2. ¿Coincidencia?

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Astoria Greengrass era la menor de la familia, y por consiguiente, la más protegida.
Desde pequeña le habían enseñado a seguir la tradición y mantener la compostura ya que eran una de las familias más importantes por aquella época. Eso, antes de que quien-no-debe-ser-nombrado regresara y tuvieran que salir del país para protegerse.
Ese año, después de la guerra, habían retornado a Londres y su padre había decidido que ella, la única que no se había graduado, fuera a Hogwarts a cursar su último año.
La castaña había quedado en Slytherin, pero nadie de su casa le hablaba. Ella era amiga de los leones y los tejones. Cosa que los Slytherin ni querían ni aprobaban.

-Hola Herms - Saludó Astoria, sentándose en la mesa de Gryffindor, sin importarle las miradas de odio que le lanzaban los Slytherin.
- Hola Tori, ¿Cómo estas? - Respondió Hermione, sin dejar de ver con una mueca la manera de comer de su ahora novio. - Hey Ron, ¿No puedes comer como una persona normal?
Ella rió.
- Ya dejalo, él siempre come así. - Empujó cariñosamente a Hermione y acto seguido empezó a devorar su cena.
Unos cuantos minutos después, entró Draco Malfoy, seguido de su grupo de "fans". Se sentó en su mesa junto a Blaise Zabini y Theodore Nott, sus nuevos 'mejores amigos'.
Astoria le observó con desprecio. Sus amigos de Gryffindor le habían contado suficiente de él como para no caer en su trampa como todas.
- Hey Astoria, ya deja de ver al rubio teñido como si te gustara.
La chica miró hacia la voz que le hablaba y esbozó una gran sonrisa al ver a Potter.
- ¡Donde has estado! Te he buscado como loca todo el día, Harry.
- Estaba con Ginny - Contestó, sonriendo.
- Vale, creo que mejor ni pregunto que hacían.
Hermione habló esta vez.
- Creo que todos sabemos que hacían.
- Eres una pervertida, Hermione. - Replicó Harry, observando como todos se reían de él.
- Bien, ¿quién me da una manzana? - Preguntó la Sly.
Ron le pasó una manzana verde y esta la recibió con gusto.

Al otro lado, en la mesa de Slytherin, Draco estaba terminando su cena.
- Bien, necesito que alguien haga mis deberes. Estaré "ocupado" toda la noche y ustedes saben a que me refiero - Le comentó a sus amigos, con una sonrisa pícara.
- El dios griego del sexo Malfoy - Se burló Zabini, al tiempo que recibía un leve golpe de Draco.
- Ya cállate. Mejor dime si me ayudarás o no.
- Claro hermano, tu sabes que cuentas conmigo. Pero algún día te cansarás de esa vida y querrás una buena chica pero nadie te tomará enserio. Es sólo un consejo.
Draco lo pensó un momento pero rápidamente esa idea se evaporó de su mente.
Tonterías. El amor no existe.
Tras unos cuantos minutos lanzándole comida a los Hufflepuff, Draco se levantó y se fue, no sin antes, tomar una manzana verde.

Invisible. (Drastoria) - TerminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora