Capitulo VII - El Banco.

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Britany, era un nombre lindo creo que hasta ahora nunca había conocido a alguien con ese nombre pero más importante, había notado que estaba llorando y era algo que no quería.

-¿L..llorando? eh no, no creo yo no estaba llorando seguro fue la lluvia que confundiste -le dije tratando de que me creyera-.

-Oye no engañas a nadie, lo noté ¿Tú crees que las gotas de lluvia simplemente brotan de tus ojos como si fueras un Dios o algo por el estilo? Y a menos que me convensas de lo contrario eran lágrimas y estabas llorando -me dijo completamente segura-.

No sabia que hacer, ella era prácticamente una desconocida para mi, ¿seria capaz de decirle los secretos mas oscuros de mi ser?, ella sabría que mi sonrisa es falsa y sabría que mi felicidad es fingida, debía pensar si quería correr ese riesgo, riego a que ella pensara que solo era un idiota y que mis problemas eran estúpidos, miedo a que se burlara de mi debilidad, debía saber si podía confiar en una perfecta desconocida.

-Mientras pensaba me vio a los ojos y me pregunto de nuevo, ¿estabas llorando?.

No sabia si apartar la mirada o caer hipnotizado de nuevo con el poder de sus ojos, no se por que quizás fue el poder de sus ojos, pero antes de reaccionar ya le había respondido.

-S..si -aparte la mirada-.

Ya no podía verla a los ojos con que valor, si solo era un estúpido cobarde, vi el piso y todavía veía como salpicaban las gotas de lluvia cuando se estrellaban con el suelo una y otra vez hasta hacerse más pequeñas, pero parte de algo más grande, un charco de agua en donde tenia puestos mis pies llegaba a la suela de mi zapato pero me daba igual estaba empapado-.

-Ah ya veo, oye Jeremy ¿me puedes decir qué causó que un chico como tu estuviera en esta situación?, digo miranos estamos sentados en la banca de un parque solitario debajo de la lluvia, mojados por completo y hablando de un pino.

-Dijo ella mientras se veía un relámpago que incluso con la luz de la tarde se hizo notar-.

Todavía estaba en el dilema de si contarle o no todo lo que me sucedía a Britany, casi una completa desconocida, no era sencillo decidirme.

-Oye dime,puedes confiar en mi tratare de darte el mejor consejo que pueda, ¿sabes? Yo si que se de problemas. -sonrió de una manera muy triste-.

-Bueno -suspire- te diré lo que ha pasado pero si luego piensas que soy un chico patético no te culparé, -sonreí- una sonrisa falsa pero al fin y al cabo una sonrisa.

-Pues, ¿por dónde empiezo? mi vida a estado llena de tragedias o algo así -sonreí-, desde que era pequeño pasaron cosas en mi vida yo apenas siendo un niño mi padre murió en un accidente automovilístico supongo que eso no me afecto en el momento, pero por muy tonto que parezca era triste cada vez que era el día del padre, todos los niños hablaban de que regalarle y yo solo deseaba tener a mi padre eso me hizo sentir mal y terminaba en un rincón llorando, ¿patético no?, con mi propia iniciativa aprendí a que no debía llorar y que debía contener y sellar todo lo que sentía en mi interior.

-Supongo que esta vez no te sirvió eso -interrumpio- continua.

Luego de la muerte de mi padre tuvimos que mudarnos, mi madre era joven y pues no tenia apoyo de nadie fuimos a parar a casa de mi abuela, que la quiero tanto es como mi madre, porque ella fue la que me crió, mi madre a causa del trabajo solo la veía 1 o 2h por día si es que la veía, no estuvo presente en mi infancia y tuve que aprender a ser independiente y decidido, era uno de los mejores estudiantes, aunque siempre era el chico solitario. Mi madre decidió que debíamos mudarnos y los pocos amigos que tenia y la compañía de mi abuela se desaparecieron, me encerré en un mundo donde solo estaba yo.

-Trague saliva- porque pues así era, estaba solo, mi madre consiguió pareja y tuvieron un hijo ellos son una familia, yo en cambio solo sobro solo soy un gasto económico más, como una mascota que no quieres o eso me dijo mi madre, yo pensaba que era feliz y creo que así somos todos hasta que la realidad nos golpea en la cara.

Mi abuela murió, yo recibí la noticia de su muerte muy bien y nunca llore su partida... gran error, luego mataron a mi tío lo amaba pero nunca se lo dije, para el yo era su hijo, hubiese dado mi vida por la de el pero no pude hacer nada, supongo que poco a poco cada cosa que pasaba se iba acumulando en mi una sobre otra, hasta que ya no puedo mas, ya no tengo ganas de aguantar cada golpe que me da la vida que cada vez es mas duro, deje de pedirle ayuda a Dios cuando vi que o no me podía ayudar o simplemente no quería hacerlo daba igual y pues por eso y otras cosas me vez aquí.

En mi vida le diría que mi padrastro me había golpeado y mi madre me había destruido por dentro no quedaba una pieza que fuese de un tamaño respetable de esos momentos en las que si pudieras tomar mi cuerpo con una mano y sacudirlo sentirías que sacudes una jarra de vidrio con muchas piedras adentro, la verdad me odiaba, odiaba cada estúpida parte de mi personalidad, de mi cuerpo, de mi vida...

Ella solo me escuchaba hablar y hablar cuando poco a poco iba cesando la lluvia hasta que termine de decirle todo conteniendo las lágrimas en mi ojos, no quería que me viera llorar.

-Eso es todo -le dije- seguro piensas que soy un chico patético que solo se deprime por estupideces.

-Bueno creo que has sido fuerte y muy valiente al no demostrarle nunca nada de tus sentimientos a nadie, te admiro -tenia los ojos con un brillo especial, ese brillo que viene acompañado de una lágrima una gota de la sangre mas pura, la sangre del alma -.

-Luego de unos segundos de silencio en los cuales ninguno de los otros querían interrumpir los pensamiento del otro que se podían casi apreciar en el aire y que no cayeran las lágrimas que estaban a punto de saltar del borde de nuestros ojos. Ella dijo:

-Sabes, creo que debes desahogar cada uno de esos dolores que cargas dentro de ti, llora, grita, escribe desahogate...pero... de una forma sana por favor, esfuerzate en la escuela por lo que me dijiste eres buen estudiante y tienes gran potencial, ¡explotalo! y saca provecho de ello y aprende a quererte si eso debes hacer.

Britany:

-En la mente de Britany deambulaban las palabras-.

Pero que estas diciendo idiota aún nada de esos lo puedes hacer ni tu misma, se lo pides a el eres mucho más patética que el, tu eres la que debería pedir consejos tu eres la que esta mal, tu eres la que ya no quiere mas nada con la vida...

Jeremy:

Muchas gracias por tu consejo, enserio me has ayudado mucho mas de lo que crees - le dije sonriendo -.

Ya empezaba a oscurecer y había terminado de llover pero empezaba a hacer frío y el peligro de enfermarse y tener problemas era mayor, mientras pensaba esto ella se levanto de pronto al ver la hora que era.

-Oye Jeremy debo irme, me encanto hablar contigo adiós -salió corriendo-.

-Yo me quede sorprendido así como apareció se iba, tenia que volverla a ver antes de que se fuera - le grite - ¿¡oye puedo verte de nuevo Britany!?.

-Claro, siempre vengo a este banco en el parque ven y nos encontramos -me gritó-.

No podía creerlo, se había ido y no había pedido ni su numeró telefónico que idiota era, solo tenia la esperanza de verla de nuevo en este banco.

-Comencé mi camino de regreso a casa-.

Mi Angel CaidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora