EXCELSO [#1] [TERMINADO] [EDITANDO]

57.

Andrés

Las paredes fueron derribadas por la potente fuerza con la que Annie golpeó y mandó volando directo a ésta a Juliart, el chico que era capaz de provocar vértigo al contacto visual. Lo mató al instante. ¿Cómo se supone que podremos combatir a alguien como ella? Nunca me plantee una situación así, principalmente porque nunca imaginé que Julio supiera utilizarla en nuestra contra. Esto es un verdadero desastre. Todos los que están dentro del dormitorio no hacen más que observar con pavor a la violenta chica pelirroja que ahora mismo se encuentra dándolo todo por proteger a su hermano. A nadie se le ocurre siquiera tratar de atravesar la puerta de salida y correr por los pasillos para buscar una zona segura, puede que sea porque realmente nadie quiere correr la mala suerte de ser el primero al que Annie atrape intentado escaparse. Aunque prácticamente todos corremos la misma suerte quedándonos aquí cagados del miedo. Si no se me ocurre nada para detener a Annie todos aquí moriremos.

—Lo siento... —murmura Annie, con la mirada clavada en el suelo. —No puedo dejar que le hagan daño a Artie...

Annie vuela en dirección a un chico de cabellos blancos, el cual no duda en defenderse lanzando lo que parece ser una estalactita afilada de cristal directo a su cabeza cuando está lo suficientemente cerca, pero ella no tiene que hacer más que hacerse a un lado y con un movimiento rápido partirle el cuello, dejando a otro chico sin vida.

—Annie..., no tienes que hacer esto. —dice Ángel, con voz temblorosa. —Encontraremos otra forma de ayudar a tu hermano.

—Lo siento. —repite, apretando sus labios.

Toda la habitación se vuelve una nube enorme de humo y los gritos que hace unos minutos habían provenido de aquí vuelven a escucharse. Todos aprovechan la nube de humo para intentar huir. Perdí de vista a Annie en cuanto todo se volvió una espesa neblina, pero sé por el sonido de los golpes y los alaridos de la gente que ha comenzado con la masacre. Escucho los huesos de la gente rompiéndose, los cuerpos impactando contra las paredes y el piso, los gritos de dolor y los de miedo que hace la gente intentando huir.

—¡Andrés...! —dice una voz muy conocida antes de ser opacada por un golpe en seco.

¡Puta madre! Los alaridos y gemidos de la gente no cesan, siguen muriendo. El considerable número de gente que había en el dormitorio sigue descendiendo y yo no puedo hacer nada. Si tan solo pudiera ser más útil... Carajo.

—Annie, por favor..., no hagas esto... —logro comunicarme con su mente.

—Hay un espía... —contesta. —Tengo que hacerlo por Artie...

—¿Un espía?

—Por eso Bryan nos encontró... Saben que estamos aquí... Si no hago esto lo sabrán y le harán daño a Arturo. Lo siento...

¡Un espía! ¿Cómo no lo pensé antes? Debido a eso Bryan nos encontró tan fácil. Hay alguien que le informó a Arturo en dónde estábamos, sabían que nos encontrábamos aquí desde el comienzo. Y si Annie no hace esto también lo sabrán, y la pagarán con su hermano. Maldición, nos tienen contra la espada y la pared. Pero, si sabían que estábamos aquí, ¿por qué esperar tanto? ¿Por qué no sólo vinieron todos aquí directamente y listo? Osea, si sabían lo suficiente como para enviar un espía, ¿por qué mierda no simplemente decidieron acabar con todo esto de una vez ellos mismos? ¿Qué carajo quieren lograr...?

—Debes decirle a Diana que me detenga... —escucho en la cabeza de Annie, casi suplicante. Rogando que alguien la pare. —Que use sus hilos para pararme. Por favor.

No me imaginé que una persona pudiera ser de color gris. A lo largo de mi vida he aprendido que las personas siempre serán un solo color de ambos; blanco o negro. Siempre los he visto a todos ser completamente oscuros, o completamente claros; tomar una decisión o la otra, pero nunca en la vida me imaginé que vería a alguien ser ambos colores a la vez. Y ahora entiendo cómo es que puede ser posible; eres gris cuando piensas en los demás; eres gris cuando te preocupas porque tu decisión afecte a las demás personas, eres gris cuando tu corazón y tu cerebro están de lados opuestos. Ese es el caso de Annie, su corazón sólo se preocupa por salvar a su gemelo, pero sabe muy bien que matarnos no resolverá nada. Está siendo gris ahora mismo, mientras que pensando en su hermano obedece las ordenes de Julio y suplicando que alguien la detenga al mismo tiempo.