Tras hora y media charlando sobre todo lo que ocurrió a lo largo del día, Eva decidió invitarlo a dormir.
Él, muy agradecido, respondió:
- Lo siento, no puedo aceptar. Tengo que dormir en mi casa por si recibo alguna carta o llamada del hospital, informando del estado de salud de mi padre.
Ruth, sin dudarlo, intervino preguntándole:
- ¿Y quieres que te acompañe?
Él le respondió:
- No te molestes, ya es muy tarde...
Ruth lo interrumpió:
- No, ¡no es molestia ninguna! Si te acompaño me enseñas donde está tu casa y así puedo visitarte de vez en cuando...
Al final terminó por aceptar.
Por el camino fueron los dos en silencio, con miedo a que alguien o algo los viese por las salinas a aquellas horas.
Cuando llegaron a la casa de Daniel, una casa blanca, pequeña y que llamaba la atención debido a un roble que había justo detrás de la casa, que debía ser muy antiguo.
Entraron en la casa y Daniel le indicó que le siguiese.
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Novela de Ruth Lorenzo
RomanceEsta es una historia dedicada a Ruth Lorenzo y a su entorno más cercano. «Todo empezó un mes de agosto, rozábamos sólo 15 años pero supimos que éramos el uno del otro...» ¡Espero que os guste! Si quieres enterarte de fechas de publicación de más cap...