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Durante media hora estuvimos hablando tonterías sobre el viaje que planeaba Bryan a Brasil para las navidades y haciendo chistes sobre Sobreumanos. Denise se alteró cuando Bryan la invitó al viaje que planeaba; empezó a quejarse sobre lo desagradecido que eramos por irnos lejos de las personas que nos dieron la vida y de que no debíamos hacerlos a un lado sólo por ser diferentes y bla bla bla... Por como se pone debe de tenerle un gran aprecio a sus padres.

Arturo y Annie estuvieron murmurando casas y viendo a Valentina durante toda la media hora. Valentina estaba sentada con la espalda pegada a la pared y los brazos alrededor de sus piernas, mientras que nosotros conversábamos en grupo (un grupo muy grande para mi gusto); ella había estado sin hablarle a nadie, ni siquiera a Denise, que había hablado un poco con ella cuando estuvimos en la sala de espera. La chica me recuerda a mí antes de todo esto, yo era como es ella ahora; no hablaba con nadie y cuando estaba en lugares congestionados siempre lograba encontrar un lugar aislado de todos los demás. Nunca me gustó socializar demasiado, bueno, no es que ahora las cosas hayan cambiado mucho, pero por lo menos estoy socializando más que en mis anteriores colegios.

El ascensor se estremeció de un momento a otro haciendo que todos pegáramos un brinco. Luego de unos segundos ya no parecía moverse por lo que todos nos pusimos de pie para esperar a que las puertas se abrieran..., pero..., no lo hacían. Seguían cerradas. De hecho, Arturo (que estaba delante de todos nosotros) empezó a dar suaves golpes a las puertas para avisar que habíamos llegado por si acaso las puertas tenían que abrirse del otro lado. Luego de dos minutos sin respuesta alguna seguía sin pasar nada. ¿Se habrá atorado? Víctor hizo lo mismo que Arturo tres minutos después, pero mas fuerte y rápido; fueron más unos golpes de desesperación que unos para que alguien abriera las puertas.

—¡Hey, abran la maldita puerta!—gritó Víctor—¡Soy claustrofóbico!—volvió a gritar.

Apenas lo escuché el pánico me invadió, sentí la como se me helaba la sangre. Si ésta puerta no se abría todos aquí íbamos a morir rostizados. Todo nuestro grupo (a excepción de Lián) se apartó de Víctor.

—Johnny, estabas calmado hace unos momentos.—le dijo Lián, acariciándole la espalda. Supongo que trata de calmarlo.

—¡Eso era antes de que nos dejaran encerrados!

—Vamos, Johnny, sólo respira.—comienza a inhalar y exhalar, mostrándole a Víctor lo que debe hacer.

—¡Lián, cállate, ni que estuviera teniendo un bebé!—le ladra Víctor y empieza a golpear la puerta con más fuerza.—¡Auxilio, estoy atrapado en un maldito ascensor!

Lián trataba de calmarlo a toda costa mientras que el fortachón de Arturo se reía de Víctor y Annie le siguia la risa.

—¡Sigue riéndote! —le dice Bryan. Él se había vuelto a sentar en el suelo de lo más tranquilo —¡Veamos si te parece gracioso, cuando seas un Arturo a la parrilla!—Arturo frunció el ceño.

—¡Sáquenme de esta mierda!—gritaba Víctor.

—Johnny, cálmate.—le pedía Lián, poniendo una mano en su hombro.

—¡No me toques, estúpida!—le gritó—¡Empieza a tocar cualquier mierda de aquí a ver si haces algo útil y nos sacas!

Las manos de Víctor empezaron a arder, dejando quemaduras en las puertas del ascensor. Arturo se sobresaltó y le tomó el brazo a Annie, como si se hubiese asustado y de alguna manera Annie pudiese hacer algo para protegerlo. 

Valentina empezó a echarse para atrás y se tapó los oídos. Parece que es lo único que sabe hacer.

—¡Hey, tú!—le grité a Arturo y éste me vio con pánico.—¡¿De que te sirve esa fuerza si no la utilizas?! ¡Deja de actuar como un cobarde y abre esa puerta!—no pasaron ni dos minutos cuando me di cuenta de que había perdido mi inmunidad ante Arturo, hasta ahora había sido invisible para él. 

EXCELSO [#1] [TERMINADO] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora