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En la actualidad.
EE.UU. New Jersey.

Desde que tengo memoria tengo estos dones tan extraños, que generalmente sólo me ocurren cuando me estreso, me enfurezco o empiezo a sentirme impotente. Se siente tan extraño cuando pasa; un cosquilleo en mis brazos, que de un un momento otro se transforma en un dolor insoportable, e involuntariamente, un rayo de color rojo emerge de la palma de mi mano, hasta que finalmente empiezo a sentir los brazos pesados ​​y se me hace muy difícil intentar levantarlos. Mi padre dice que soy un volcán inactivo, y que en algún momento ese extraño don dentro de mí se activará, poniendo en peligro a toda persona que esté cerca. Puede que él tenga la razón y que en efecto, yo sea algún tipo de volcán; un volcán que pone en peligro a todos a su alrededor; un volcán que no sabe cuando hará erupción.

Hay momentos en los que me cuesta contener el poder dentro de mí. Momentos en los que siento que no puedo guardarme ese rayo que emana de mi interior. Mi madre me ha dicho que intente controlarlo, conteniendo la respiración y cerrando las manos con fuerza. Hasta los momentos no me ha fallado.

En fin.

Hoy cumplo dieciséis años de edad y mis padres me llevan al Programa de Evolución Humana (PEH), en donde adolescentes de extrañas habilidades, son internados a partir de los dieciséis años para estudiar sus capacidades y ayudarlos a controlarlas. Espero que mi estancia ahí no sea tan larga, ni tampoco que mi habilidad les parezca irrelevante (como he escuchado que pasa con algunos), aunque, una habilidad como ésta no puede ser irrelevante.

Se supone que esto es un establecimiento extremadamente secreto del gobierno, que sólo es conocido por el adolescente que se internara en cuestión y máximo: los que sean parte de su grupo familiar (en mi caso, serían mis padres). Amigos y/o conocidos, que hayan sido testigos de lo que dicha persona puede hacer, son contactados por el gobierno para realizarle una especie de lavado de cerebro, según mi punto de vista. Modifican el recuerdo de lo ocurrido para borrar cualquier trauma que hayan tenido con personas como nosotros, como yo.

Es una estupidez, en mi punto de vista. Nadie sabe exactamente la cantidad de personas que hayan presenciado las cosas extrañas que puede hacer, siempre queda algún hueco en la sociedad, y ese hueco suelen ser las personas que te califican como una amenaza, los que te comienzan a rechazar, a temer y hasta odiar por lo que eres. La sociedad suele ser cruel con las cosas que no entiende. Como es el caso de un chico que nació con la capacidad de expulsar rayos rojos de sus manos: suelen aislarlo y convencerlo de que es un peligro para los demás. Es una basura.

Cuando faltaban pocos días para mi cumpleaños, unos agentes federales tocaron a la puerta de mi casa, buscaban conversar con mis padres sobre la Inestabilidad de su hijo y la Seguridad Nacional. Basura. Lo único que querían era enviarme al basurero de fenómenos de la sociedad. Me pidieron los nombres de los que sabían de mí y de como ocurrió, yo contesté lo que pude recordar con esfuerzo (obviamente no recordaba todo), y luego de ello nos dieron la orden de que debíamos estar en el aeropuerto, el día de mi cumpleaños, para nuestro viaje hacía acá con todo pago. Recuerdo como antes de irse dijeron que era por seguridad, ahora mismo no sé si hablaban de la mía, o la de ellos mismos.

El coche rojo de mi padre aparca en el estacionamiento, junto al gran edificio blanco; con su enorme techo de cristal, y sus largas columnas a cada lado de la particularmente grande puerta de metal que hay en la entrada. El estacionamiento es inmenso, podría decir que parece un aeropuerto pero estaría exagerando un poco..., igualmente sí, es en realidad es grande.

El edificio tenía aproximadamente 4 pisos, en la cima había un techo en forma de cúpula, hecho con cristales rojos, en la punta de este tenía la figura de un rombo tridimensional de color vino-tinto. La misma figura que hay en las rejas de entrada que hay antes del estacionamiento. Los ladrillos son grandes y blancos, con mosaicos extraños que sólo serían visibles desde ésta distancia. Tampoco tiene ventanas, lo cual es extraño para un lugar tan grande, en lugar de ello, tiene un espacio cubierto de cerámica negra, que rodea el edificio y se extiende verticalmente frente a la puerta de entrada, adornando el camino que hay desde el estacionamiento hasta la puerta. Y por último, las columnas no eran blancas del todo, ni tampoco rosadas. Tenía ese toque de color que le dan al blanco, para que no se vea tan simple. En éste caso, era un tenue color rojo

EXCELSO [#1] [TERMINADO] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora