Hasta que el CONTRATO nos separe. (Zayn Malik y tú)

CAPÍTULO 42 "PAOLO"

De repente salió a verme Doniya.

-¿qué pasa _____? Mi mamá está mejor, no llores-dijo, no respondí nada, sólo asentí. Después de eso salió Zayn y me tomó del brazo y me llevó casi corriendo a un lugar privado del hospital.

-deja de llorar como si esto te afectara-dijo gruñendo.

-me afecta-contesté.

-No hablo de mi madre, sé que por ella no lloras. Hablo de lo que pasó en la casa.-aclaró

-yo también hablo de eso. Me afecta y también lo de tu mama. ¿Cómo le dirás lo del divorcio?-dije secando mis lágrimas

-No se lo diré aún, ¿acaso crees que soy imbécil?, tengo que esperar que esté más fuerte y se lo diré. Pero no creas que esto impedirá que te vayas. Hoy mis recoges tu cosas y te vas de mi casa.

Vi a los ojos a Zayn, para encontrar si lo decía de verdad o era solo por la rabia, pero parecía estar siendo sincero. Bajé la mirada.

-necesito las llaves de la casa, para recoger mis cosas.

-toma-dijo y me las entregó.- Voy a llamar a Roy para que te venga a ver.

Fui a su casa con Roy como él había dicho y empecé a empacar, no era mucho lo que tenía que guardar. No paraba de llorar, me sentía miserable, tan sucia por haber engañado a Zayn. Quería retroceder el tiempo, tener la oportunidad de no haberle enviado ningún mensaje a Harry. Estaba fastidiada de sentirme confundida todo el tiempo, por un lado e sentía muy bien con Zayn pero por otro me encantaba Harry.

Bajé las escaleras despidiéndome con la mirada de cada rincón de la casa, quise dejarle una carta pidiéndole perdón, pero algo me decía que en nada ayudaría aquello. Salí con mis dos maletas pesadas. El Ascensor estaba ocupado así que decidí bajar un piso por escaleras para tomar el ascensor en ese piso.

Cuando estuve allí, me sorprendió un hombre alto, su cabello era dorado y muy apuesto.

-¿_____?-preguntó aquel hombre. No respondí porque aún no sabía quién era, parecía que lo conocía pero no sé de dónde.

-¿te conozco?-pregunté

-Soy Paolo, ¿me recuerdas? Fui el mejor amigo de tu hermano.-dijo

-¿Paolo? OMG!-dejé caer mis maletas y corrí a abrazarlo. Paolo había sido el confidente de mi hermano, siempre iba a casa. Yo era pequeña y vivía enamorada de él. Seguía estando guapísimo.

-Wow!!! Mírate cómo has crecido, estás cambiadísima e igual de linda-dijo Paolo.

-Me reconociste, eso dice que sigo igual.-dije con una sonrisa.

-Te reconocí porque sigues llorando como cuando tenías 13. ¿Qué sucede? ¿vives aquí? ¿A dónde vas con esas maletas?.-preguntó preocupado.

-Son muchas preguntas-sonreí.

-Tienes razón, te invito a comer en mi casa, ven-propuso

-Me gustaría mucho Paolo, pero debo irme tengo que encontrar un lugar donde dejar estas maletas-volví a sonreír nerviosa.

-déjalas en mi casa, es aquí-Paolo señaló una puerta del piso en donde estábamos.

-¿vives aquí?-pregunté asombrada.

-Sí. Ven no puedes negarte a mi comida.-Sonrió.

Entré y el departamento de Paolo tenía la misma estructura física que el de Zayn, con la diferencia que el diseño interior del departamento de Paolo era un poco más fresco. Me senté en su hermosa mesa y comimos. Estaba delicioso todo.