Capitulo 4

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Me levanté de la cama y dirigí hacia la ventana para ver si seguía ahí y, efectivamente, seguía ahí delante le la puerta, era un chico, el chico levantó la cabeza y me miró detenidamente, su cara era de un color blanquecino, tenia morado bajo los ojos, supuse que no abría dormido desde haze días, el chico bajó la mirada y siguió hacia delante.

-Mierda! Maria ha entrado en la casa -susurré.

-Que dices!?

-Escondete, yo voy a bajar -no sé si lo que había dicho era de verdad pero ahora ya no había vuelta atrás.

-Enserio? Y si te coge!?

-Volveré.

No dije nada más abrí la puerta y la cerré detrás de mi intentando no hacer ruido, bajé las escaleras y ahí estaba, dándome la espalda, cogí aire y me acerqué a él.

-Quien coño eres!? -el solo hizo media sonrisa pícara. -Me quieres contestar!? -dije empujándole.

-No lo sabes? -me preguntó

-Tu eres imbécil!? -el sonrió. -Dime quien eres! -dije dándole golpes en el pecho.

-Me llamo Charlie.

-Charlie?

-Si, Charlie

-Tu eres...

-Si, el mismo.

-Y por que vienes a por nosotras!? Que te emos hecho!!

-Tu amiga no me ha hecho nada.

-Ah y yo si verdad! -dije con sarcasmo.

-Bueno, yo me voy, encantado de conocerte.

-Eh no! -le grité cuando se fué corriendo por la puerta.

Fui corriendo detrás de el por todo el bosque, sin saber por donde iba, al final le perdí de vista, me giré, solo veía árboles y mas árboles, ni rastro de la casa.
Se me saltaron las lágrimas, me perdí en medio del bosque, sin saber salir, me apoyé en un árbol y me dejé caer, llorando como nunca había llorado antes, sola en medio del bosque.

Sentí como alguien se sentaba a mi lado, miré quien era, como no, Charlie, me levanté y le miré.

-Que coño te he hecho yo!? -le grité -Que te he hecho!? -volví a gritar.

Charlie se levantó y vino a por mi serio, me giré y corrí otra vez intentando librarme de el, pero... WHAT!? apareció de repente delante de mi, caminé hacia tras hasta que choqué contra un árbol y Charlie puso ambos brazos al lado de mi cabeza impidiéndole el paso.

-Dejame en paz! -le grite.

-No te librarás de mi tan fácilmente -me susurró en el oído.
Charlie se fue dejandome sola otra vez.
Busqué la casa, mas o menos recordaba los lugares por donde había corrido así que no me importó, los segundos parecían minutos y los minutos parecían horas, se me hacía eterno...

-Mariaaa!!! -dije llorando cuando vi la casa.

Entré a la casa y allí estaba llorando en el sofá, cuando me vio vino corriendo hacia mi y me abrazo fuerte.

-Pensaba que no te vería nunca más -sollozó

-he llegado- lloré en su hombro

-Ve a tu habitación, se ha hecho muy tarde.

-Mejor... Tu que vas ha hacer?

-Voy a dormir también.

Subimos a nuestras habitaciones y nos acostamos.
Me puse el pijama y me dejé caer en la cama pensando en lo que había pasado.
Miré por última vez a la ventana para ver si estaba ahí, seguía mirando a mi ventana como un gilipene, mirándome fijamente, no entendía a ese chico.
Me tumbé en la cama y dormí.

Charlie Charlie, ¿estás ahí? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora