Invisible. (Drastoria) - Terminado

9. Desaparecido.

El baile de navidad se acercaba y Draco Malfoy no tenía pareja.
Como siempre, varias chicas le habían extendido la invitación pero él no había aceptado. Él quería ir con alguien en especial.

Tras aquella tarde con Astoria, el rubio no le prestaba atención a ninguna otra chica. Se pasaba las comidas observándola reír con sus amigos de Gryffindor.
En los entrenamientos mantenía la esperanza de verla en las tribunas y se decepcionaba cuando no estaba.
Esa noche, se había arreglado para ella. Llevaba su habitual traje negro, con camisa y corbata del mismo color. Salió de su cuarto y se dirigió a buscarla en su sala común. No estaba. Continuó su búsqueda, y tras una hora sin resultados, se rindió.
Como de costumbre, fue y se sentó en un tronco, en su lugar especial del bosque. Siempre iba allí cuando quería estar solo. Y sabía que nadie iría a molestarlo.
Un día, en segundo año, había salido corriendo tras un niño de primero pero este se había escapado. Tras caminar y caminar buscándolo, se detuvo y se dio cuenta del lugar en donde estaba. Era oscuro, y sólo se llegaba por un pequeño sendero poco visible pero justo al frente, había una abertura desde donde se podía contemplar el lago en toda su extensión. Por eso le gustaba ese lugar. Desde ese día, siempre acudía allí cuando quería escapar de la realidad. Y nada había cambiado.
Miró con nostalgia el lago, mientras recordaba cómo se habían llevado a su padre de casa. Con tanto en que pensar había olvidado que estaba en Azkaban. Podía ser que tuviera una errónea y obsesiva idea de la sangre, pero era un buen padre. Suspiró.
De repente, algo se escuchó a sus espaldas. No alcanzó a girar.

A un kilómetro de allí, en la lechuceria, un estrigido entraba con una carta en el pico.
Era la carta que Astoria tanto había esperado.
El día de las chispas, como lo había denominado para no hablar demasiado, había enviado una carta a su madre, contándole lo sucedido.
La castaña se había angustiado, al ver que no recibía respuesta, pero al ver la lechuza de su familia entrar por la ventana, sintió un profundo alivio.
Tomó la carta y le dio un poco de alimento al animal.
Sin esperar a estar en otro lugar, la abrió y la leyó.

"Hija, he recibido tu carta y me alegra mucho que estés bien.
Te pido disculpas por no contestar antes, pero no había podido. Los negocios de tu padre me quitan todo el tiempo ahora que él no está.
Volviendo al motivo de tu carta, no sé que decir. Lo que te conté fue una vieja leyenda que mi madre también me contó cuando yo era pequeña. Lo único que puedo decirte es que la primera vez que tu padre y yo estrechamos nuestras manos, salieron 'chispas'.

Con amor, tu madre."

Astoria terminó de leer y cayó al suelo. No sabía que significaba todo eso.
... Ahora que tu padre no está...
¿A qué se refería? Ella se había despedido de su padre al venir a Hogwarts. ¿Había algo que no sabía?
Y también, ¿A sus padres les había pasado lo de las chispas? No lo entendía. En vez de conseguir respuestas, lo único que obtuvo fueron más preguntas.
Unos minutos después, bajó a su sala común. Todos le decían que Draco la estaba buscando desesperadamente. No, nadie sabía en donde estaba.
Se regresó por su camino y en vez de subir a la torre, se desvió y caminó hasta el Gran Comedor. Estaba hambrienta.
- ¡Tori!
Sonrió. Sus amigos la estaban esperando.
Como siempre, Weasley comiendo en exceso. Hermione a su lado, dándole reprimendas. En frente, Ginny y Harry, besándose. Después de verlos todo el tiempo así, te acostumbras.
- ¿Qué tal, chicos? Muero de hambre. - Dijo, mientras tomaba asiento al lado de Hermione.
- Muy bien, aprobé con la mejor nota el último examen de Aritmancia, y estoy muy feliz. - Le comentó ella, mientras tomaba una patata y la engullía delicadamente.
- Eso es tan raro en ti. - Se burló Harry, a la vez que metía un chocolate en la boca de Ginny.
Hermione le sonrió sarcásticamente y le lanzó un poco de pudin en la cara.
Astoria sonrió de nuevo. Le gustaba estar allí, con sus amigos.
Al terminar la cena todos se despidieron y se fueron a dormir, sin saber que Draco Malfoy, no había regresado.