Strange & Beautiful ✧ Yoonmin

35.

Si no pueden reproducir el video, les digo que busquen Closer de Nine Inch Nails, no es fundamental, pero vaya que mejora la experiencia.

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Taehyung no volvería al departamento esa noche. Lo llamó a la tienda y le gritó que se quedaría en la casa de un compañero porque tenían una maqueta que hacer. Yoongi había asentido como si el chico pudiera verlo a través del auricular y le respondió un descuidado « No hay problema». Dormiría solo esa noche, es por eso que cuando escuchó ruido en su sala en medio de la penumbra que solo despejaba la luz de la luna llena en el exterior, sintió temor.

Bajó la copia de «El Médico a Palos» que estaba leyendo y se puso de pie. Dejó el libro en la mesita de noche junto a la lámpara encendida y pensó que tal vez su compañero de piso decidió volver anunciando su llegada con la torpeza que sólo él reconocía. Entonces, volvió a respirar tranquilo.

—Tae, no puedo hacer un nuevo juego de llaves cada mes.

Sin embargo, la silueta con la que se encontró a contra luz del ventanal oscuro de su sala no era la larga y delgaducha de su compañero de piso. La reconoció y por un segundo el temor que había sentido en un principio volvió.

Después de dos meses, Jimin se veía, a pesar de la oscuridad, igual.

En la punta de sus orejas cargaba una furia violenta que la supo interpretar en sus ojos, en sus puños apretados, en sus labios. Hace dos meses no lo veía y seguía siendo el mismo.

—¿Sabes que si golpeas la puerta te abrire, cierto?

—¿Quién era él?

—¿Perdón? —le preguntó confundido.

—El chico con el que estabas en la tarde.

—¿Desapareces por dos meses y ahora apareces en medio de mi sala para pedirme explicaciones?

—¿Quién era? —Su voz estaba cargada de enojo.

—Un chico.

—Lo besabas, eso es más que un chico.

—Esta conversación es ridícula. ¿Qué haces aquí?

—¿Te gusta?

—Te hice una pregunta —Yoongi había empezado a enojarse, su voz lo delataba.

—Yo también. Vine hasta tu casa a hacértela.

—Así veo, ¿Te demoraste dos meses en encontrar una razón de peso para aparecer?

—¿Te gusta o no? —Jimin hablaba lento, no a gritos, lento y bajo como si apretara la rabia con las manos para que no se fugara por todo el lugar.

—No es de tu incumbencia,.

Ahora Yoongi también estaba molesto. Increíblemente molesto.

—No quiero que te bese más.

—¿Perdón? Jimin, si vas a entrar por la ventana de mi departamento en medio de la noche, luego de dos meses sin dar señales de vida esperaría que fueras un poco más claro con lo que intentas decirme o no, no más claro, sino más elocuente, estás hablando estupideces. 

Jimin chasqueó la lengua. Ahora, por entre las chispas de su ira, podía notar su frustración. No era necesario que la luz estuviera encendida, porque podía notarla, sin embargo deseo verla, así que dio unos cuantos pasos para llegar al interruptor de la luz de la sala. No obstante, Jimin le cortó el paso. Fue en ese momento cuando Yoongi recordó que los animales no podían hablar, porque Jimin se veía más animal que nunca y en esa bestialidad, resplandece y se deja ver no solo rabioso y ofuscado, sino que también molesto, enfadado, herido, incomodo, asqueado. Si se mueve un milímetro más para alcanzar la luz, Jimin se le lanza encima y está tentado en hacerlo, porque quiere ver lo que pasa.