CAPÍTULO 16

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Tras unos cuantos segundos tratando de extraer la fotografía, consiguió sacarla y descubrir que había una nota, en la que ponía con una cuidada caligrafía:

"Te espero en las Salinas a partir de las 6 todas las tardes.

Fdo: Daniel V."

Miró al reloj. Eran las seis menos cuarto, por lo que, sin dudarlo ni un solo momento, cogió rl colgante, avisó a su madre y puso pies en polvorosa hasta las salinas, donde le esperaba el chico que encontró y le llevó el colgante a su casa.

Mientras corría camino a las salinas, se imaginaba a aquel chico alto, más o menos de su edad, moreno, etc. No quería enamorarse de él, ya que su corazón le pertenecía a Pedro, del que se había despedido hacía unos días.

Pronto llegó al lugar donde habían quedado cinco minutos antes de las seis (su casa no estaba demasiado lejos de aquel maravilloso lugar).

Cuando pudo oír que el reloj del campanario avisaba de que eran las 6, vio a alguien que se aproximaba hacia ella.

Novela de Ruth LorenzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora