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—¿Edian? —escucho una voz llorosa.

Despierto y me encuentro con el rostro de Denise preocupado y un poco humedecido por las lágrimas.

—Estás bien..., gracias al cielo que estás bien... —esconde su rostro entre sus brazos, apoyándose de mi pecho.

¿Qué ha sucedido? ¿Dónde está Julio? ¿José Gregorio estará muerto? No logró analizar nada de lo que ha pasado. Lo último que supe fue que lo cuerpo se estampó con fuerza de la pared y de repente todo se volvió negro, ahora despierto en no sé dónde, sin saber absolutamente nada de lo que pasó después. No sé ni siquiera en dónde estoy, pero por su apariencia tan familiar, deduzco que estoy en la enfermería. Y extrañamente, Denise está aquí, junto a mí, tocándome, hablándome y preocupada, como si ya no estuviera molesta por lo que sucedió entre nosotros.

No resisto las ganas de acariciarla cuando ésta apoyó sus brazos y cabeza en mi pecho.

Mira hacia los lados y veo a Dave sentado, con las manos detrás del sillón. Se ve un poco mejor que la última vez que lo vi. Ya no tiene esa apariencia tan descuidada de antes. Junto a él, está Andrés, quién tiene los codos apoyados en las rodillas, y sosteniendo un vaso plástico en una de sus manos. Ambos me saludan con la cabeza.

—¿Qué sucedió? —es lo primero que se me ocurre preguntar. —¿Qué pasó con José?

Denise levanta la cabeza y me observa.

—Está bien. Tranquilo. Por suerte, Julio llegó a tiempo.

—¿Qué? ¿De qué hablas?

—De que si no fuese por Julio, Roger los habría matado a ti y a José. —frunzo el seño al instante. —Nada más mira como estás.

¿De qué habla Denise? ¿Cómo estoy? No comprendo nada ¿Cómo que Julio llegó a tiempo y evito que Roger nos matara? Está confundida. Debieron de explicarle mal.

—¿Cómo estoy?

—Estás bastante mal, amigo. —habló Dave. —Si no fuera por la chica que cierra heridas, tú y José habrían muerto desangrados. Pero eso no les tapa los moretones.

—Pero, a mi no me golpearon. —aclaré.

—¿Entonces quién te hizo esos moretones en la cara? —pregunta Dave, levantando una ceja.

Andrés observa con recelo.

—Nadie me ha hecho moretones.

—Eidan, tienes toda la cara golpeada. —me dice Denise. —Tienes suerte de que Roger no te dejara como dejó a José.

—Denise, Roger no fue el que casi mata a José, fue su...

—Su habilidad para meterse en problemas. –me interrumpe Andrés, levantándose del sillón y posteriormente dando un sorbo en el vaso de plástico. —Dave, Denise, ¿Pueden salir un momento y dejarme hablar a solas con Eidan?

—Claro. —dicen, los dos al mismo tiempo y se van juntos de la habitación de la enfermería.

No puedo evitar sentir un poco de celos al imaginarme al chico que está enamorado de Denise, irse junto con ella. No es que me caiga mal Dave, sino todo lo contrario, pero el aceptar que la persona que tanto querías, ahora ya no te conoce, no debe de ser fácil, puede tratar de volver a acercarse a ella y el pensar eso me molesta.

En cuanto cierran la puerta, Andrés se acerca a mí y se sienta en el borde de la cama.

—Julio mató a Malcom, ¿Verdad?

—Sí, ¿Por qué Denise cree que Roger le hizo eso a José? —pregunto, un poco confundido.

—No es sólo Denise. —espeta. —Los demás profesores, los avanzados, el tercero al mando, los niveles principiantes, los que viven aquí, todos creen que Roger mató a Malcom y les hizo eso a ti y a José.

EXCELSO [#1] [TERMINADO] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora