Capítulo 28

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Pasó una semana, Fran me llamaba todos los días para saber como estaba y solo salía para comprar lo necesario. Me gustaba estar allí encerrada pero tenía ganas de salir a dar alguna vuelta por los parques o cualquier otra cosa que no sea estar en casa. Así que me vestí con unos leggins y una camiseta de manga corta morada. Cogí las llaves y salí de casa, estaba un poco asustada pero quería hacerlo. Al llegar abajo miré hacia ambos lados para decidir por cual ir. Fui hacia la izquierda, por qué? No sé.
Caminé unos cuantos minutos y a lo lejos vi un bosque, obvio no era en el que Maria y yo habíamos estado. Me introduje un poco, no era la única que estaba allí, más gente salía a caminar por ese bosque para dar toda la vuelta. Yo seguí andando sin saber hacia que dirección iba, hasta que vi un río, me senté en la orilla y empecé a tirar piedras mientras miraba un punto fijo pensando que hacer.

Una de mis manos sujetaba mi cabeza mientras la otra seguía lanzando piedras. De repente noté una gota caer por mi pómulo hasta que llegó a la barbilla y cayó en una piedra redonda. Cogí la piedra, cerré los ojos con fuerza y la lancé con más fuerza que con cualquier otra. Abrí los ojos de golpe, inmediatamente dejé de llorar, no entendía muy bien el porque, de normal mis lloros no eran tan cortos, pero oye, que no me importó.

Empecé a preguntarme el por qué de muchas cosas como "por qué me fui? Por qué soy así? Por que me corto?" no entendía muy bien por qué preguntaba esas cosas. Me puse a hablar conmigo misma.
-Quería irme, no era feliz estando allí con Charlie, de hecho a veces me sentía incómoda y era mi oportunidad para escapar de aquel sitio. No por qué soy así, es mi forma de ser, soy un asco de persona, no valgo para nada, soy la peor persona del mundo, me gusta ver sufrir a la gente, no me entiendo, no entiendo el por qué. Me corto porque pienso que es la única forma de sentirme bien, pero... Que me ha hecho llegar a hacerlo?

Cuando iba a contentarme a esa pregunta escuché un ruido detrás de mi, no sabia si darme la vuelta o quedarme quieta. Al final me di la vuelta, no había nada, pero aún sentía cosas dentro de mi, no me sentía segura. Me levanté y volví a hacer la ruta para llegar a casa antes de que me diera un ataque. Al llegar a casa abrí la puerta y lo primero que hice fue encender la luz ya que aún estaba muerta de miedo, al entrar al comedor vi el cristal del balcón roto, en ese momento se me paró el corazón, ahora si que me iba a dar algo. Me di la vuelta asustada y poco a poco iba dando pasos hacia tras al ver a una persona la cual pensaba que era Charlie por su altura y olor.

-Charlie? -tragué saliva y me atreví a decir.

No contestó, solo noté un gran golpe en mi cabeza y en ese momento caí al suelo desmayada.

________

Intenté visualizar algo, pero todo era oscuridad.
Intenté moverme, pero mi cuerpo estaba atado.
Intenté gritar, pero mi boca estaba sellada.

No sabía lo que estaba pasando.
Tenía miedo.

¿Que tenía que hacer? Mi respiración cada vez era más rápida, escuché pasos acercándose a mi. De repente algo me quitó el celo de la boca y la venda de los ojos, aun así seguía sin ver nada.
Unas luces se encendieron de golpe formando como un circulo a mi alrededor, no sabía que estaba pasando.

-¿Quién coño eres? ¿Que quieres de mí? -Grité.

-Hola de nuevo, Katya. -escuché una voz siniestra.

Pasos se acercaban a mi, hasta que dejé de escucharlos, entonces noté algo afilado deslizándose por mi pómulo.

La cuchilla que guardaba en mi muñequera debía haberse caído, solo me quedaba la fuerza para poder desatar mis manos y mis pies.

De la fuerza afloje un poco la cuerda y se deslizó poco a poco hasta caer al suelo. Seguidamente como ya estaba desatada de las manos me quité la de los pies. Toqué mi pómulo con la llena de mis dedos quitando toda la sangre que había salido del corte. Me levanté de la silla y me dirigí a la luz. El camino parecía no acabar, no encontraba la salida. De repente se apagaron las luces. Mire hacia todos los lados mientras hiperventilaba. En ese momento sentí algo detrás de mi, como alguien me observara. Me armé de valor y me giré entonces con lo poco que podía ver visualizé unos ojos, estaban cerrados y una gota caía de él, no podía reaccionar, miré mejor a la persona, era Charlie. No me lo creía, él me había hecho esto?

-Charlie?

Él no contestaba.

Miré su mano, tenia una navaja ensangrentada. La agarraba con fuerza. Me asustaba el hecho de que la tuviera en la mano.
Me atreví a cogerle la mano y quitarle la navaja, él agachó la cabeza. No lograba entender que estaba pasando en ese momento.
Estaba muy indecisa.
Por qué Charlie estaba así?
Por qué me había traído aquí?
Por qué me hacía esto?

Charlie Charlie, ¿estás ahí? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora