Capítulo 15

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Abrí los ojos y miré a mi lado para saber si Charlie seguía ahí. Pero nada.
Ya sabiendo que no estaba me levanté y bajé al piso de abajo, en la mesa había una nota, la nota decía:

"Buenos días! En la cocina hay una bandeja con un baso de leche y unas galletas, es para ti.
Pd: te quiero.
Charlie."

Fui a la cocina y efectivamente, había una bandeja con leche y galletas, me senté en la silla y empezé a mojar las galletas con la leche para seguidamente comermelas.

-Buenos días! -dijo maria acompañada de un bostezo.

-Buenos días.

Dejé la bandeja en el fregadero y me senté de nuevo para hacerle compañía a Maria.

-Luego iré a un pueblo que hay a 1 hora de aquí.

-Para qué?

-Para comprar unas cosas.

-Ah, vale.

-Te quieres venir?

-ña, me quedo aquí.

-Vale, voy a vestirme y me voy.

-valep.

Fui hacia el comedor y miré fijamente la trampilla, en mi mente pasaban preguntas como: "debería bajar?" "bajo cuando se vaya Maria?" "me matará a mi también?". Estaba muy indecisa. Quería bajar, investigar, saber el porqué.

-Bueno, yo me voy ya -interrumpió mi momento pensativo. -Katya?

-Eh, que?

-Que me voy.

-Ah, vale.

-Te encuentras bien?

-Claro.

-Ah, vale, me voy. -cerró la puerta después de salir.

Aparté un poco el sofá.

-Debería bajar? -me pregunté a mi misma.

Después de unos pocos segundos decidí bajar, fui a la cocina, cogí el martillo y empecé a darle golpes como la última vez.

-Joder. -dije cuando lo abrí y recordé lo oscuro que estaba.

Cogí una linterna y bajé. Cada paso que daba era otro motivo para subir de nuevo, fui donde estaba el cadáver y me puse a mirar todos los bolsillos, en los del pantalón no había nada, metí la mano en uno de los bolsillos de la chaqueta, noté como algo duro, por lo fino que era supuse que era una tarjeta así que la cogí y me dirigí al piso de arriba.
Con un poco más de luz pude ver con más claridad la tarjeta, era un carnet de conducir. La tarjeta estaba desgastada pero se podía ver el nombre, Diego López Salvador.
Esta vez no cerré la trampilla con el candado, ya estaba harta de tener que coger el martillo cada dos por tres. Puse el sofá encima y arreglado.
Guardé la tarjeta en mi bolso donde sabía que Maria no miraría, cogí mi móvil y me senté en el sofá.
Con los pocos datos que tenía me puse en google, puse su nombre y apreté al botón de buscar.
Ponía que era un periodista de 24 años, miré fotos, salían modelos y más modelos.

-Katya!

-Joder! -dije sobresaltada del susto.

-Ayudame anda.

Dejé mi móvil en la mesa y cogí una bolsa del coche.

-Era necesario tanto chocolate?

-Sip.

-Ah, vale. -me reí.

Entré la bolsa a la casa y la dejé tirada por la cocina.

-Antes de que te sientes otra vez en el sofá quiero que metas todo ese chocolate a la nevera. -dijo señalando la bolsa donde se encontraba todo el chocolate.

-Vale.

Metí el chocolate a la nevera, todo bien ordenado y volví a sentarme al sofá.

-Vamos ha hacer algo interesante con nuestras vidas?

-No lo sé -dije vaga. -de momento echarse la siesta.

-Si no has comido.

-Da igual -me tumbé en el sofá.

-Bueno. Pues... Buenas noches?

-Buenas noches.

Charlie Charlie, ¿estás ahí? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora