Capítulo 29

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Pasaron segundos en esa situación. Era un tanto extraña, obvio, no todos los días me pasaba esto. Hasta que Charlie de un rápido y brusco movimiento me abrazó. Eso me dejó peor de lo que estaba. Lo que había hecho en ese instante había significado mucho para mi. Noté una lágrima florecer de mi ojo.

-No pueden hacerte nada.

-A no pueden hacerte nada -le corregí.

-Katya, eres como yo, no pienses lo contrario, considérate como una psicópata, es lo mejor, imagina matar a todo el que se te antoje, y que luego nadie se de cuenta ya que ahora eres un "creepypasta" -cuando dijo creepypasta hizo las señas de entre comillas con los dedos.

Charlie me besó de una forma muy cariñosa y me miró fijamente a los ojos.

-Te quiero, y mucho, no quiero que te alejes de mí, Katya.

Sonreí y le abracé muy fuerte.

-No lo haré.

Recordé ese momento. Me sentía mal. Le había "engañado". No me gusta hacer sufrir a la gente y Charlie estaba sufriendo, por mi culpa.

-Lo siento. -dije con una voz muy fina y destrozada.

Él me abrazó con más fuerza y noté como mi hombro se humedecía. Nunca pensé que vería a un creepypasta llorar. Pensaba que ellos no tenían sentimientos, que eran inmunes. Pero Charlie me demostró que ni los malos son tan malos ni los buenos tan buenos.

-No vuelvas a hacerlo, por favor -dijo Charlie con una voz triste.-Eres demasiado especial para mi -se separó- Y si no te lo crees recuerda que soy un psicópata y no te he matado, un creppypasta enamorado ¿donde se ha visto eso Katya? ¿ahora entiendes lo mucho que significas para mi? Eres lo único que tengo.

Sus palabras crearon un nudo en mi garganta el cual no podía desatar.

Entonces el me besó, tiernamente, pero notaba su desesperación.

-Te quiero. -dijo.

-Y yo. -le respondí.

-¿Por qué me has hecho lo de el pómulo?

-Lo vi en una película y me pareció interesante.

Le miré seria pero no pude evitar reírme.

-Eres tonto.

-Si, pero este tonto te ha sacado una sonrisa.

No me esperaba esa respuesta, sonreí otra vez y le besé.

-Oye, donde estamos?

-Ah, un momento, cierra los ojos.

Hice caso y de un momento para otro me besó, no lo iba a fastidiar, entonces seguí.

Ya acabado abrí los ojos, ya no estaba allí, ahora todo era diferente, estábamos en medio de un bosque el cual supuse que era el de siempre.

-Como has hecho eso?

-Un mago nunca revela sus trucos.

Charlie Charlie, ¿estás ahí? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora