El campo estaba desierto.
Draco Malfoy se había despertado muy de mañana, con la intención de prepararse en solitario para el partido de quidditch de la próxima semana.
El rubio no había querido que nadie le acompañara. Necesitaba concentrarse y entrenar, sin la presión y los gritos de los demás.
Tras unos minutos de calentamiento físico, se montó en su escoba y con facilidad se elevó en ella. Dio varias vueltas alrededor del campo, y subió aún más alto, sonriendo levemente al sentir la ráfaga de viento helado en su cara.
Cuando se cansó de dar vueltas, descendió, pasando tranquilamente por las tribunas.
Se detuvo en seco.
Todo blanco. Un flash.
De volar ágilmente en su escoba, pasó a caer en picada. Una extraña luz lo había cegado, había perdido el control. No tuvo tiempo de detenerse.
Draco Malfoy ahora yacía inconsciente en el suelo.Astoria Greengrass acostumbraba llevar su cámara a todas partes. Era parte de ella.
Su sueño era algún día tener su propia galería.
Esa mañana, había salido al campo de quidditch, con intención de fotografiar a todo el equipo. Pero no había sido así. Sin saber cómo, sólo Draco había aparecido en el campo. Sin más que hacer, siguió al rubio platinado con su cámara. Lo que no esperaba, era que se acercara demasiado. Sabía que no podía dejar de lado la posibilidad de una buena imagen.
Justo después de tomar la fotografía se dio cuenta de algo. No había predecido que la luz podía cegar al chico.
Ver a Malfoy así le hizo sentir un vacío en el pecho. ¿Qué había hecho?
Bajó casi corriendo de la tribuna, y le alcanzó. Se arrodilló a su lado y le examinó. Estaba pálido. Sudaba. Sangre salía de su cabeza.
Joder .- ¿Malfoy? Hey, Malfoy, ¿estás bien? - Astoria le sacudía, muy preocupada. Era su culpa.
El rubio abrió lentamente los ojos.
- Diablos... Qué pasó? - Miró a la chica, y reconoció a la Greengrass. Sus padres eran buenos "amigos". Así fuera sólo por mantener las apariencias.
- Pues... Yo... Lo siento, estaba tomando fotografías y tu te acercaste y... Lo siento - Se sentía mal por él, así fuera uno de los chicos que menos le agradaban.
Unos mortifagos habían torturado a su madre frente a ella tiempo atrás. Eso había ablandado su corazón. Ya no soportaba ver a nadie así.
- Bien, ahora repara lo que hiciste - Contestó rudamente el chico. - Me duele todo, no voy a morir por tu culpa, niña tonta.
Ella se indignó.
- Aclaremos algo, Malfoy. ¿Qué te da derecho a llamarme de esa manera? Podría dejarte aquí si quisiera.
El rodó los ojos.
- Esta bien, lo siento. ¿Puedes como mínimo pasarme mi varita? Está por allí - Señaló a un lado suyo, donde estaba su varita, fuera del alcance de su mano.
Astoria se levantó algo molesta, y fue por la varita. Al agacharse por ella notó que Draco le miraba lujuriosamente el trasero.
- Deja de mirarme así, idiota.
- Es imposible no mirarte, eres una preciosura.
- Detente, por favor. No soy como todas las que van detrás tuyo, como si fueras alguna rareza creada por duendes.
- No entiendo como no puedes apreciarme. Soy hermoso. Soy Draco Malfoy - Respondió, mientras sonreía burlón.
- Sé quien eres. Eres la vergüenza de Slytherin.
Draco se ofendió, pero no dejó que se notara. Se sentó con algo de esfuerzo y no fue capaz de contestarle. Intentaba pensar en algo para ofenderla, pero no había nada.
- Ya largate. Dame mi varita y largate.
- No te dejaré así, Malfoy. Puede que seas un baboso, pero eso no significa que te deje aquí, y menos cuando parece que va a llover.
Miró al cielo. La chica tenía razón. Las nubes se habían tornado grises.
Astoria se agachó y como pudo, pasó el brazo de Draco por su cuello y lo sostuvo de la cintura.
- ¿A donde me llevas? - Preguntó el atractivo rubio al tiempo que soltaba un gruñido de dolor.
- Vamos a la enfermería, allá te podrán curar bien.
Él palideció.
- La enfermería no. Dejame aquí, o dejame en el comedor. Pero la enfermería no. - Replicó suplicante.
- ¿Cómo que no? Merlín, estás mal. Debo llevarte a la enfermería.
- Mira, eh...
- Greengrass. Astoria Greengrass.
- Bien, Astoria. Te doy lo que quieras, lo juro por Salazar. Pero no me lleves a la enfermería. - En el tono del chico se sentía... ¿Miedo?
Ella titubeó. Sabía que si lo dejaba en algún otro lado podría empeorar, debía llevarlo a la enfermería. Debía no. Tenía.
- Lo siento, Malfoy. Pero te llevaré.
- Astoria, por Merlín, no me lleves allí. - Espetó, temblando - Puedo curarme yo mismo, sólo llama a Blaise o a Nott, ellos se encargarán de mi.
La castaña suspiró. No sabía porqué le obedecía. Tras caminar un poco lo sentó en el suelo y salió corriendo a buscar a los nuevos 'gorilas' de Malfoy. Tras encontrarlos y contarles lo que pasó, ellos fueron corriendo por él. Ella decidió no regresar. Fue directo a su cuarto, y aprovechando que estaba vacío, se puso a revisar las imágenes.
Observó la de Malfoy. La última.Estaba sonriendo.
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Invisible. (Drastoria) - Terminado
Fiksi PenggemarLa menor de los Greengrass. El heredero Malfoy. Familias "Poderosas" Mismo "nivel" Después de la guerra, todos regresan a Hogwarts. Quizás diferentes. Un extrañamente vulnerable Draco y una confiada Astoria se cruzan. Sentimientos irreconocibles se...