Charlie Charlie, ¿estás ahí?

Capítulo 21

Me desperté y miré el teléfono para saber la hora que era, eran las 5 de la mañana aún, pero, Charlie no estaba a mi lado.

-Maria - susurré intentando despertarla.

-Que -susurró ella.

-Charlie se ha ido y no tengo muchas ganas de quedarme sola.

-Pues vuélvete a dormir.

-Una vez despierto ya no puedo volver a dormir, ya deberías saberlo.

-Joder Katya... Y que quieres que haga?

-Quedarte despierta conmigo.

-Pero yo tengo sueño.

Lo que más me preocupaba era donde estaba Charlie.

-Maria, te recuerdo lo que nos ha pasado y te vuelvo a pedir por favor que te quedes despierta conmigo como buena amiga que eres.

-Que nos ha pasado?

-Ya sabes, nos han intentado matar.

-Hostia!! Es verdad!! -quedó sentada en el sofá de un bote. -Pero, y Charlie.

-Te he dicho que se ha ido, no se ni cuando ni donde.

-Y... Vamos a quedarnos despiertas todo lo que queda de noche?

-Son las 5, no creo que falte mucho para que salga el sol

-Buf, pues... ¿que hacemos?

-Lo primero no morir.

-Buena idea.

Ambas nos miramos, con esa mirada ya lo decíamos todo, nos sentamos en el sofá y enchufamos la tele, como de costumbre, pusimos boing, donde hacían "Agallas, el perro cobarde" era una de las series de nuestra infancia.

Maria acabó dormida de nuevo y yo me quedé "sola" otra vez. Bueno, por lo menos esta vez tenia luz y sonido, soy una persona que no puede estar en silencio.

Escuché ruidos, pero pasé de ellos.

Los escuché otra vez, todos mis sentidos se pusieron alerta.

De repente noté un pinchazo en mi cuello y mis ojos fueron cerrándose poco a poco hasta llegar al punto donde se cerraron del todo.
A partir de ahí no pude sentir nada más hasta que mis ojos volvieron a abrirse. Estaba en medio del bosque, sentada en el suelo, con mis manos atadas en un árbol.

-Buenas, Katya. -dijo alguien.

No sabia que hacer ni que decir, nonca antes había estado en esta situación, todo era nuevo para mi, no sabía como reaccionar.

-Te comió la lengua el gato? -preguntó.

Escuché sus pasos acercándose a mí, noté como mi piel se abría poco a poco mientras este pasaba algo muy afilado por mi pómulo derecho, por su tacto parecía ser una navaja.

-Que haces!? -grite e hice un movimiento brusco apartándole.

Por suerte llevaba mis muñequeras puestas, una de ellas tiene como una especie de bolsillo por dentro, ahí es donde yo siempre guardaba una cuchilla de estas que podías quitarle a un sacapuntas cualquiera, la empuje hacia amante con la ayuda del árbol y conseguí cogerla, empeze a deslizarla arriba a bajo sobre la cuerda para conseguir romperla.

Os preguntaréis, ¿por que llevas una cuchilla en la muñequera? Secretos de una suicida.

Rompí la cuerda y me giré rápidamente, allí estaba, era el chico que vimos en mi casa, el chico me daba la espalda y miraba al suelo.
No sabía si correr o ir hacia el.

Después de unos pocos segundos de duda, decidí irme corriendo, yo era bastante rápida, de pequeña jugaba en un equipo de fútbol femenino y era la más rápida. Eso me daba ventajas.

Corrí hacia el lado contrario de donde estaba él, corrí, corrí y corrí, no me importaba nada, me giré para ver si me seguía y una rama del camino hico que me cayera al suelo, siempre me pasaba lo mismo, soy una persona muy torpe, intente levantarme, pero me choqué con otra cosa, me giré y vi al chico delante de mi. Esta vez cogí aire y me levanté.

-Pero a ti que cojones te pasa xanal!?

El chico tenía toda su melena negra en la cara, eso impedía que pudiera verle bien. Sólo con ver su pelo y un poco de sus ojos pude saber que era un creepypasta, si, era el mismísimos Jeffrey woods o como muchos lo llamáis Jeff the killer.

-Je... Jeff? Eres tu? -me acerqué a él y él se alejó un poco. -Jeff, si eres tu, que sepas, que no voy ha hacerte nada, tranquilo. -me acerqué a él, esta vez más segura.

Esta vez no se alejó, cogí aire y decidí apartarle un poco el pelo de la cara, su cara... Su cara en la vida real era más impactante que en ellas fotos que puedes encontrarte por google. Sus cortes en los dos lados de la boca era lo mejor que habían podido ver mis ojos en toda mi vida, Jeff siempre había sido uno de mis creepypasta favoritos.

-Wow... -suspiré.

Jeff abrió sus ojos y miró los míos, sus ojos azules era lo único en lo que podía concentrarme en aquel momento, eran hermosos.

-Por qué nos has hecho esto? -solté su pelo y dejé caer mi lado por su rostro.

-Tengo que matarte.

-Y por qué no lo has hecho ya?

-Porque no puedo -deslizó uno de sus dedos por mi cara para quitrme la sangre que había dejado el corte que él me había hecho.

-Como que no puedes? Tienes ahí una puta navaja, a que esperas!? Matame!! Venga!

-No puedo hacer eso.

-Pues si habrás matado ya a un millón de personas, que mas te da matar a otra más.

-No eres como los demás.

-No, soy un unicornio no te jode.

-Katya, tienes algo especial, seguro que no soy el único que lo ha deducido ¿verdad? Charlie tampoco te ha matado.

-Joder, soy una persona normal, tengo huesos, tengo sangre, ya sabes, cosas que tiene la gente normal. NORMAL.

-Si fueras normal ya te habría matado, pero algo me lo impide... Tienes algo especial, eres rara.

-Todos estáis locos, que sabréis vosotros.

-Adiós.

-Pero donde vas!? Matame!! No puede ser tan difícil joder!!

Jeff se fue corriendo dejandome allí sola, me deje caer al suelo y me puse las manos en la cara pensando en lo que acababa de pasar.

Soy una persona normal joder.
No tengo nada especial.
Soy como cualquier otra persona en el mundo.

Me levanté y decidí buscar el camino hasta casa por mi misma.

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Os gusta que Jeff sea parte de la historia? He tenido muchas dudas :c
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Hola!!! Muchas gracias a todos por leer esta historia.
Sin vosotros yo no sería nada.
Gran las por todos esos comentarios de apoyo hacia la novela.
Os quiero un huevo <3