin cruzó la puerta roja de la tienda, pensó que de nuevo estaba soñando con él. Lo hacía a diario desde aquella fatídica cena. En distintos escenarios, en distintos momentos. Alguno no eran solo sueños, a veces eran recuerdos, sin embargo, cada vez que lo tocaba, que alcanzaba a conectar, inmediatamente el sueño se convertía en una pesadilla horrible que lo obligaba despertar con un peso en el pecho tan grande que dejaba su cuerpo inmóvil por largos e incontables minutos. Por días prefirió no dormir, leía, ordenaba sus discos, hacía crucigramas, tomaba café hasta que le daba la hora para abrir la tienda. A veces el cansancio era mayor, otras Tae y Kadi lo obligaban a irse a la cama como si fuera un adolescente rebelde, y entonces volvía a soñar con Jimin desvaneciéndose en sus brazos como arena.

Por eso, cuando sus bocas se encontraron, pensó que se perdería en las tinieblas de su subconsciente, pero no fue así, porque Jimin con ambas manos se aferró a su camiseta y respondió el beso. Primero suave, tembloroso, débil y luego rápido, rabioso e impetuoso. En su lengua sentía como su ira se mezclaba con ese deseo salvaje que sentía por ser perdonado. En su manos y en cómo tironeaba de él notaba la furia contenida, las ganas de saber la verdad, mientras que sus brazos le rogaban que le diera un solo instante para explicarse.

—-Jimin —Su nombre salió como una plegaria tan pronto se apartaron—. Jimin —repitió para asegurarse que ese instante era real.

—Me dirás todo, responderas todas mis preguntas —-respondió Jimin y sus manos se escabulleron por debajo de su camiseta, reconociéndose, como si en esa noche fuera del restaurante se hubiera convertido en un extraño y tuviera que recordar que cada parte de su cuerpo le pertenecía a la misma persona que amaba—. ¿Eres Yoongi? ¿Sigues siendo Yoongi?

No respondió con palabras, solo asintió bajando su boca para buscar la piel de su cuello para besar, lamer y morder.

—Soy yo —dijo al fin y volvió a su boca—. Sigo siendo yo.

—Eres mío aún, no puedes dejar de ser mío.

—No puedo.

Su lengua delineó su quijada, beso sus pómulos y esos ojos húmedos. Solo en ese momento se dio cuenta que él también lloraba. Era todo tan inmenso, tan inmenso como doloroso. Rápido lo subió al mesón de la tienda y se hizo un espacio entre sus piernas. El movimiento fue suficiente como para que Jimin abriera los ojos de golpe al igual que él y por un instante se reconocieran. Los dedos de Jimin se enterraron en sus hombros. Nunca pensó en todas las terminaciones nerviosas que podían reunirse ahí, su agarre se sintió tan real y que lo conectó con todo lo que estaba pasando. Jimin y su agarre ya no se sentía como un sueño, se sentían como algo vivo, algo que realmente estaba sucediendo.

Yoongi abrió la boca, pero no dijo nada, demasiado desorientado y perdido en los ojos llenos de dudas de Jimin.

—-Tu nombre. Dime tu nombre.

Todo acabaría ahí cuando respondiera, por fin, con la verdad.

Entonces, la campanilla que anunciaba un nuevo cliente sonó. Con una furia desmedida Yoongi se giró para encontrarse con un hombre mayor señalando a la vitrina ajeno a todo lo que estaba pasando ahí dentro.

Strange & Beautiful ✧ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora