Tras introducir todo lo que iba a necesitar en su viaje, abrió la ventana de su cuarto. Le dolía despedirse de su tierra así, de repente.Tras unos minutos de reflexión asomada por la ventana, alguien llamó a la puerta. Era su madre. Le avisó que en cinco minutos le venía a recoger un taxi.
Ella cogió su maleta y se fue con Eva. Cuando bajaron las escaleras, Ruth se fue despidiendo de cada una de los familiares que habían ido a despedirse de ella. Cuando le dio el beso a la última persona que le quedaba, llegó el taxi. El conductor bajó y le metió la maleta en el maletero del coche, y mientras que éste hacía eso, madre e hija se despedían como si jamás se volviesen a ver, como si fuese el fin del mundo.
Tras unos minutos abrazadas, Eva la soltó y dijo entre lágrimas:
- Ya es la hora. Debes irte, sinó perderás el embarque -si, el embarque: Ruth iba a ir en barco porque no soporta los aviones-. Te quiero, hija mía.
- Y yo, mamá -le respondió ella.
Se volvieron a abrazar y el taxista dijo que no podía esperar más que después de llevarla a ella al puerto, tenía que recoger a más gente.
Ella se metió en en taxi y su madre se despedía de ella con la mano.
Durante el trayecto...
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Novela de Ruth Lorenzo
RomanceEsta es una historia dedicada a Ruth Lorenzo y a su entorno más cercano. «Todo empezó un mes de agosto, rozábamos sólo 15 años pero supimos que éramos el uno del otro...» ¡Espero que os guste! Si quieres enterarte de fechas de publicación de más cap...